Date: Sat, 10 Mar 2001 19:37:50 +0100
De 'La estrella digital', hoy:
Amando de Miguel, sociólogo y escritor, habla en 'La vida cotidiana de los españoles del s.XX' sobre la transformación social que ha sufrido España durante el siglo pasado.
INMA BRAVO/ Madrid
A lo largo del s. XX los españoles han evolucionado de tal manera que han superado lacras como la intolerancia y la violencia, esta sería una de las características que más nos diferencian con nuestros abuelos, según cuenta Amando de Miguel en su último libro 'La vida cotidiana de los españoles del s. XX'. El sociólogo destaca que vivir en el siglo pasado ha sido como "vivir muchas Españas". Se pasó de una sociedad rural-tradicional a una moderna y rica. Se dejó atrás el hambre de siglos y la falta de higiene. Y se han conservado defectos como la envida y las apariencias, y virtudes como la amistad. La mujer y la familia, junto con la buena marcha de la economía, han ayudado a que se produzca esta gran transformación. De Miguel destaca que la Guerra Civil "marcó un gran corte que influyó en la vida para mal y para bien".
Estrella Digital: ¿Es cierto que vivir en el s. XX ha sido como vivir dos veces?
Amando de Miguel: Yo creo que sí, yo he sido testigo de varios mundos muy distintos. He visto un mundo rural y rural-urbano de cierta penuria. La primera vez que hablé por teléfono, ya se había inventado, tendría como 15 años. Y la primera vez que conduje un automóvil, ya tenía veintitantos años. Fuimos descubriendo las innovaciones que se producían en el mundo, muy lentamente, no como ahora, que parece que todos los elementos ya forman parte del paisaje.
ED: ¿Cuáles son los factores que más han influido en esta transformación?
AM: El principal fue el económico que transformó la vida rural tradicional en una vida urbana, compleja, cosmopolita. El aumento de la productividad consiguió estos cambios. Pero no lo explica todo, porque todos los países evolucionan y hay países que tienen la misma renta per cápita que España pero no han sufrido esta transformación. Un ejemplo sería Irlanda, que tiene la misma renta que España y comparte características como la religión católica, también tiene una tradición de sociedad agraria muy estanca y que ha sido un país de emigrantes, al igual que nuestro país. Pero esto no quiere decir que el comportamiento de la sociedad sea el mismo, porque hay muchos aspectos distintos en un lugar y otro como son el ritmo del tiempo, la participación de la mujer, entre otras.
ED: ¿Cuál fue la época que más cambió al español del s. XX: la guerra o la posguerra?
AM: La Guerra Civil fue el gran corte que influyó en la vida española para mal y para bien. Lo cambió casi todo, en los hábitos cotidianos se pasó de algo tan simple como ser un país donde no existían los relojes de pulsera a ser un lugar donde todos llevan un reloj en la muñeca. Otras de las cosas que cambiaron fue la propiedad, antes de la guerra, nadie tenía una casa propia, sólo los ricos eran propietarios y casi todo el mundo vivía en casas alquiladas. A finales de siglo, más del 80% de los españoles tenía una casa propia.
ED: ¿Los españoles de principio del s. XXI tenemos algo en común con nuestros abuelos de principios del s.XX?
AM: Si, tenemos muchas cosas en común. Por ejemplo la importancia de los amigos, que es fundamental en la vida española. Algunas veces tiene más influencia que la familia. Siempre puede haber alguien que diga que los amigos son iguales en todas partes, pero esa fidelidad extraña que se tiene en España, es distinta. Lo revelan cuestiones como la frase "amigos de verdad hay pocos", en el número que tiene que ser limitado. Esto ya era así en tiempos de nuestros abuelos y no ha cambiado. La envidia, no ha cambiado nada, seguimos siendo una nación de envidiosos. Si a alguien le toca la lotería, lo mejor que puede hacer es no decir nada porque seguro que genera muchas envidias. Lo mejor es contar tus penas para que te tengan lástima.
ED: ¿Qué importancia tiene hoy en día la apariencia?
AM: Esta es una característica que ha cambiado poco, todavía hoy, los españoles salen al extranjero y se les distinguen porque siempre llevan los zapatos muy limpios, relucientes. Esto es una herencia del s. XIX, es una distinción de clases, sólo los que iban a caballo, los caballeros, llevaban los zapatos limpios porque no se manchaban con el barro de las calles. Y por eso el afán de los "señoritos de medio pelo" era llevar los zapatos relucientes. En la actualidad, la gente va mejor vestida de lo que le corresponde para su clase social, la estadística nos dice que gastamos más en zapatos y en ropa de lo que nos corresponde por nuestro nivel de ingresos. Otra cuestión que demuestra este afán por aparentar, es la forma de hablar, la teatralidad, los españoles cuando hablan parece que están en un escenario, declamando. Este es el motivo por el que manejamos tanto los gestos, mentimos mucho, pero piadosamente.
ED: ¿Qué defectos hemos superado?
AM: Hemos superado la intolerancia, antes de la guerra era impensable que una panda de amigos o conocidos, se reunieran a cenar y que cada uno fuera de un partido político, esto era inconcebible. Ahora estamos en el extremo contrario, porque cualquier novedad excéntrica, nos parece sensacional, por muy descabellada que sea. Hemos pasado de una sociedad intolerante que no aceptaba otra forma de pensar que no fuera la de uno mismo, a otra permisiva hasta el máximo. También hemos dejado a un lado la violencia, aunque todavía queda el terrorismo.
ED: ¿ Cuál ha sido el papel de la mujer en esta transformación?
AM: La mujer ha tenido un papel central, ha sido la que más ha cambiado, para bien y para mal. Para bien, porque las madres españolas están dispuestas ha cambiar su vida por el bienestar de la familia. Para mal, porque sufren más estrés y padecen todas las dolencias de malestar físico. A pesar de esto, las españolas viven más tiempo que sus compañeros, porque han aprendido a cuidarse más. Esta preocupación por el bienestar beneficia al resto de la familia.
ED:¿ Cómo ha actuado la familia española en esta transformación?
AM: La familia española es central en la vida del país. Además se ocupa de atender a los más necesitado como los enfermos y ancianos. También es un colchón para los parados, esta cuestión es una de las paradojas de la sociedad española, no se entiende como con un Estado con un alto nivel de desempleo no ha tenido problemas y la explicación es que la familia y las madres han sido las que han amortiguado la falta de trabajo.
ED: ¿Cuáles son las lacras que hemos dejado atrás?
AM: Hemos superado el hambre de siglos. España era una nación que nunca había cenado razonablemente y ahora nos sobran calorías por todos lados. Este fenómeno se ha producido en sólo dos generaciones. También hemos pasado de ser el país más cochino del mundo, a ser el más limpio. Lo de ducharse todos los días es normal aquí, pero en otros países europeos como por ejemplo Gran Bretaña, no es costumbre. Allí la gente se ducha una vez por semana.
ED: ¿Cómo cree que influirá Internet en la vida cotidiana de los españoles?
AM: En principio, multiplica las posibilidades de relacionarnos y eso para personas que están siempre representando y declamando, es fenomenal. Lo de comprar, parece que no cuaja tanto, porque no nos fiamos mucho. Pero para la faceta comunicativa creo que vendrá muy bien, que pasará como con los móviles, que en un par de años el número se ha multiplicado y ya casi hay uno por adulto, más de 20 millones.
ED: ¿No le parecía demasiado trabajo resumir en un libro cien años de la vida cotidiana de los españoles?
AM: Es difícil y quedan fuera del libro multitud de aspectos, pero no todo se puede estudiar al mismo tiempo y hay que cortar por algún lado y ahí reside el arte y la ciencia. He elegido algunos aspectos de la vida cotidiana, otros han quedado fuera. Me han ayudado a realizar este libro muchas de la investigaciones que había hecho anteriormente. También hay mucho de mis vivencias personales. Porque yo ya tengo sesenta y tantos años y he vivido muchas "españas". Recuerdo cuando vivía en la España rural, donde se vivía sin luz eléctrica, sin radio, televisión o agua corriente.
ED: ¿Cómo será el español del s. XXI?
AM: Van a ser muy diferentes, han nacido en un país rico, con inmigrantes, un país tolerante y permisivo. No sé si vamos a participar de la misma cultura, será como otra raza. El cambio será grande, porque muy pocos países han pasado en una sola generación de ser un país tradicional a uno desarrollado. Esta situación no se ha dado ni en Japón, porque a pesar de su desarrollo, en 1900 ya no tenía analfabetos, mientras que en España había un 60%.
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