Brenan compara los dos primeros años de la República (1931-1933) con la trayectoria de la Sociedad de Naciones. Como ella fue un intento de crear un régimen de unión, justicia y honradez en una situación de desunión, injustica y violencia. Pero la misma situación en que se desenvolvía llevó a la IIª República a cometer actos de injusticia y violencia que no pudo prevenir a tiempo. Igual que la Sociedad de Naciones se vió obligada a simular un prestigio del que carecía y a apoyarse en fuerzas políticas minoritarias mientras era atacada simultáneamente por la derecha y la izquierda. Al derecha se conspiraba y saboteaba con el fín de destruírla; a la izquierda se la veía sólo como una breve etapa hacia la conquista del poder político por parte del proletariado español, a imágen y semejanza de la revolución de octubre bolchevique.
Por ejemplo, los anarcosindicalistas presionaron contínuamente con una serie de huelgas y sublevaciones en distintos lugares sin importar que éstas o aquellas estuviesen condenadas al fracaso. Pensaban, con cierta razón, que lo importante no era un triunfo inmediato de las reivindicaciones (por otra parte a veces deliberadamente imposibles) sino el crear una "conciencia revolucionaria" que llevase a un levantamiento popular general. Practicaron repetidamente el hostigamiento a la Guardia de Asalto republicana, creando una guerra de guerrillas con ésta (atacándola desde ventanas o esquinas) con el fin de llevarlas a un estado tal de nerviosismo que las llevara a exagerar brutalmente su represión. Y lo lograron la mayor parte de las veces. Los socialistas de la UGT y de Largo Caballero, considerado y aplaudido como el "Lenin español" orquestaron un apoyo provisional y frágil que a la vez que apoyaban el poder republicano simultáneamente lo contradecían en huelgas y manifestaciones pidiéndo todo el poder para los obreros y los campesinos.
Como bien dice Brenan, "La República española puede ser comparada con la Sociedad de Naciones".
No hay comentarios:
Publicar un comentario