NOTICIAS DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA
Vol. I, No. 142
Miércoles, 16 de Abril de 2003
NUEVA TECNICA PARA MOSTRAR LOS GENES DE UN ANIMAL: Científicos del
Dana-Farber Cancer Institute han utilizado una poderosa metodología para
mostrarnos la más clara imagen hasta la fecha de todos los genes de un
animal, en este caso del gusano microscópico llamado Caenorhabditis
elegans. La misma técnica podría utilizarse con el genoma humano.
El estudio tenía como objetivo localizar e identificar de forma precisa
todos los genes, aproximadamente 19.000, que se ha predicho deben existir
en el genoma del C. elegans.
Hace un par de años se declaró como finalizado el primer borrador del
genoma humano, un enorme paso adelante para averiguar cómo funcionan
nuestras células. Pero lo cierto es que la imagen de esta “lista de piezas”
se nos muestra un tanto borrosa. Se han usado programas de ordenador para
predecir la posición y estructura de los genes. Sin embargo, aún no sabemos
dónde empiezan y acaban la mayoría de ellos, existiendo literalmente miles
de huecos en nuestra imagen de cómo se hallan dispuestos los elementos que
forman los genes. Ante esta situación, decir que el genoma humano posee
30.000 genes sólo puede considerarse una estimación muy aproximada.
Tener una visión mucho más clara del genoma es crucial para conseguir
futuros avances en la lucha contra el cáncer y otras enfermedades. Uno de
los objetivos de la investigación del cáncer, por ejemplo, es descubrir el
grupo completo de proteínas que se hallan implicadas, directa o
indirectamente. Pero para saber lo que hacen y cómo lo hacen, es necesario
generar muestras puras de estas proteínas. Y dado que los genes contienen
las instrucciones para producir proteínas, es vital conocer exactamente qué
dicen, dónde están y cómo obtenerlas.
El actual mapa del genoma humano nos proporciona una visión incompleta de
la organización interna de los genes. De los 30.000 genes mencionados, sólo
se han definido bien unos 5.000. Las estructuras de otros 25.000 deben ser
aún confirmadas, y quizá existen genes no descubiertos en largas secciones
de cromosomas que siguen siendo “terra incógnita”.
Marc Vidal, uno de los científicos del Dana-Farber Cancer Institute que
participan en las investigaciones, y sus colegas, han desarrollado una
técnica propia que ha comprobado la fiabilidad del mapa del C. elegans. Se
examinaron con ella los 19.000 genes pronosticados, y se vio que en un 56
por ciento de los casos no coincidían completamente con los genes reales
aislados en su estudio.
Si en el C. elegans, cuyo genoma es más conocido que el humano, serán
necesarias muchas correcciones, podemos imaginar el trabajo que nos queda
aún por hacer para entender nuestro propio mapa genético.
Información adicional en:
http://www.dfci.harvard.edu/abo/news/press/040703.asp
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