miércoles, 17 de noviembre de 2010

Para una historia de la estilográfica

El celuloide en las estilográficas
Un foro interesante (grafopasion) que trae aquí un "hilo" muy instructivo.

Ayudar a los que no tienen

  He encontrado en la misma libreta, del 82, otra interesante reflexión de Gandhi, esta vez con la mención explícita de la fuente (es probable, pero no seguro, que la cita anteriormente publicada, también pertenezca al mismo libro).


  Aquí Mahatma Gandhi hace una crítica muy severa de la costumbre de "dar" a los pobres, sin ninguna contrapartida. Algo que nos recuerda, por elevación, a las políticas de los Estados, que recibe el nombre de "solidaridad" y que también consiste en ofrecer una ayuda que, por otra parte (a juzgar por los resultados), es muy improbable que provoque los efectos deseados.

   "Mi ahimsa no me permite dar comida a un hombre sano que no ha trabajado honradamente para ganar esa comida.
   Si pudiese, prohibiría los sadavratas [1] en los que se reparte comida gratis.
   Esta costumbre ha ido degenerando a nuestro pueblo y le ha empujado hacia la pereza, la ociosidad, la hipocresía e incluso el crimen."
   Un holgazán fornido no merece que se le de limosna; merece que se le anime a trabajar para que se gane el pan."

C.J.Hebert, "Lo que verdaderamente dijo Gandhi". Editorial Aguilar, p. 191

[1] obras de caridad que distribuyen todos los días comida a los pobres

Leer... con criterio

Una cita de Gandhi que encuentro en una de mis libretas manuscritas (en abril de 1982). Lamentablemente figura la página (264), pero no el libro. Quizá creía, por esa época, que esos libros uno nunca se olvidaría el nombre, lo que la experiencia ha demostrado como falso. No obstante, la cita vale en si mismo, independientemente de quién la pronuncie:
  "Quienes escriben siempre presentan un aspecto de la cuestión, pero resulta que cada caso puede verse desde muchos puntos de vista, todos los cuales son probablemente correctos en si mismos, pero no correctos al mismo tiempo y en las mismas circunstancias.
  Así, muchos libros se escriben para ganar adeptos, nombre y fama. Por lo tanto, conviene leer con discernimiento y seguir el consejo de alguna persona enterada antes de intentar cualquiera de las experiencias expuestas en este tipo de libros. O bien leer con paciencia, digerir debidamente lo que se dice y sólo entonces poner en práctica lo que recomienda el autor."

domingo, 18 de julio de 2010

Zaid. Los demasiados libros

Gabriel Zaid nació en Monterrey, México, en 1934; y es un prestigioso escritor. En este librito, editado por Anagrama en 1996, que conservo en mi biblioteca (y que a esta altura es inhallable en las librerías) trata del fenómeno consistente en tener a nuestra disposición una inmensa cantidad de libros que jamás, nadie, podrá leer completamente. En una conversación "lector a lector" va desgranando las cuestiones principales que a esta clase de adicto le interesan. Estas páginas desglosan las dificultades con que se encuentra cualquiera que quiera, realmente, "leer" un libro.

jueves, 18 de marzo de 2010

Josefina Carabias y Azaña


El último capítulo del libro "Los que le llamabamos Don Manuel", evocación de Manuel Azaña, el presidente de la Segunda República, hecha desde el cariño de una mujer que fue una gran periodista española. En este capítulo con el que termina su libro, escrito a finales de la década de los 70, poco antes de su muerte, se imagina una visita de Azaña a los nuevos tiempos, luego de la muerte de Franco.

Nota: para saber más de este libro ver en "Anotando Libros"

lunes, 15 de febrero de 2010

Azaña en abril de 1931. II

Santos Juliá, amplía la información de Miguel Maura (ver la entrada anterior), pero no aparece en ésta obra ninguna señal de debilidad, en el carácter, del nuevo Ministro de Guerra.
Cómo se ve es siempre sugerente consultar diferentes libros sobre los mismos episodios históricos.

Azaña en abril de 1931. I

Miguel Maura describe así como fue a buscar a Manuel Azaña en su refugio para comunicarle que había caído la monarquía de Alfonso XIII.