De: Juan Carlos Gorostizaga Tema: El fuego
Una hoguera hecha con ramas de arbol produce justo las calorías necesarias para calentar a un ser vivo del tamaño humano. Más calorias serían insoportables, y menos serían insuficientes.
Por otra parte, si los humanos tuvieramos el tamaño de elefantes o el de ratones, el fuego no nos hubiera servido de nada.
La razón es que cada fuego tiene un valor crítico para mantener la temperatura de ignición para mantenerse ardiendo durante un tiempo aceptable.
Curiosamente los fuegos de ramas, de hojas, de troncos de arbol, o de carbón -que son los 'naturales'- tienen un valor crítico que coincide justamente con el necesario para calentar a seres de tamaño humano.
Los elefantes deberían utilizar varios arboles enteros cada noche si deseasen calentarse, por lo que en un mes habrían terminado con el bosque entero. Mientras que los ratones se abrasarían si hicieran una hoguera con ramas, y no dispondrían de ningún material natural para hacer un fuego a su medida.
El fuego ha permitido a los humanos, calentarse, alumbrarse en la oscuridad, cocinar, cocer agua, ahuyentar a los depredadores, entrar en la Edad de los metales, quemar la basura, etc.. En una palabra, ha permitido el desarrollo Tecnológico.
Me pregunto, si nuestra fascinación por el fuego proviene de esa ancestral dependencia del fuego.
Tambien me pregunto por esas coincidencias que se encuentran por ahí desparramadas, y que permiten que el ser humano incremente su nivel tecnológico sin ninguna limitación.
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