viernes, 16 de mayo de 2008

¿Espía cubano?

Date: Sat, 19 Feb 2000 00:43:27 -0500
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INTERNACIONAL | Cuba. Espionaje. Mariano Faget, supervisor del Servicio de Inmigración y Naturalización de EEUU, trabaja para La Habana desde 1966

Esta noticia tiene al menos un par de falsedades: los datos sobre Vivian Sabater, ex-alumna mia, aqui llamada Vivian Rafuls. Su esposo se llama Rafols, y aqui adopto su apellido, pero el resto no es exacto. Tampoco ese profesor de marxismo que nombran existe.
L.

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EL MUNDO
Sábado, 19 de febrero de 2000
Mariano Faget, el espía perfecto de Fidel Castro

Este supervisor del Servicio de Inmigración y Naturalización de EEUU trabaja para La Habana desde 1966

ALFONSO ROJO. Corresponsal

NUEVA YORK.- Era el espía perfecto. En tiempos del dictador Fulgencio Batista, su padre fue director del Buró de Represión a las Actividades Comunistas. El había llegado a Miami con las primeras oleadas de refugiados que huían de los barbudos llegados de Sierra Maestra. Durante un tiempo permaneció dormido, construyendo sutilmente su red y creándose una cobertura. Después, ya naturalizado ciudadano norteamericano y con un puesto de confianza en la Administración estadounidense, reactivó sus contactos y durante 34 años volvió a ser lo que siempre había sido: espía de Fidel Castro.
Mariano Faget, uno de los más antiguos e importantes funcionarios del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) de Estados Unidos, fue arrestado la pasada madrugada acusado de espiar para el Gobierno cubano.

Faget, quien tiene 54 años y nació en La Habana, tiene rango de supervisor y durante mucho tiempo se ha encargado de analizar y valorar las solicitudes de asilo político presentadas por los disidentes de la isla. Tenía permiso para acceder a todo tipo de informaciones confidenciales, con la categoría de «secreto».

Según miembros de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Faget tenía acceso a información clasificada, conocía la identidad de las fuentes confidenciales del INS y estaba al tanto de las maniobras que se realizan con respecto a la inmigración ilegal.

Para cubrirse las espaldas y atenuar el bochorno, el FBI ha informado que el espía perfecto fue capturado después de una larga operación, que incluyó técnicas sofisticadas de vigilancia física y electrónica. Al parecer, han sido detenidas otras cuatro personas relacionadas con el superagente.

Agentes policiales desmantelaron pieza a pieza la casa de Faget, tratando de encontrar documentos, pistas y huellas que permitan desmantelar su red. Se da la paradoja de que hace sólo cuatro años, la Administración Clinton felicitó públicamente a Faget por sus esfuerzos en organizar el proceso de atención al público en las oficinas del departamento. Faget, quien llegó a EEUU en 1960, es el undécimo espía cubano capturado en Miami en un año y medio.

Lo ocurrido con él pone en evidencia, una vez más, la enorme habilidad y la eficacia con que los servicios secretos castristas penetran en los medios del exilio cubano. Lo novedoso en el caso de Faget son sus 34 años como alto cargo en la Administración, pero la historia se ha repetido innumerables veces.

Un caso espectacular es el de Daniel y Vivian Rafuls. Cuando la pareja escapó de Cuba y se estableció en Miami, recibió una bienvenida calurosa. Eran el ejemplo vivo de los simpatizantes de Fidel Castro que se habían desilusionado con el comunismo. Daniel, de 40 años, había sido profesor en la más alta academia militar de Cuba, y además de ser entrevistado varias veces en Radio Martí, fue invitado a unirse al Centro Cubano de Investigaciones Militares, un grupo de desertores que estudia el Ejército de la isla. Vivian, de 42 años, que había enseñado Ateísmo Científico en la Universidad de la Habana, además de ser invitada a dar seminarios sobre Cuba en la Universidad de Miami, fue contratada como maestra. No hay que romperse la cabeza para imaginar el jolgorio que se montó en La Habana cuando los Rafuls regresaron a casa tras dejar con tres palmos de narices a los exiliados anticastristas, al FBI y a la CIA. Los Rafuls, calificados por el régimen castrista como «verdaderos revolucionarios», fueron a Florida en misión de espionaje. Su principal tarea era penetrar en los grupos de exiliados y alertar al Gobierno cubano sobre posibles conspiraciones.

El FBI calcula que Castro mantiene en Florida unos 300 agentes. Los hay profesionales, como Faget o los Rafuls. Otros son colaboradores inconscientes o pequeños informantes. «Esto ocurre desde el mismo día en que Castro tomó el poder», explica Skip Brandon, un agente retirado del FBI que pasó 10 años de su carrera dedicado a perseguir espías cubanos en el área de Miami.

«El sur de la Florida es un terrenoideal para los castristas, porque el agente que llega de Cuba no levanta sospechas y se funde perfectamente con el paisaje».

Durante el juicio contra el terrorista salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León, quien colocó varias bombas en La Habana por encargo de un grupo de exilados, el momento más espectacular fue cuando Percy Francisco Alvarado, un hombre de 49 años, profesor de marxismo en la Universidad de La Habana, subió al estrado y explicó: «Para la Fundación Nacional Cubano-Americana yo soy el Agente 44; pero para los órganos cubanos de la Seguridad del Estado, yo he sido el Agente Monk durante los últimos 22 años». Alvarado desveló cómo había sido contratado el salvadoreño Cruz León.

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