Hace aproximadamente un siglo, psicólogos y etólogos entablaron una discusión sobre si los animales tienen conciencia o no la tienen. El problema, estrechamente ligado a la pregunta de si los animales son capaces de mentir, todavía no se ha resuelto.
San Agunstín dijo que la mentira es un engaño "voluntario". Sin embargo, resulta difícil imaginarse una "voluntad" sin conciencia. La etimología nos indica que habrá que esforzarse bastante para resolver el problema: en latín, mens significa "razón", mientras que mendacio quiere decir "mentira". De lo cual se desprende que el mentiroso adopta conscientemente una postura opuesta a la realidad.
Volker Sommer, "Elogio de la mentira", Galaxia Gutenberg. Círculo de Lectores, 1995, Tit.Orig: Lob der Lüge, München, 1992. Fragmento de la pág. 111
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