Date: Mon, 21 Feb 2000 13:41:51 -0500
JUAN FRANCISCO MARTIN SECO: Réquiem por la soberanía popular
EL MUNDO
Los hombres y las sociedades solemos olvidar la historia y por eso estamos condenados a repetirla. Las condiciones económicas que regían en tiempo de Karl Marx hicieron que éste proclamase, y con razón, la impotencia de la política y su supeditación a los intereses económicos. Para Marx, todos los gobiernos, incluso los que se llamaban democráticos, eran dictaduras de las clases dominantes. De forma inteligente, Karl R. Popper. cuya obra La sociedad abierta y sus enemigos ha sido para muchos el catecismo de la refutación de la teoría marxista, no niega los hechos ni la razón que al autor de El capital le cabía a la hora de juzgarlos de tal manera: «La teoría marxista del Estado nos suministra sin duda una lúcida interpretación de su propio periodo histórico». Lo que niega es que las cosas tengan que ser forzosamente así.
La solución para Popper radica en la superación del capitalismo sin trabas que describe Marx y en lo que llama la paradoja de la libertad: «La libertad, si es ilimitada, se anula a sí misma... Exigimos que el Estado limite hasta cierto punto la libertad, de modo que la libertad de todos esté protegida por la ley... Estas consideraciones destinadas originalmente a la esfera de la fuerza bruta o a la intimidación física deben aplicarse también a la económica... La libertad económica ilimitada puede resultar tan injusta como la libertad física ilimitada, pudiendo llegar a ser el poderío económico casi tan peligroso como la violencia física... El principio de no intervención, el sistema económico sin trabas, deben ser abandonados... Debemos exigir que el capitalismo sin reglas deje paso al intervencionismo económico... El poder político lo es todo. No debemos permitir que el poder económico domine al político; y si es necesario deberá combatírselo hasta ponerlo bajo el control del poder político».
El mismo Popper se encargó de decirnos: «Esto es lo que precisamente ha ocurrido en la realidad. El sistema económico descrito por Marx ha dejado de existir en todo el mundo». ¿Podemos afirmar hoy lo mismo? Hechos como el acuerdo entre Telefónica y el BBVA crean dudas razonables sobre ello y nos alertan acerca del peligro de que, bajo el imperio del neoliberalismo económico, estemos construyendo un sistema económico parecido al de Marx. Pero entonces también volverá a ser verdad lo que Marx afirmó de la libertad y la democracia. Réquiem por la soberanía popular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes formular un comentario, si te apetece.