domingo, 16 de noviembre de 2008

Cursillo de Lógica. 4

Clase nº4
"Introducción a la lógica" de I.M.Copi

"Es más glorioso ser derrotado por la fuerza que por cualquier otra razón" 
Maquiavelo

I.3. "El reconocimiento de razonamientos" (pags. 18 a 21)

  *Reconocer un razonamiento es fácil.*

La frase anterior (subrayada con *...*), es una proposición... falsa.

Reconocer un razonamiento (1) puede ser algo más complicado de lo que creemos a simple vista.

Dice Copi:

"...no toda afirmación de varias proposiciones constituye un razonamiento. Los periódicos, las revistas y los libros de historia abundan en afirmaciones, aunque tienden a contener relativamente pocos razonamientos.".

Tampoco abundan los razonamientos en el sistema educativo; ni en la primaria... ni en la universidad. Aunque lo último resulte algo depresivo reconocerlo.

Pero ¿acaso los razonamientos no se construyen con afirmaciones (o negaciones)?. Sí, y agrega Copi:

"El contener varias afirmaciones es una condición necesaria para que el discurso exprese un razonamiento, pero no es una condición suficiente."

O sea, dicho con otras palabras, tiene que haber afirmaciones en un razonamiento... pero además tienen éstas que relacionarse de cierta manera. Si no, no hay razonamiento.

Veamos un ejemplo:

"Si los objetos de arte son expresivos, constituyen un lenguaje."

Estamos frente a dos proposiciones (ya que puede ser *verdadera* o *falsa*. En adelante usaremos, para abreviar: V, F). Pero no estamos frente a un razonamiento compuesto de una premisa y una conclusión.

¡Por favor! releed bien lo anterior y deteneros un instante en pensar que se afirma y cómo se lo afirma.

Estamos frente a una *proposición condicional*. O sea la clase de proposición donde no se afirma ninguna conclusión que se pretenda verdadera, sólo se está afirmando una relación. Si se da 'p'... entonces se dará 'q'. No se dice en ningun momento que realmente se esté dando 'p', ni que tenga obligación de darse 'p'. Lo único que se afirma, lo repito, es una relación entre dos proposiciones:

*si* afirmarmos 'p', *entonces* debe darse 'q'.

Claro que sería diferente si cambiaramos las palabras. Tendríamos un razonamiento si hubiesemos dicho: "Los objetos de arte son expresivos, todo lo que se expresa puede ser interpretado como un lenguaje, por lo tanto (o luego) los objetos de arte son un lenguaje".

Pero si cambiamos las palabras, tambien cambia su sentido. No es lo mismo decir "digo" que afirmar "Diego". O sea que aquí estamos frente a un fenómeno muy conocido. Lo que resulta extraño es ver como se manifiesta en el plano de las proposiciones y los razonamientos.

Veamos otro ejemplo de no-razonamiento (que contiene proposiciones):

"Los sinónimos son buenos sirvientes, pero malos amos; por lo tanto, elijámoslos con cuidado."

A pesar que una lectura superficial podría inducirnos a pensar que estamos leyendo un razonamiento por la presencia de del 'indicador de conclusión' ("por lo tanto"), no lo es.

No hay razonamiento. Hay una indicación, es decir una *orden*, y "por lo tanto" funciona como mandato (equivalente a "yo digo que lo haga..."). Y ya sabemos que las ordenes no son ni verdaderas ni falsas, luego no hay ni proposición, ni razonamiento.

¿Cómo distinguir a un razonamiento?

Con palabras del propio Copi:

"Para que esté presente un razonamiento, de una de las proposiciones afirmadas debe sostenerse que se desprende de otras proposiciones que se afirman como verdaderas, las cuales son presentadas como fundamentos o razones para creer en la conclusión. Esta afirmación puede ser explícita o implícita.Se la puede hacer explícita mediante el uso de indicadores de premisas o indicadores de conclusiones, o por la presencia de palabras tales como "debe", "debería", o "necesariamente" en la conclusión. Pero la presencia de esos indicadores de razonamiento no siempre es decisiva".

Esto (el de que no haya palabras cuyo uso sea unívoco -con un sólo sentido-) es lo que convierte en tan dificultoso un programa de traducción. Captar el sentido de una oración requiere una sensibilidad, o inteligencia, que se resiste, por ahora, al análisis minucioso (no olvidemos que "análisis" viene de "separar", "dividir").

¿Cómo explicarle a una máquina que estos dos fragmentos son lógicamente diferentes?:

1. "Desde que Enrique se graduó en la escuela de medicina, es probable que sus ingresos futuros sean muy elevados." 2. "Desde que Enrique se graduó en la escuela de medicina, ha habido muchos cambios en las técnicas médicas."

El 1º es un razonamiento y "desde que" indica la premisa. El 2º no lo es y "desde que" tiene una significación temporal, no lógica. Indica un tiempo pasado, no el fundamento de una conclusión.

Y esta polisemia (varios significados) aparece también en otras palabras típicas, lo cual complica la cuestión para un análisis puramente maquinal; realizado con poca inteligencia.

Si decimos que "No puede existir ningún sistema que sea mitad materia y mitad antimateria, *porque* las dos formas de materia se aniquilan mutuamente", estamos frente a un razonamiento porque el termino "porque" indica la premisa. Pero si decimos "El Imperio Romano se derrumbó porque carecía del espíritu del liberalismo y de la libre empresa" no estamos frente a un razonamiento.

"No inferimos que el Imperio Romano se derrumbó. La afirmación de que el 'El Imperio Romano carecía del espíritu de liberalismo y de la libre empresa' no se ofrece como fundamento o razón para creer que el 'Imperio Romano se derrumbó'. Estamos ante una explicación (de Von Mises) que propone una causa de la caída del imperio romano. Una explicación que dice, que 'q' es la causa de 'p', o lo que es lo mismo, que hay una conexión causal entre ambas proposiciones, nada más.

Igualmente podríamos decir:

1. El imperio Romano se derrumbó porque sus ciudadanos no pegaban a sus mujeres.
2. El imperio Romano se derrumbó porque triunfó el cristianismo.
3. El imperio Romano se derrumbó porque no descubrió la lógica simbólica.
4. El Imperio Romano se derrumbó porque ....(poner lo que apetezca).

Aquí no hay razonamiento, hay explicación; y aunque se parezcan como dos gotas de agua, no lo son. (2)

Un aparte: imaginad si os cuesta entender lo anterior ¡cómo demonios se lo explicamos a una máquina!

Para que halla razonamiento hay que ver la relación como problemática, y ver a la premisa (o a las premisas) como aportando pruebas para fundar la conclusión. En las explicaciones (como las anteriores) no se da nada problemático, se afirma 'p', se afirma 'q' y se afirma que ambas están conectadas. ¡Podrían no estarlo! pero yo digo que sí... y no se hable más del asunto.

En muchos casos el propio contexto ayuda a comprender si se está frente a un razonamiento o a otra clase de afirmaciones. Si su propósito es establecer la verdad de una de las proposiciones (la conclusión) se está frente a un razonamiento; pero si su propósito es explicar, predicar, mandar, sugerir, impulsar, promover, obstaculizar, etc. es posible que tenga sólo la apariencia superficial de un razonamiento (usando alguna palabrita clave como "luego" o "por lo tanto..." u otra ya conocida), pero en realidad se está expresando algo bien diferente.

Quizá está clase, a pesar de sus complicaciones aparentes, ayude a captar porque el aprendizaje de la lógica no es una tarea anodina. Dado que hacemos lo que hacemos porque la mayoría de las veces creemos que somos razonables... es importante saber si estamos frente a un razonamiento o a una exhortación encubierta (¡Hazlo porque te lo digo! ¡Si me quieres, entonces no lo harás!).

(1) Recuerdo que otros autores (como Manuel Garrido) prefieren utilizar, en vez de 'razonamiento', el termino 'argumento'. En este sentido recupero, de otro texto, un comentario que puede ayudar: "El inglés 'argument' tiene tanto el sentido de un discurso construido para apoyar una posición, como el de un proceso de razonar, debatir o discutir. Por tanto, cuando se alude a la metáfora "argument is war" (una discusión es una guerra) hay que considerar el doble sentido. Generalmente en español diríamos 'discusión', pero en capítulos posteriores, donde se habla de 'rational argument', hay que entender también "argumento"." Lokoff(1980), pag.40, llamada 1.

(2) El tema de la "explicación" se verá, con mayor detalle, en clases futuras.

 

--- II. Ampliación.

"Antes de hablar de matemáticas, planteémosnos una cuestión más sencilla: ¿ por qué decimos que tanto un San Bernardo como un Yorkshire, a pesar de sus diferencias, son perros? Y tenemos razón al decirlo, ya que ellos mismos se reconocen como tales, sin duda a partir de criterios distintos a los nuestros (particularmente, olfativos), pero lo esencia es ver que, como ellos, nosotros definimos una especie animal por algunos rasgos distintivos. En otras palabras, no razonamos sobre las cosas mismas, sino sobre objetos abstractos simplificados: los conceptos. Así, en el concepto "perro" no hacemos entrar ni la talla, ni el pelaje, ni la voz. Aquí se encuentra la esencia de todo razonamiento, comprendido el razonamiento científico, y nunca nos maravillaremos bastante de poder elevarnos a la generalidad, a la clasificación, a la organización -a la comprensión- reduciendo lo real a un pequeño número de rasgos característicos. Einsten tenía razón al decir que lo más incomprensible de la naturaleza es que sea comprensible."

Georges Lochak, en Cazenave(1998), pag. 175.

 

--- III. Personajes.

"Los grandes hombres, aun cuando sigan caminos poco frecuentados, serán siempre objeto de curiosidad para la gente ilustrada"

Thomas de Quincey, en "Los últimos días de Emmanuel Kant".

Seguimos un número más de la revista escribiendo sobre nuestro admirado Wittgenstein. Hemos recibido algún comentario favorable así que eso nos provee del suficiente combustible como para seguir nuestra modesta campaña en pro de su conocimiento. Pero eso sí, que nuestras apreciaciones sirvan para incitar a leer su obra; no para reemplazar un trato directo. No nos cansaremos de decir que leer a los comentaristas (sobre todo de los filósofos) es conformarse con una dieta rica en calorías pero muy pobre en proteínas. Algo así como enviciarse con una clase de "fast food" espiritual.

Wittgenstein mantuvo una posición muy crítica sobre sus colegas filósofos e incluso sobre lo que podían opinar de él otras figuras de carácter científico. En sus opiniones, como siempre, no se mordía la lengua: "Me es indiferente que el científico occidental típico me comprenda o me valore, ya que no comprende el espíritu con el que escribo. Nuestra civilización se caracteriza por la palabra "progreso". El progreso es su forma, no una de sus cualidades, el progresar. Es típicamente constructiva. Su actividad estriba en construir un producto cada vez más complicado. Y aun la claridad está al servicio de este fin; no es un fin en sí. Para mí, por el contrario, la claridad, la transparencia, es un fin sí". (40)

La "claridad" y la "transparencia" un fin en si mismo. Claro que ello no debe confundirse con la "facilidad". Sus pensamientos son nítidos y precisos, y por ello claros y transparentes, pero su filosofía no es fácil de escalar. Era consciente que las cosas complejas no se pueden simplificar. Por este camino se obtiene papillas filosóficas para leer en los suplementos dominicales de los grandes periódicos. Su misión, tal como él la veía, consistía en desbrozar el camino, pero: "Lo que el lector también puede, déjaselo a él." (142)

Se trata de encontrar un fundamento realista para cualquier proceso de pensamiento: "No me interesa levantar una construcción, sino tener ante mí, transparentes, las bases de las construcciones posibles." (40)

¿Cuáles son "las bases" de toda construcción mental posible? A primera vista es la lógica. Sin ella no se puede pensar coherentemente. Sin embargo ni siquiera los científicos la aplican siempre en todos los casos. Las creencias y los valores, las emociones y los sentimientos juegan un papel nada despreciable. No siempre el desarrollo de una teoría científica está basada en impecables razonamientos lógicos. La pretensión de Wittgenstein parece desmesurada y fuera de nuestro alcance intelectual (como especie). Esto es un asunto en el que las abstracciones necesitan de ejemplos para cobrar forma visible. En todo caso sí se puede investigar el lenguaje que usamos para entendernos y para simbolizar la realidad. Es fácil cortarse con un instrumento filoso que no tiene un buen mango para cogerlo. La pretensión de Wittgenstein, me parece, no iba tanto por el lado de tener una buena agarradera para coger el lenguaje sino determinar cuantos filos tiene. En realidad el lenguaje más que un instrumento tipo cuchillo se parece a una máquina de cortar el césped dotada de un poderoso motor y una agarradera pequeña e incómoda. Hay muchas probabilidades que en vez de cortar la hierba nos rebanemos una parte cualquiera de las extremidades.

Su mismo preocupación por la verdad (que el lenguaje falsea a cada instante) lo lleva a rechazar los movimientos y partidos filosóficos. Aunque mantuvo amistad con sus líderes se mantuvo distante del Círculo de Viena (aunque algunos manuales de secundario lo colocan como su líder). Wittgenstein no soportaba que un sistema le dictase lo que tenía que pensar; ni siquiera aunque fuera uno creado por él. Todo sistema termina momificandose y generando un nuevo ritual: "Todo lo ritual (casi sumo sacerdotal) debe evitarse estrictamente, porque conduce de modo directo a la corrupción. Desde luego, un beso es también un rito y no corrompe, pero sólo debe permitirse el rito en la medida en que es tan auténtico como un beso". (42)

¿Pueden eludirse los sistemas y los partidos durante mucho tiempo? ¿Existe alguna posibilidad de ser coherente sin depender de la manipulación que ejerce cualquier organización sobre las ideas que pretende defender o investigar? En una época como la que nos toca vivir, donde se demostrado fehacientemente que todo partido, movimiento, o grupo termina mintiendo descaradamente para sobrevivir ¿es posible evitar la tentación del partidismo?

Quizá sea imposible para la mayoría. Tenemos mentalidad de rebaño y nos gustan las playas hormigueantes y las grandes manifestaciones con banderas al viento donde los gritos y los petardos sustituyen al análisis que permite conocer como se entreteje la trama. Esto es válido para la inmensa mayoría. Por suerte la especie produce, de tanto en tanto, esos individuos marginales que sostienen: "El trabajo filosófico -como en muchos aspectos sucede con la arquitectura-consiste, fundamentalmente, en trabajar sobre uno mismo. En la propia comprensión. En la manera de ver las cosas (Y en lo que uno exige de ellas )". (54)

En el fondo no hay nada nuevo ¿cómo podría haberlo si hace, por lo menos 100.000 años que nuestra especie tantea en el mundo su camino incierto? "Mi originalidad (si esta es la palabra correcta) es, según creo, una originalidad de la tierra, no de la semilla.(Quizá no tengo semilla propia ). Se arroja una semilla en mi tierra y crece diferente que en cualquier otro terreno." (84)

La única originalidad puede ser, en nuestra época, despreciarla. Pero si lo analizamos un poco veremos que ni siquiera eso merece el esfuerzo. No se puede evitar ser lo que se es. Intentar ser otra cosa es una muestra de mal gusto (algo que, por supuesto, puede formar parte de nuestro ser). El problema desaparece si reconocemos que es imposible escaparse de nuestra época. La originalidad sólo es una cuestión de delicados matices. Nada que pueda observarse desde lejos.

"Una y otra vez se oye la observación de que la filosofía no hace en realidad ningún progreso, de que nos ocupan todavía los mismos problemas que ocuparon a los griegos. Pero quienes lo dicen no comprenden la razón por la que debe ser así. Esta es que nuestro lenguaje ha permanecido igual a sí mismo nos desvía siempre hacia las mismas preguntas. Mientras exista un verbo "ser" que parezca funcionar como "comer" y "beber"; mientras existan adjetivos como "idéntico", "verdadero", "falso", "posible";mientras hablemos de un flujo temporal y de una expansión del espacio, etc., tropezarán los hombres siempre con las mismas dificultades y mirarán absortos algo que ninguna aclaración parece poder disipar". (52) De aquí deduzco una de las razones por las que se debe frecuentar a W. No se trata de compenetrarse con su filosofía (tarea inútil, por otra parte, a quien no pretenda convertirse en especialista); sino de hacerse sensible a las trampas y peculiaridades de nuestra comunicación. No creo que todos los errores estén originados por el lenguaje... pero aunque provengan de otra fuente, él contribuye por lo menos a hacerlos más duraderos. Un sano escepticismo sobre el alcance de nuestras palabras es una buena medida de higiene mental.

Estar alertas a los errores y trampas de nuestro pensamiento, ser precavidos con nuestras conclusiones, dudar metódicamente de nuestras certezas es el único camino hacia la tolerancia. No se puede practicarla si creemos que el "error" es algo casual en nuestro pensamiento. Una perspectiva crítica debe cultivarse como el único antídoto personal frente a la presión del poder y los intereses creados. Con palabras del filósofo: "Si en la vida estamos rodeados por la muerte, así en la salud del entendimiento por la locura." (95)

Una actitud así no es fácil de tener para quien se creo entre "certezas". Certezas religiosas y políticas. Evidencias palpables de la consistencia de "nuestras ideas". Con esta materia se esculpen los fundamentalismos y las posiciones salvacionistas. ¡Luchad contra el error! parecen decirnos con asombrosa seguridad. Como si éste fuese un demonio que se puede exorcizar para instalar, de una vez por todas, la armonía en el mundo. Una final feliz: se casaron y tuvieron muchos hijos.

"Carlomagno trató inútilmente de aprender a escribir ya mayor: así también alguien puede aspirar inútilmente a aprender un modo de pensar. Nunca le resultará familiar." (138)

Para algunos aceptar la incertidumbre equivale a sentarse sobre agujas. No es posible. Psicológicamente no parece razonable instalarse en una incertidumbre plena. En un "puede ser" y "quizá no sea" constante. En realidad plantear la cuestión de esta manera es reducirla al absurdo. No se trata del escepticismo total, negar el conocimiento, o afirmar la sola existencia de la "nada". Me refiero a otra cosa. A la voluntad de considerar todos los temas "discutibles", y a evaluar en el momento que se requiera las probabilidades de éxito o de verosmimilitud de lo que nos preocupa. Dicho así parece poco... hasta que nos encontramos con un "fundamentalista". Allí descubrimos que "lo poco" marca la diferencia entre la convivencia y la dominación.

Al fin de cuentas es hacer nuestra la siguiente afirmación: "Dormirse en los laureles es tan peligroso como descansar en una excursión por la nieve. Cabeceas y te mueres en el sueño". (83)

A veces el milagro del descubrimiento se produce con una ligera reorganización de nuestros hábitos mentales: "Es increíble -escribe Wittgenstein- lo que ayuda un nuevo cajón en el lugar adecuado de nuestro archivo." (89)

Hay pocos, poquísimos, ejemplos en la filosofía contemporánea de un intento tan denodado como el de Wittgenstein por unir pensamiento y forma de vida. Visto superficialmente es tan extrema su necesidad de "vivir lo que piensa" que parece un personaje trágico, neuróticamente trágico. No es familiar este abandono de la riqueza, la cátedra o las comodidades existenciales para encontrar el ambiente que no obstaculice su investigación. Sirvan estas breves notas y referencias para despertar el apetito por su obra. Entiéndase lo que se entienda con seguridad no será una tarea inútil.

Sobre lo anterior una aclaración. No creo que "comprender" lo que dice un filósofo será la única tarea posible para cualquiera que lea "filosofía". Puede serlo si tiene que afrontar un examen para obtener un certificado; pero no tiene por que ser así si sólo se pretende pensar en un clase de problemas. En este caso la lectura de un filósofo se convierte en un diálogo. No importa tanto "quien dice que" sino "lo que se dice" con motivo de la lectura. Esta segunda posibilidad me parece que es el núcleo de una lectura adulta. No se trata de "recitar" a alguien. Lo importante es descubrir y usar un órgano que apenas utilizamos en la vida diaria: el cerebro.

Para terminar una anécdota que escribe el propio Bertrand Russell, su tutor cuando llegó por primera vez a Inglaterra, cuando apenas conoció a Wittgenstein: "Al final de su primer período de estudio en Cambridge, se me acercó y me dijo: "¿Sería usted tan amable de decirme si soy un completo idiota o no?" Yo le repliqué: "Mi querido compañero de college, no lo sé. ¿Por qué me lo pregunta?

El me dijo: "Porque si soy un completo idiota me haré ingeniero aeronáutico; pero, si no lo soy, me haré filósofo". Le dije que me escribiera algo durante las vacaciones sobre algún tema filosófico y que entonces le diría si era un completo idiota o no.

Al comienzo del siguiente período lectivo me trajo el cumplimiento de esta sugerencia. Después de leer sólo una frase, le dije: "No. Usted no debe hacerse ingeniero aeronáutico"."

Carlos Salinas Sep'96

Nota: los números entre paréntesis corresponden a la traducción en español (que a su vez es traducción del inglés) de Vermischte Bemerkungen: L.Wittgenstein, Aforismos Cultura y Valor, Espasa Calpe, Colec. Austral, Madrid, 1995.

La anécdota final corresponde a: B. Rusell, Portraits from Memory, Allen and Unwin, 1957. (Versión española: M. Suarez, Retratos de memoria y otros ensayos, Aguilar, Bs .As., 1960). Tambien ver a Antohny Kenny, Wittgenstein, Alianza Universidad, Madrid, 1995

(Comentario: "Sobre Ludwig Wittgenstein" fue publicado en "Casi Nada 7", en 1996. Se transcribe aquí porque en la lista no todos tienen acceso a Internet; y por el interés que ha suscitado la figura del filósofo en algunos integrantes del foro)

 

--- IV. Notas.

*Lakoff(1980). George Lakoff y Mark Johnson. "Metáforas de la vida cotidiana". Cátedra. Colección Teorema Madrid, 1998 pp.286 Tit.Orig.: Metaphors We Live By Trad. C. González Marín.

*Lochak(1998) ¿Por qué son Eficaces las matemáticas" en Cazenave(1998), pag 175 a 182.Michel Cazenave, Director."Diccionario de la ignorancia". Seix Barral.Manuales de la Cultura.Barcelona, abril 2000.pp. 268.

*Magazine "Casi Nada"

Carlos Salinas 6-octubre-2000 Barcelona, España.

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