NOTICIAS DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA
Vol. I, No. 143
Miércoles, 23 de Abril de 2003
MECANISMOS PRINCIPALES INVOLUCRADOS EN LA RESPUESTA INMUNE: Unos científicos del Instituto Médico Howard Hughes y sus colegas han
desentrañado algunos de los misterios principales de los mecanismos
genéticos que le brindan al sistema inmune la capacidad para salvar vidas
mediante la generación de anticuerpos especializados.
Si no existiera un ajuste genético preciso, los anticuerpos no podrían
encontrar con eficacia una pareja adecuada en la superficie de virus, de
parásitos y de otros patógenos extraños potencialmente peligrosos. Los
resultados también revelan el funcionamiento de un proceso de mutación
génica que puede fallar, llevando al desarrollo de ciertas formas de cáncer
o de reacciones alérgicas.
El investigador del HHMI Frederick W. Alt, del Hospital de Niños de Boston
y de la Facultad de Medicina de Harvard, dirigió los estudios. Los
resultados de su equipo explican el mecanismo genético por el cual una
inmunoglobulina, o anticuerpo, que de otra manera sería una molécula
genérica, adquiere los componentes genéticos que codifican para las
características estructurales que son necesarias para activar las vías
apropiadas que se utilizan para eliminar tipos específicos de invasores o
antígenos. Entonces, la clase apropiada de inmunoglobulina puede marcar las
células invasoras para que sean eliminadas por otras células del sistema
inmune.
Los resultados de los investigadores se han publicado en dos artículos de
las ediciones electrónicas del 7 de abril y del 9 de abril de 2003 de
Nature Immunology y Nature, respectivamente. Entre los miembros del equipo
de investigación de Alt se encuentran tres actuales o previos
investigadores asociados del HHMI, Jayanta Chaudhuri, Reiko Shinkura y Ming
Tian.
Los estudios se centran en la forma en la que las células linfocitarias B,
una de las clases principales de células que se utilizan en la respuesta
inmune, ensamblan los genes que codifican para clases específicas de
inmunoglobulina en su superficie. A diferencia de otros genes que conservan
su integridad durante cada división celular, segmentos múltiples de los
genes para inmunoglobulinas provenientes de distintas partes del cromosoma
se mezclan numerosas veces para proporcionar un repertorio diverso de
anticuerpos funcionales. Posteriormente, una segunda forma de intercambio
génico crea distintas clases especializadas de anticuerpos.
Una parte de los segmentos cromosómicos de genes que codifican para
inmunoglobulinas puede variar enormemente y proporcionar el reconocimiento
específico de entidades extrañas, mientras que la otra parte sigue siendo
relativamente constante, pero puede cambiar de formas específicas para
proporcionar la especialización de los anticuerpos. Los artículos de Alt
tratan dos controversias ardientemente cuestionadas sobre el proceso de
especialización de las inmunoglobulinas. La primera es sobre la forma en la
que la enzima citidina deaminasa inducida por activación (AID, por sus
siglas en inglés), que es sintetizada por las células B, actúa sobre una
región especializada del ADN de inmunoglobulinas, conocida como región
constante, para iniciar el proceso de especialización de los anticuerpos.
La segunda es sobre por qué la enzima actúa sólo en esas secuencias
particulares del ADN y no en otras ubicadas en distintos lugares del genoma.
Para el artículo de Nature Immunology, Alt y sus colegas estudiaron ratones
para describir las estructuras genéticas específicas y las alteraciones
necesarias para que ocurra el intercambio génico de regiones. El artículo
publicado en Nature mostró los resultados del estudio realizado por el
equipo de Alt sobre los efectos de AID purificada sobre secuencias
genéticas (ADN) de prueba.
Para que surjan las propiedades de los anticuerpos especializados en las
inmunoglobulinas, los genes que codifican para los anticuerpos deben sufrir
un proceso de refinación conocido como recombinación del interruptor de
clase (CSR, por sus siglas en inglés). La CSR consiste en una mezcla muy
específica de genes en los cuales una porción del ADN de inmunoglobulinas
se intercambia por una clase especializada. El laboratorio de Alt había
demostrado previamente que para activar la diferenciación de
inmunoglobulinas a través de CSR, se requiere de un proceso genético de
transcripción dentro de una región altamente localizada. Sin embargo, se
sabía poco sobre la maquinaria real de CSR o la función que tenía AID en la
iniciación del proceso.
Durante su trabajo con ratones con mutaciones genéticas específicas, el
grupo de Alt se centró en la secuencia de ADN involucrada en la CSR. Cuando
se activa una célula B mediante un antígeno, los segmentos de doble cadena
de ADN específicos de la inmunoglobulina se desprenden y se desenrollan
siguiendo un patrón muy controlado conocido como lazo R. Una porción de la
cadena se transcribe a ARN mientras que la otra única hebra de ADN no se
transcribe. El equipo de Alt demostró que la transcripción que lleva al
lazo R o a otras estructuras del ADN de un orden más alto que contienen
regiones de una sola cadena de DNA es importante para generar el substrato
primario que se necesita para que ocurra la CSR.
Entonces, el equipo de Alt demostró, mediante la utilización de la proteína
AID, que AID en realidad modifica al ADN y que también actúa
preferentemente sobre el segmento de una cadena de ADN. También demostraron
que AID no puede actuar en segmentos de doble cadena a menos que se
transcriban. AID cataliza reacciones en el ADN de una sola cadena de forma
tal que lo muta originando una forma especializada que entonces se puede
procesar mediante los componentes celulares normales para terminar el
proceso de la CSR.
El estudio demuestra por qué la recombinación génica ocurre dentro de un
segmento tan limitado del gen. También prueba que AID puede funcionar
asociándose a una región específica de ADN para iniciar el proceso de CSR,
que da por resultado la especialización de la molécula de inmunoglobulina
en una determinada clase de anticuerpo.
A pesar de que esto explica uno de los mecanismos fundamentales subyacentes
de la respuesta inmune, también genera nuevas formas para comprender las
dislocaciones genéticas que podrían iniciar algunas formas de cáncer. “La
enzima AID puede ser extremadamente peligrosa”, dice Alt. “Podría mutar o
recombinar a cualquier gen”. Si lo hiciera, podría contribuir a la
inestabilidad genómica que lleva al cáncer. Se sabe que la inestabilidad de
la región del interruptor de inmunoglobulina está involucrada en algunas
formas de linfomas. El laboratorio de Alt está estudiando a AID en ratones
de laboratorio para ver la forma en la que, cuando falla, puede iniciar un
intercambio génico que lleva al cáncer.
La comprensión del mecanismo de respuesta inmune podría también llevar a
una nueva comprensión de las reacciones alérgicas. Las alergias resultan de
la superproducción de inmunoglobulina E, que causa una respuesta excesiva
del sistema inmune a antígenos relativamente benignos. La regulación de CSR
podría dar lugar a formas novedosas para tratar las alergias. (HHMI)
Información adicional en:
http://www.hhmi.org/news/alt4-esp.html
http://www.hhmi.org/research/investigators/alt.html
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