Enrique Rojas (Psiquiatra)
Blanco y Negro, 11-enero-98, p. 83.
¿Qué es la inteligencia? ¿En qué consiste? ¿Cómo sabemos que estamos ante una persona inteligente? En cualquier libro de Psicología y Psiquiatría podemos encontrar muy diversas definiciones, según donde se ponga el énfasis. Por eso, veremos más adelante que hay que establecer una cierta clasificación de inteligencias, según las distintas habilidades. La inteligencia es aquella capacidad mediante la cual un conjunto de estímulos diversos se reúne y da lugar a una conducta positiva, que se adapta a la realidad y que es beneficiosa para ese sujeto como animal individual y social. Hay en esta primera aproximación dos ideas básicas:
- Capacidad para aprender con la experiencia.
- Tener un comportamiento adecuado que se inserta en la realidad.
Perfiles borrosos. Pero hay que señalar que el concepto de inteligencia tiene unos perfiles borrosos, contrariamente a lo que se pueda pensar a primera vista. La historia de la psicología de la inteligencia es muy interesante. Fue Spearman a principio de siglo quien diseñó dos modelos de inteligencia: uno monárquico, centrado en un «factor G», de inteligencia global como capacidad heredada; el otro, oligárquico, compuesto por diversos «factores S», que no son otra cosa que habilidades especificas. Esta teoría bífactorial está basada en la facilidad para establecer relaciones simples y complejas. Poco antes, Stern había establecido el concepto de cociente intelectual, que se consigue dividiendo la edad mental por la edad cronológica, multiplicando su resultado por cien. Este autor definió la inteligencia, como la capacidad para resolver los problemas de la vida de forma adecuada, productiva e independiente. Los nombres de Binet-Simon y Terman-Merill constituyen ya parte de la historia de este asunto, con dos tests clásicos y que tuvieron su momento.
De lo anterior sacamos tres ideas. Una persona es inteligente cuando es capaz de tener una correcta percepción de la experiencia, sabe captar las nuevas relaciones que el hombre establece con el entorno y, por último, tiene visión de futuro. Poco después, otro nvestigador,Thurstone (1938), que trabajó como ingeniero y que más tarde se hizo psicológo, se interesó vivamente por las diferencias individuales de unos sujetos y otros. Rechazó la tesis de un factor general y aisló siete habilidades mentales esenciales: comprensión verbal, fluidez para hablar, habilidad numérica, capacidad de visualización espacial, memoria, razonamiento y rapidez de percepción. Más tarde, Guilford (1959) aplicó el análisis factorial de tipo matemático a un modelo tridimensional de estructura cúbica: la forma de pensar, el contenido y los productos o resultados de las dos anteriores. Éste consta de 150 factores de inteligencia, que ofrecen una influencia recíproca.
Más adelante, Cattell y Hom (1967) distinguieron dos clases de inteligencia fluída, que es quella que comprende tareas para descubrir las relaciones entre conceptos, razones, argumentos y temas abstractos. La otra, la denominan cristalizada, e incluye la capacidad para utilizar un conjunto de informaciones ricas y complejas, en donde figuran la educación y la cultura, que facilitan entender el mundo en el que habitamos, saber emitir juicios correctos y resolver problemas.
Sabor procesar. El enfoque más moderno nos viene de Robert Sternberg, de la Universidad de Yale. Su trabajo de investigación se centra en el modelo del ordenador. La inteligencia descansa sobre el arte de saber procesar de forma adecuada la información que llega a través de los distintos estímulos, su codificación y almacenamiento y la facilidad para que la resultante sea la mejor posible. Dicho de un modo más preciso, la inteligencia es la capacidad para acumular y elaborar la información que se ha ido recibiendo y dar respuestas eficaces y positivas para que la conducta sea la mejor posible.
Teoría de la elaboración de la información, también denominada cognitiva. La unidad de análisis es una operación psicológica que se lleva a cabo mediante representaciones mentales y que es capaz de seleccionar e integrar todo el material acumulado facilitando los procesos de razonamiento.
La inteligencia comprende aquel conjunto de operaciones mentales que nos ayudan a manejar la información recibida y las experiencias vividas del mejor modo posible, para llegar a conseguir un comportamiento coherente y una forma de pensar ordenada, sana, asociando lo almacenado en la memoria y los argumentos. En una palabra: captación de la realidad en su complejidad y en sus relaciones dinámicas. Eso es inteligencia. El resultado: un ser humano superior en todo. Veremos el próximo día las distintas clases de inteligencia que existen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes formular un comentario, si te apetece.