sábado, 21 de junio de 2008

Edgard Morin. El pensamiento complejo

Domingo 30-8-98
Edición de Tarde
Elia
El pensamiento complejo de Edgar Morin.


Un saludo a todas las "neuronas" de este organismo vivo que es la Kronos.

Confieso y reconfieso que no conozco de nada a Edgar Morin, y que nadie me lo ha presentado, cosa que no hace ninguna falta cuando ves que alguien habla de la necesidad de un pensamiento complejo; término que aún no pareciéndome muy adecuado, ya que creo, sería más correcto denominarlo MÚLTIPLE, el sentido que le da a " Complejo " parece ser anti-reduccionista científico. Y como nuestro pensamiento es algo "complejillo" también, pues aquí va un resumen del prólogo de uno de sus libros.

MORIN,Edgar. En "Introducción al Pensamiento Complejo ":

Legítimamente, le pedimos al pensamiento que disipe las brumas y las oscuridades, que ponga orden y claridad en lo real, que revele las leyes que lo gobiernan. El termino complejidad no puede más que expresar nuestra turbación, nuestra confusión, nuestra incapacidad para definir de manera simple, para nombrar de manera clara, para poner orden en nuestras ideas.

Al mismo tiempo, el conocimiento científico fue concebido durante mucho tiempo, y aun lo es a menudo, como teniendo por misión la de disipar la aparente complejidad de los fenómenos, a fin de revelar el orden simple al que obedecen. Pero si los _modos simplificadores_ del conocimiento _mutilan_, más de lo que expresan, aquellas realidades o fenómenos de los que intentan dar cuenta, si se hace evidente que producen más ceguera que elucidación, surge entonces un problema: ¿Cómo encarar a la complejidad de un modo _no simplificador_?.

La necesidad del pensamiento complejo no sabrá ser justificada en un prólogo. Tal necesidad no puede más que imponerse progresivamente a lo largo de un camino en el cual aparecerán, ante todo, los límites, las insuficiencias y las carencias del pensamiento simplificante es decir las condiciones en las cuales no podemos eludir el desafío de lo complejo. Sera necesario, entonces, preguntarse si hay complejidades diferentes y si se puede ligar a esas complejidades en un complejo de complejidades. Sera necesario, finalmente, ver si hay un modo de pensar, o un método, capaz de estar a la altura del desafío de la complejidad. No se trata de retomar la ambición del pensamiento simple de controlar y dominar lo real. Se trata de ejercitarse en un pensamiento capaz de tratar, de dialogar, de negociar, con lo real.

Habrá que disipar dos ilusiones que alejan a los espíritus del problema del pensamiento complejo. La primera es creer que la complejidad conduce a la eliminación de la simplicidad. Por cierto que la complejidad aparece allí donde el pensamiento simplificador falla, pero integra en si misma todo aquello que pone orden, claridad, distinción; precisión en el conocimiento. Mientras que el pensamiento simplificador desintegra la complejidad de lo real, el pensamiento complejo integra lo mas posible los modos simplificadores de pensar, pero rechaza las consecuencias mutilantes, reduccionistas, unidimensionalizantes y finalmente cegadoras de una simplificación que se toma por reflejo de aquello que hubiere de real en la realidad. La segunda ilusión es la de confundir complejidad con completud. Ciertamente, la ambición del pensamiento complejo es rendir cuenta de las articulaciones entre dominios disciplinarios quebrados por el pensamiento disgregador (uno de los principales aspectos del pensamiento simplificador); este aisla lo que separa, y oculta todo lo que religa, interactua, interfiere. En este sentido el pensamiento complejo aspira al _conocimiento multidimensional_. Pero sabe, desde el comienzo, que el conocimiento completo es imposible: uno de los axiomas de la complejidad es la imposibilidad, incluso teórica, de una omniciencia. Implica el reconocimiento de un principio de incompletud y de incertidumbre. Pero implica también, por principio, el reconocimiento de los lazos entre las entidades que nuestro pensamiento debe necesariamente distinguir, pero no aislar, entre si. Pascal había planteado, correctamente, que todas las cosas son causadas y causantes, ayudadas y ayudantes, mediatas e inmediatas, y que todas (subsisten) por un lazo natural e insensible que liga a las más alejadas y a las más diferentes. Así es que el pensamiento complejo esta animado por una tensión permanente entre la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista, y el reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento. Esa tensión ha animado toda mi vida. Nunca pude, a lo largo de toda mi vida, resignarme al saber parcelarizado, nunca pude aislar un objeto de estudio de su contexto de sus antecedentes de su devenir. He aspirado siempre a un _pensamiento multidimensional_. Nunca he podido eliminar la contradicción interior. Siempre he sentido que las verdades profundas, antagonistas las unas de las otras eran para mi complementarias sin dejar de ser antagonistas. Nunca he querido reducir a la fuerza la incertidumbre y la ambigüedad.

Desde mis primeros libros he afrontado a la complejidad, que se transformo en el denominador común de tantos trabajos diversos que a muchos le parecieron dispersos. Este libro, constituido por una colección de textos diversos, es una introducción a la problemática de la complejidad. Si la complejidad no es la clave del mundo, sino un desafío a afrontar, el pensamiento complejo no es aquel que evita o suprime el desafío, sino aquel que ayuda a revelarlo e incluso, a superarlo.

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Abrazos y besos

* E L I * A * *

http://www.arrakis.es/~7soles/elia4/index.htm _____________________________________________________________________

To: KRONOS Club de Amigos From: Data Subject: En "Caos" de James Gleick...


En el "Caos" de James Gleick

Empieza hablando de Feigenbaum quien en lugar de dedicarse con su talento a lo que era la cima de la física en su época, meditaba sobre la turbulencia en los líquidos y gases. Meditaba sobre el tiempo ¿se deslizaba con suavidad o a saltos discretos como una secuencia de fotogramas en una película cósmica? Reflexionaba sobre la capacidad del ojo para ver formas y colores consistentes en un universo que en opinión de los físicos era un mutable caleidoscopio cuántico. Reflexionaba sobre las nubes que alrededor de su laboratorio en Los Alamos se esparcen en forma casual y no casual y ondean en diseños con surcos regulares como los del cerebro. Las nubes significaban una parte de la naturaleza que la corriente principal de la física había omitido. Y era muy extraño que aunque podía crear la fusión del láser, resolver el enigma del spin... se dedicara a la comprensión de las nubes lo cual atañía a los meteorólogos; pero Fegenbaum luchaba a brazo partido con un problema que en 1974 aun no se preveía su profundidad: el caos.

La ciencia clásica acaba donde el caos comienza. Mientras los físicos indagaron las leyes naturales el mundo adoleció de una ignorancia especial en lo que concierne a los desordenes de la atmósfera y del mar alborotado, a las fluctuaciones de poblaciones silvestres de animales y vegetales y para abreviar, a las oscilaciones del corazón y del cerebro. La porción irregular de la naturaleza, su parte discontinua y variable ha sido un rompecabezas a ojos de la ciencia o peor aun una monstruosidad.

En la página 11 sigue hablando de cómo un puñado de científicos estadounidenses y europeos de diferentes disciplinas y campos del conocimiento comienzan a fraguarse un camino en el desorden.

En la página 13 algunos físicos interpretan el caos como ciencia del proceso antes que del estado, del devenir antes que del ser. (Muestra luego como a partir de esta voz de aviso el caos ahora se halla por doquier). Sea cual fuere el medio el comportamiento obedece a las mismas leyes recién descubiertas y el hecho de haberse dado cuenta de ello, comienza a modificar el modo de tomar decisiones en cualquier campo. El caos salva las fronteras de las disciplinas científicas, (Interdisciplinario) por ser la ciencia de la naturaleza global de los sistemas la que ha reunido a pensadores de campos muy separados. La superespecialización inminente se ha trastocado de modo espectacular gracias al caos. El caos plantea cuestiones que desafían los usuales métodos de trabajo. Defienden con vigor el comportamiento universal de lo complicado.

Sus primeros teóricos, aquellos que le imprimieron impulso, compartían ciertas sensibilidades y aficiones: poseían vista aguda para reconocer unos modelos dados sobre todo los que aparecen simultáneamente en escalas distintas, les agradaba el azar y la complejidad, los bordes quebrados y los saltos repentinos. Especulan acerca del determinismo y del libre albedrío, la evolución y la índole de la inteligencia consciente. Sienten que interrumpen la tendencia de los científicos al reduccionismo, creen buscar la totalidad. El saber del siglo XX se recordará solo por tres cosas: la relatividad, la mecánica cuántica y el caos. La relatividad eliminó la ilusión del espacio y el tiempo absoluto de Newton, la cuántica arruinó su sueño de un proceso de medición controlable y el caos barre la fantasía de Laplace de la predicibilidad determinista. De las tres revoluciones, el caos, importa al mundo que vemos y tocamos.

El estudio del caos surgió, en el seno de la física, de la exploración por los bloques constructivos de la materia según energía cada vez más altas, escalas cada vez más pequeñas y tiempos cada vez más fugaces. De ella han nacido teorías sobre las fuerzas básicas de la naturaleza y sobre el origen del universo, pero un puñado de físicos jóvenes sintiendo descontento hacia esta orientación por la lentitud de los progresos, la fútil especificación de nuevas partículas y la confusión de la masa teórica se dedica a explorar en los campos más cotidianos del orden, la turbulencia, los fluidos, los sistemas mecánicos... (comentario:la cotidianidad se puede leer para hacer ciencia.) los sistemas más sencillos se conciben ahora como capaces de suscitar muy arduos problemas de predicibilidad sin embargo el orden se presenta de modo espontáneo en tales sistemas : caos y orden simultáneos.

Unicamente una ciencia nueva podría emprender el cruce de la amplia brecha que separaba el conocimiento de lo que una cosa hace con lo que hacen millones de ellas.

El moderno estudio del caos comenzó en el decenio de 1960 con el desagradable hallazgo de que ecuaciones matemáticas muy simples podían modelar sistemas tan violentos como una cascada. Nimias diferencias de entrada o input llegaban a transformarse rápidamente en enormes diferencias de salida o output, fenómeno que se denominó "dependencia sensitiva de las condiciónes iniciales". (Efecto de la mariposa)

Saludos

D.^.T.^.[:Data:]

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