En estas páginas, desde la 134 a la 143, describe el último período de la Segunda República en plena Guerra Civil.. Las ideas de Azaña, la política de Negrín y las dificultades que se encontraron en el exterior. No era un plan descabellado el de Azaña ni la política de Negrín suicida; pero no contaron con el localismo miope británico ni la flaqueza francesa para tener una política independiente de los ingleses.
por otro lado, en el frente interior, la errónea política de los anarquistas de la CNT y la FAI (que consideraba igual el triunfo de Franco al de Negrín), más el cansancio extremo de la población que sólo veía derrotas, carestía y desunión, contribuyó al desastre final. En vez de una derrota que permitiese huir al máximo de combatientes, la mayoría cayó en manos fascistas esperando que las cosas no empeorasen aún más. Toda una ingenuidad como luego se demostró.