miércoles, 31 de diciembre de 2008
Josep del Hoyo. Aves
jueves, 16 de octubre de 2008
Extremofilos
martes, 14 de octubre de 2008
La inteligencia de los hombres y las mujeres. 3 (final)
Metanálisis.
El meta análisis, como su nombre indica, consiste en un “análisis de análisis”. Es una técnica estadística que utiliza estudios independientes y los analiza como si fueran uno sólo. Así se agrupan estudios distintos, aumentando el número de investigados, y su variedad, manteniendo sus propiedades estadísticas, lo cual, obviamente favorece el valor conjunto de los estudios y reduce los costes al aprovecharlos mejor.
El meta anaálisis se usa en epidemiología y en sociología y también en los estudios que nos interesan. Al sumar muchos estudios aislados, con pocos sujetos, facilitan encontrar diferencias significativas entre hombres y mujeres en las capacidades analizadas.
Estos estudios más sofisticados permiten obtener dos indicadores, d y w2 [w cuadrado] que reflejan la significación estadística de las diferencias observadas.
El indicador “d” muestra la magnitud de las diferencias en unidades de desviación estándar. El “w2” informa de la importancia de las variables analizadas por la variabilidad del fenómeno estudiado.
Entre los resultados obtenidos se encuentra que la “capacidad verbal” no tiene el predominio femenino que se pensaba: “no hay diferencias de sexo en capacidad verbal, al menos en este momento, en la cultura americana, en la forma estándar en que se ha medido la capacidad verbal…” (pág. 73 escaneada –inteligencia 11-).
En lo que respecta a la capacidad matemática, considerada como mayor en los hombres, los estudios tampoco encontraron diferencias significativas, excepto en los problemas geométricos, así que las diferencias anteriormente señaladas se explican por “…el sistema de creencias internalizadas sobre las matemáticas, factores externos tales como la discriminación sexual en educación y empleo (…) y el curriculum matemático preuniversitario” (ibidem).
En el caso de la capacidad viso espacial, se mantiene la diferencia a favor de los hombres, pero en todo caso es menor que lo detectado en análisis sin el uso de esta técnica estadística.
Hay que tener en cuenta que estos meta análisis se han hecho sobre pruebas de acceso a la universidad en USA y por lo tanto incluyen un sector medio alto en capacidades intelectuales, además de corresponder a individuos de una misma edad y probablemente de un estrato social similar.
La baremación de los tests de inteligencia es un proceso complejo que debe ser actualizado periódicamente para mantener su validez. En estos estudios (Feingold 1988, EEUU, y Colom et al, 1997, España) se observa que las diferencias en las capacidades cognitivas en ambos sexos han decrecido sensiblemente. También en otro estudio, en Alemania (Stumpf y Klieme, 1989) se observó que las diferencias de sexo en las capacidades viso espaciales habían disminuido desde un valor d=0,67 hasta d=0,40 en sólo 10 años (pág. 77 –inteligencia 15- ).
En general todo apunta que las tradicionales diferencias, en lo que respecta a inteligencia masculina y femenina, sólo eran imputables a las condiciones diferenciales en el desarrollo psico social del hombre y la mujer, históricamente hablando. No obstante estos datos de convergencia en los tests de capacidades intelectuales, sobrevive una importante diferencia de sexo en el rendimiento académico (a favor de las mujeres). Habrá que esperar nuevas investigaciones que aborden esta cuestión en el futuro.
La inteligencia de los hombres y las mujeres. 2
Puntuaciones en los tests
Las primeras pruebas de rendimiento cognitivo y los primeros tests de inteligencia, administrados entre los años 1920 y 1930, indicaban que existían diferencias de sexo poco importantes. Para compensar los especialistas suprimieron aquellas preguntas donde la variación era importante y la mayoría de los tests actuales siguen ese criterio, aunque algunos mantienen baremos separados para una correcta evaluación de éstas capacidades.
Existen muchísimos estudios sobre estas diferencias sobre todo a partir de los 60. También se ha analizado el rendimiento académico diferencial para mejorar los sistemas educativos. En 1974 E. Maccoby y C. Jacklin escribieron una obra considerada clásica, The psychology of sex differences. Las autores revisaron más de 1600 estudios calculando las diferencias que ellos reflejaban. De esta investigación concluyeron que las mujeres eran mejores en capacidad verbal, mientras que los hombres las superaban en matemáticas y orientación espacial. También indicaron que tales diferencias estaban muy influidas por la edad de los sujetos estudiados (en la primera las niñas superaban a los niños en matemáticas, y en los niveles superiores se producía una situación inversa). En cambio en inteligencia general se observa una gran convergencia que justificaba el juicio de la no existencia de diferencias significativas medidas por sexo.
No obstante la magnitud de esa insignificante diferencia no es igual en todos los tests realizados.
En los estudios de Richard Lynn (1994) se obtiene una diferencia de 1,7 puntos de CI entre ambos sexos. Esta variabilidad puede deberse a características específicas de la muestra y por lo tanto la mayoría de los investigadores no las ha tomado en cuenta.
La Tabla 2 (ver la pág. 64 escaneada –inteligencia 7- ) constatan la ventaja femenina en aptitudes verbales, memoria, velocidad perceptiva y fluidez. Por el contrario los hombres mejoran en aptitudes numéricas, capacidad de completar figuras, orientación espacial y visualización. Algo que ya se había establecido en el trabajo de Maccoby y Jacklin.
¿En que consisten esas capacidades verbales? Tal como lo indica su nombre en el uso eficaz de información volcada en palabras, y de su uso en la vida cotidiana. No obstante en este tema no en todas las pruebas son más exitosas las mujeres, hay algunas en que obtienen puntuaciones por debajo, como es el caso de “vocabulario” o “analogías verbales”.
Cuando se habla de capacidades numéricas los tests se refieren al uso y manejo de los números en todas sus posibilidades. En este caso predominan las niñas en la primera, pero los hombres, a partir de los 13 años, toman la delantera.
La capacidad espacial, o viso espacial, se refiere a la manipulación de objetos de representaciones mentales de objetos y figuras, como, por ej., buscar una calle, aparcar el coche o reorganizar las maletas en el baúl del coche. En este caso todos los estudios coinciden en que es la aptitud más consistente que aparece en todos los estudios no importa la edad de los investigados. Los hombres obtienen mayor puntuación.
Es, llegado este punto, necesario aclarar que las diferencias que se dan en los grupos de puntuaciones no permiten predecir similares diferencias en dos individuos al azar de los mismos. Hay que distinguir entre ellas. En dos individuos concretos las puntuaciones pueden divergir considerablemente de las medias grupales.
En los estudios escolares en España, 1990, incluyendo educación primaria, secundaria y pruebas de acceso a
En general todos estos estudios muestran una constante en las puntuaciones alcanzadas por los dos grupos en los últimos 30 años. Las mujeres rindan más en los estudios debido a sus mayores habilidades lectoras y de escritura, a los que hay que sumar algunas características de la personalidad femenina, como una mayor persistencia, cuidado y esfuerzo que los hombres. Los tests de formato múltiple, en cambio, favorecen más a los hombres. No obstante esas ventajas masculinas no son suficientes para los estudios formales y así lo observan, en general, el personal docente.
La inteligencia de los hombres y las mujeres. 1
¿Están desapareciendo las diferencias entre hombres y mujeres?
Según algunos estudios recientes (año 1998) las diferencias en ciertas capacidades cognitivas entre hombres y mujeres han ido reduciéndose. De ser así, estas diferencias no serían genéticas, sino atribuibles a una diferente situación social y cultural de cada sexo. De todos modos las diferencias que, hasta ahora, se perciben no deben utilizarse para justificar alguna clase de discriminación entre ambos sexos ya que ser diferente, en algo, es propio de cada ser humano, y ello enriquece las posibilidades de la especie con una variedad de respuestas posibles a cada situación problemática existente.
La cuestión del “valor” de las diferencias tiene varias respuestas posibles en relación a como cada sociedad, y época, las valorice. Si en el auge del romanticismo el valor de los sentimientos es alto y se descubre un mejor desempeño en esta variable en las mujeres, obviamente esto repercutirá en su jerarquía social. Pero, en todo caso, no debe olvidarse que la diferentes capacidades cognitivas son en si mismo un hecho neutro, que en el desarrollo de la especie ha cumplido, probablemente, un valor añadido de supervivencia.
Por lo tanto descubrir “diferencias”, algo que el pensamiento “políticamente correcto” ve con muy malos ojos, ya que considera que cualquier diferencia es peligrosa para los derechos humanos, no implica valorar la capacidad mental in totum de los diferentes individuos estudiados. Algo que, lamentablemente, en otras épocas no fue considerado así, dando lugar a estudios sesgados donde siempre aparecía la mujer con una clara inferioridad intelectual respecto al hombre.
Ambas posiciones, la sesgada ideológicamente y la pretendidamente más neutra de lo “políticamente correcto” han pasado por alto importantes hechos que, sin ir más lejos, no fueron inadvertidos en las escuelas, donde muchas veces se observó un rendimiento diferente, en distintas materias, entre niños y niñas.
Buscando una descripción científica de los desempeños diferenciales el objetivo de este trabajo, publicado en Mundo Científico nº 196, de diciembre de 1998, consiste en “describir las diferencias entre hombres y mujeres en las capacidades y aptitudes intelectuales y constatar si éstas diferencias han desaparecido o persisten.” (ibid. pág. 64). El supuesto principal del cual parten los investigadores es que las diferencias que puedan encontrarse en los distintos estudios no significan ni superioridad ni su contrario, tal como se explicó más arriba. Por otra parte se define operativamente a la inteligencia como la “potencialidad global del sistema cognitivo” que resulta medido en los diferentes ítems que se despliegan en estos estudios.
La definición de inteligencia ha sido siempre un tema controvertido. No hay una definición única e incluso hay autores que niegan que esta palabra tenga un referente empírico relevante. Esta última posición parece algo extrema ya que se ha demostrado por activa y por pasiva que eliminarla del vocabulario psicológico no significa que pierda interés esa clase de conducta que para algunos consiste en “la capacidad de resolver problemas” y para otros “la capacidad de adaptarse exitosamente al medio” tomando ventajas razonables donde otros no las encuentran.
En cualquier caso la capacidad de que se habla implica una variedad de conductas con un factor común que se ha llamado “factor g”. La definición de 1924 de Charles Spearman sigue siendo considerada válida para los autores de esta investigación: inteligencia “capacidad para generar nueva información o conocimiento a partir de las información conocida y disponible por el individuo”.
También es necesario distinguir entre “rendimiento” e “inteligencia”. En el primer caso se trata de cómo una persona aplica sus capacidades para resolver un problema o tomar una decisión, lo cual supone variables no cognitivas como la motivación o interés, expectativas, personalidad e historia del individuo, emociones, además de sus capacidades intelectuales. En el segundo caso se habla de una aptitud o capacidad, pero no como se ejecuta en un momento dado.
Lo anterior lleva a la cuestión de la medición del rendimiento y de la inteligencia. La medición del rendimiento se basa en pruebas, o exámenes, donde se obtiene una calificación cuantitativa del resultado obtenido. En cambio medir una capacidad supone medir una potencialidad para alcanzar un nivel de rendimiento o ejecución, y es lo que hacen los psicólogos al diseñar los tests de aptitudes.
Resumiendo, para medir el rendimiento lo más habitual es programar exámenes donde se conoce lo que el individuo sabe o como decide. Para medir las capacidades se necesitan unas pruebas especiales que permitan una medida fiable y válida y que pueda ser comparada con las de otros individuos sometidos a estas pruebas en similares condiciones de edad, conocimientos, etc. Estas pruebas, habituales en nuestra sociedad actual, pueden ser administradas individualmente o en grupo, y pueden estar diseñadas para medir la inteligencia general o para medir aptitudes específicas en una actividad determinada.
Los tests de inteligencia se han normalizado para transformar las puntuaciones obtenidas en una escala de CI. Este indicador indica el rendimiento relativo del individuo frente a un grupo muy amplio de sujetos. También se acordó que la distribución de las puntuaciones tuviera una media de valor 100 y una desviación estándar de 15 (Lo que significa que el 68,26% de la población oscila entre los 85 y los 115 puntos de CI.)
El valor numérico llamado CI (en inglés IQ, intelligence quotient) es un cociente o razón entre la puntuación total que obtiene el individuo y la que se presenta en una población de la misma edad (y otras variables significativas) a la que pertenece el evaluado. De lo que se desprende que el CI no es una medida absoluta (como, por ejemplo, la altura o el peso) sino que es relativa a la población que se toma como referencia, y por lo tanto puede variar.
No es una medida invulnerable a las críticas, que por cierto han llovido de todos los costados, pero sigue siendo útil y se usa extensamente.
Tradicionalmente se ha considerado que la inteligencia de la mujer es menor que la del hombre, aunque en éstos últimos se notaba una mayor dispersión, es decir que había más deficientes mentales que en el sexo femenino, y también más genios (Havelock Ellis, 1894). Este fenómeno fue llamado la “hipótesis de la variabilidad” e investigaciones recientes (Andrés Pueyo 1997) confirman que si bien en los valores centrales de las puntuaciones de CI las diferencias entre hombres y mujeres son mínimas, sí aumentan en los extremos de la distribución (infradotados y genios). De todos modos no se ha alcanzado consenso entre los especialistas en relación con la naturaleza de estos resultados.
jueves, 9 de octubre de 2008
Cuando gemelos separados se reencuentran.
Gemelos verdaderos criados separadamente, son los que más se parecen.
Por lo de pronto hay que distinguir, tratando esta cuestión, de los “gemelos verdaderos” de los “falsos gemelos”. Los primeros provienen de un mismo óvulo escindido en dos (monozigotos), mientras que los segundos son resultado de dos óvulos fecundados por dos espermatozoides obviamente diferentes (dizigotos).
Los más interesantes, para la ciencia, son los verdaderos que, por diferentes razones, se criaron en hogares separados. En estos casos se puede apreciar que esta clase de gemelos son lo más parecido que conocemos a los “clones humanos” ya que tienen exactamente los mismos genes; más al ser criados en familias distintas se puede decir que la influencia medioambiental común ha quedado reducida en una proporción considerable.
Dada la importancia que en los medios ha tomado la discusión sobre los clones, a partir de la oveja Dolly y demás información sensacionalista sobre la posibilidad de obtener clones humanos, cobra nueva importancia la investigación científica sobre los clones biológicos que nos acompañan desde el principio de los tiempos: los gemelos verdaderos criados en lugares distantes entre sí.
En estos gemelos se observaron coincidencias extraordinarias y algunas muy ajenas a los que se podría suponer que influye la misma dotación genética: reír mucho, no participar de conversaciones polémicas, jamás votar o tener gestos idiosincrásicos, como tocarse la nariz de cierta manera o entrar en el mar andando hacia atrás, etc. etc.
Obviamente muchas semejanzas pueden ser fruto de coincidencias, que estadísticamente se dan más de lo que pensamos, pero sin son muy personales el número se reduce sustancialmente. “Por ejemplo, las “gemelas del collar” tenían la costumbre inconsciente de hacer girar lentamente el collar que llevaban mientras respondían a la persona que les hacía los tests (que por otra parte llevaban más de 50 horas de duración), pero jamás cuando escuchaban. Ambas tenían también tendencia a dar respuestas interminables a las preguntas más simples.” (MC 194, pág. 17 escaneada – gemelos 02- ).
Las investigaciones realizadas en el Centro de Investigación de Minnesota (Universidad de Minnesota), muestran que “los rasgos de carácter de los gemelos verdaderos presentan una correlación media del 25%. Los de hermanos y hermanas no gemelos, una correlación del 11%, y entre personas sin ningún lazo de parentesco, esta correlación es prácticamente cero” (Ibidem). En los EEG las ondas cerebrales de éstos son tremendamente parecidas, a pesar de que los electroencefalogramas suelen ser tan distintivos como las huellas digitales. Y una observación curiosa: “los gemelos verdaderos adultos criados en la misma familia no se parecen más que los que fueron creados separadamente” (ibid. Pág. 18 –gemelos 03- ).
Estas observaciones contribuyen a reducir la importancia que la psicología daba, hasta ahora, al papel del entorno en el desarrollo del niño. Pero ello no obsta a que los gemelos verdaderos sean mucho menos idénticos de lo que los datos anteriores permitan suponer. Por ejemplo uno puede ser heterosexual y el otro homosexual; como todos los humanos los gemelos verdaderos separados también están afectados por sus historias personales. A pesar de sus igualdades éstos continúan respondiendo diferentemente a muchos puntos de nuestro cuestionario, y consideramos que estas diferencias sólo son la punta del iceberg. “El “yo”, a diferencia de las células, jamás puede clonarse” (ibidem)
Se calcula que de los genes que componen el genoma individual las tres cuartas partes son iguales en todos los humanos (genes monomorfos), lo que deja a la cuarta parte restante (genes polimorfos) la responsabilidad de la individuación genética. Dados los intercambios que se producen en el momento de la concepción las probabilidades de que dos personas reciban la misma colección de genes es casi imposible, con la sola excepción ya señalada de los gemelos verdaderos (un caso entre trescientos).
La cuestión del patrimonio genético individual es compleja. Algunos rasgos son determinados únicamente por un gen, el caso del grupo sanguíneo, otros resultan de la influencia de varios, son los llamados caracteres genéticos aditivos. Y además hay otros rasgos, no aditivos, que resultan de combinaciones de genes que a la manera de un número de teléfono, las mismas cifras pueden ser usadas para comunicarse con diferentes personas según el orden en que se encuentren. La posibilidad de encontrar un gen que corresponda a un rasgo de carácter (el gen del alcoholismo, de la psicosis maníaco-depresiva, etc.) no resiste un análisis profundo.
Pero el tema está lejos de ser invulnerable a nuevos estudios. En 1989 diversos estudios concluían que la “religiosidad y ciertas convicciones políticas” no tienen influencia genética. Ahora bien en nuestros gemelos estudiados los mismos valores y el mismo interés religioso son dos veces más frecuentes que en los falsos gemelos criados por separado. Como esta relación también se da en otros rasgos como la artesanía creativa, y las artes, la cuestión sigue abierta.
Un tema sobre todo resulta espinoso: la inteligencia. Ha habido mucha discusión alrededor de este asunto que toca de cerca otras cuestiones como el racismo o el eugenismo. Algunos psicólogos, como León J. Kamin concluyeron hace más de veinte años que no hay ningún rastro de heredabilidad en los CI. Pero en nuestros estudios es justamente éste el más heredado de todos los rasgos. ¿Cómo es posible que se pueda afirmar lo último en una cuestión tan “sensible”? Thomas J. Bouchard Jr., el autor de este artículo, considera que el estudio con los gemelos tanto verdaderos como falsos, educados en el mismo hogar o criados en sitios diferentes, es bastante fiable como para probar que nuestros genes nos condicionan tanto como el entorno. Incluso en estudios sobre adopción, en Francia, donde se ha demostrado que la condición socioeconómica influye en el CI infantil, se ha observado que esta influencia tiende a borrarse completamente en la edad adulta en los gemelos investigados.
En el caso concreto de la inteligencia algunos trabajos consideran que la inteligencia es heredable entre un 60 y 70%; aunque algunos psicólogos sostienen lo contrario, opinando que es el medio el factor más importante se observará que aquellos adultos sin lazo de parentesco que han convivido en el mismo hogar mantienen entre sí la misma distancia en CI que con otras personas ajenas, extrañas al núcleo familiar.
Pero de esto no puede afirmarse que los genes determinan directamente el comportamiento. Lo que parece más probable es que una personalidad sea más susceptible a una u otra influencia. Dado que los individuos se construyen su vida tomando del medio las posibilidades que éste le ofrece “elegirán evolucionar dentro de un conjunto que corresponda a su genotipo” (ibid. Pág.39 –gemelos 04- )
Obviamente el medio puede imponer severas restricciones al desarrollo, y en ese caso un niño con CI alto, como patrimonio genético, no se manifestará adecuadamente en el adulto que se convierta. Los estudios con gemelos, hasta el momento, no versan sobre individuos sometidos a condiciones extremas por lo que poco podemos decir de estas situaciones y sus consecuencias.
El autor participa de lo que afirmó el genetista Nicholas G. Martin, en 1986, “Los individuos son organismos exploradores. Sus capacidades y predisposiciones innatas les ayudan a seleccionar lo que es apropiado y adaptativo dentro del conjunto de posibilidades y estímulos que les ofrece el entorno. No obstante, la influencia de la movilidad y del estudio aumenta más que borra los efectos del genotipo sobre el comportamiento.” (Ibid, pág.20 –gemelos 05- ).
Un efecto muy enigmático en los estudios de adopción y de gemelos es la constatación de que el peso de los factores genéticos aumenta en el transcurso de la vida del individuo. Ello significa que a mayor edad, en lo que respecta a las funciones cognitivas, se registra un peso menor de los factores ambientales. Algo que a primera vista resulta paradójico. Esto es lo que ha verificado Robert Plomin, del Instituto de Psiquiatría de Londres y sus colaboradores norteamericanos y suecos (como se puede leer en la pág. Escaneada nº 20 –gemelos 05 (recuadro)-)
domingo, 5 de octubre de 2008
Sociobiologia
"Sociobiologia. La nueva síntesis"
Edward O. Wilson
Omega
Barcelona, 1980
Tit.Orig: Sociobiology. The New synthesis.
domingo, 14 de septiembre de 2008
martes, 9 de septiembre de 2008
S. Jay Gould

Stephen Jay Gould fue un gran divulgador científico. La mayoría de sus libros han sido traducidos al español y merecen ser leídos con atención y dedicación. Abren puertas insospechadas para el no especialista en los temas que trata. El 20 de mayo de 2002 murió, y éste es su último libro escrito: The structure of evolutionary theory.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
¿Es mejor un exqueleto externo o interno?
viernes, 29 de agosto de 2008
Feromonas
Vol. I, No. 138
Miércoles, 19 de Marzo de 2003
-“CHAPERONAS” PARA RECEPTORES DE FEROMONAS: Investigadores del
Instituto Médico Howard Hughes (HHMI) y sus colegas han descubierto que se
requieren moléculas chaperonas para guiar a los receptores de las feromonas
hacia la superficie de las neuronas sensoriales donde se les necesita para
traducir señales químicas.
En un giro interesante, los investigadores encontraron que las
moléculas chaperonas pertenecen a una familia de proteínas, llamada
complejo mayor de histocompatibilidad (MHC, por sus siglas en inglés), que
desempeña una función importante en el sistema inmune. Los investigadores
especulan que además de ser moléculas chaperonas, las proteínas MHC podrían
modular activamente la respuesta animal a las feromonas. La modulación de
la actividad de las feromonas podría ayudar al reconocimiento de otros
animales.
Los estudios con ratones agregan “un nivel de complejidad novedosa
e inesperada al proceso de detección de feromonas”, escribieron los
investigadores en un artículo publicado en el número del 7 de marzo de 2003
de la revista Cell. Los resultados también sugieren que aunque las
moléculas chaperonas son de una clase distinta, igualmente pueden ser
importantes en relación con los receptores olfativos y gustativos.
Las investigadoras del HHMI Catherine Dulac, de la Universidad de
Harvard, y Kirsten Fischer Lindahl, del Centro Médico de la Universidad
Texas Southwestern, dirigieron los equipos de investigación que colaboraron
en la realización de los estudios.
El sistema de comunicación de feromonas, que se encuentra en una
amplia gama de mamíferos, involucra la detección de sustancias odoríferas
químicas liberadas por los animales. La detección de feromonas ocurre en
una estructura especializada, llamada el órgano vomeronasal (OVN). Aunque
el OVN reside en la cavidad nasal, el sistema sensorial de feromonas es
distinto del sentido del olfato, al igual que los receptores químicos
involucrados. En los animales que poseen un sistema sensorial basado en
feromonas -como ratones, perros, gatos y elefantes- el sistema gobierna
toda una gama de comportamientos preprogramados genéticamente de
apareamiento, jerarquización social, maternidad y defensa territorial.
Según Dulac, el desentrañar la complejidad del sistema de
feromonas ha sido una tarea desalentadora para los investigadores. “Por
ejemplo, si se compara el número de receptores, que oscila entre doscientos
y cuatrocientos, y el número de comportamientos que activan, que llegan
hasta una docena, existe una gran discrepancia”, dijo. “Por lo tanto, se
puede postular que hay centenares de comportamientos que todavía no han
sido descritos o lo que es más probable, un comportamiento dado involucra
la activación de múltiples receptores”.
Para comenzar a ordenar las funciones de la multiplicidad de
receptores para feromonas, Dulac y sus colegas decidieron estudiar una
subpoblación de neuronas sensoriales en el OVN. Los investigadores sabían
que podían distinguir a las neuronas que expresaban una familia de
receptores, llamadas V2R, de otra familia, llamada V1R, así que utilizaron
una técnica llamada “examen genético diferencial de substracción de
bibliotecas de ADNc de una célula” para comparar a los genes que se activan
en las neuronas que llevan los dos tipos distintos de receptores de feromonas.
Sus comparaciones -así como la secuenciación de los genes
descubiertos y de las búsquedas en las bases de datos genéticas-
proporcionaron evidencias de que dos familias de genes MHC, llamadas M1 y
M10, fueron activadas preferentemente en esas neuronas, dijo Dulac. El
descubrimiento fue sorprendente porque las proteínas MHC funcionan
comúnmente en la superficie de células inmunes para presentar las proteínas
extrañas al sistema inmune con el fin de activar la destrucción de
patógenos invasores. Las proteínas M10 encontradas en el OVN eran
diferentes en estructura y obviamente en la función de otras moléculas
semejantes.
Los equipos de investigación de Dulac y de Fischer Lindahl se
propusieron explorar la estructura y la función de las proteínas MHC tipo
M10 que producían los genes. Sus estudios revelaron que los genes MHC eran
expresados exclusivamente en el OVN y no en ningún otro tejido. Y dentro
del OVN, eran expresados sólo en neuronas del OVN positivas para V2R. Los
investigadores observaron que cada tipo de receptor V2R aparentemente tenía
un tipo específico de proteína M10 asociado a él.
“Por lo tanto, encontramos que hay una población de neuronas en
las cuales cada neurona sólo expresa el gen para un tipo de receptor de
feromonas”, dijo Dulac. “También pudieron demostrar que estas neuronas
individuales sólo expresan un tipo de gen M10. Esto nos dijo que había un
cierto tipo de lógica en esa asociación”.
Estudios adicionales demostraron que el gen M10 sólo estaba
activado después del nacimiento, lo que sugirió que M10 sólo funciona en la
detección de feromonas en el animal adulto. Los investigadores probaron que
las proteínas M10, al igual que las proteínas receptoras de feromonas,
estaban localizadas en las extremidades de las neuronas, llamadas
dendritas, donde se realiza la recepción química.
Sus estudios señalaron que la proteína M10, así como una molécula
“accesoria”, beta2 microglobulina, que acompaña a tales proteínas M10,
interactuaba directamente con la molécula receptora de feromonas.
Finalmente, encontraron que la proteína M10 y su molécula accesoria eran
necesarias para que el receptor de feromonas alcanzara la superficie de la
neurona.
Los investigadores también exploraron los efectos de la anulación
de la molécula M10 accesoria clave, beta2 microglobulina, en ratones.
Encontraron que los ratones machos knock-out para beta2 microglobulina
carecían de receptores V2R en sus OVNs y tampoco presentaban el
comportamiento agresivo normal hacia otros machos.
Según Dulac, los resultados de los científicos demuestran que M10
desempeña una función de chaperona que es crucial para los receptores de
las feromonas, pero puede ser que tenga una función modulatoria. “El hecho
de que el receptor necesite de M10 para ir a la superficie, no prueba que
ésta sea la función exclusiva de la proteína”, dijo. “Sabemos que cada vez
que los investigadores han descrito una asociación entre un receptor
particular y otra molécula en la superficie de la célula, siempre se ha
dado el caso de que la especificidad del receptor original se modifica. Así
que hemos encontrado a los nuevos jugadores moleculares, si se quiere, en
el juego de la detección de feromonas”.
Dulac dijo que la molécula MHC recientemente descubierta podría
tener implicaciones importantes para la comprensión del sistema de
feromonas. “Esta asociación abre todo tipo de posibilidades sobre el
mecanismo de detección de feromonas, porque sabemos que un animal puede
modular su comportamiento según el sexo de otro animal, de su origen
genético y de los elementos que conforman la identidad de un animal”.
El descubrimiento de moléculas chaperonas en el sistema de
feromonas podría servir para entender la maquinaria molecular implicada en
el olfato y el gusto, dijo Dulac. Los investigadores sabían que, en
cultivos de células, los receptores olfatorios y gustativos parecían
requerir de moléculas adicionales para alcanzar las superficies celulares.
Esa observación hace alusión a la necesidad de moléculas chaperonas, aún
por descubrir, para estos receptores, así como también para la clase de
receptores de feromonas que expresan V1R, dijo. (HHMI)
Información adicional en:
http://www.hhmi.org/news/dulac2-esp.html
http://www.hhmi.org/research/investigators/dulac.html
http://www.hhmi.org/research/investigators/fischerlindahl.html
martes, 19 de agosto de 2008
Aprendizaje vs. instinto
Título: Función Cerebral
Editorial/Colec.: Libros de Investigación y Ciencia
Lugar/Fecha/Pág.: Prensa Científica. Bcn. 1ra Reimp. 1995
APRENDIZAJE INSTINTIVO
James L. Gould y Peter Marler
Marzo de 1987
[Presentación] Considerados habitualmente nociones contrapuestas, aprendizaje e instinto actúan a la par: el proceso de aprendizaje, en animales de todos los niveles de complejidad nerviosa, suele instarlo y controlarlo el instinto
[1ª pág]
Suele considerarse el aprendizaje un proceso alternativo al instinto, entendiendo por este último la información que se transmite genéticamente de una generación a la siguiente. La mayoría creemos que la capacidad de aprender constituye una propiedad de la inteligencia. Se dice que la diferencia entre el aprendizaje y el instinto separa a los seres humanos de los animales ''inferiores'', como los insectos. La introspección, esa autoridad engañosamente convincente, le lleva a uno a concluir que el aprendizaje, a diferencia del instinto, se apoya en la toma consciente de decisiones que conciernen a cuándo y qué hay que aprender.
Estudios realizados en las últimas décadas demuestran que no ha lugar a una distinción tan tajante entre instinto y aprendizaje (y entre las fuerzas conductoras que subyacen a los comportamientos humano y animal). Se ha observado, por ejemplo, que muchos insectos aprenden de manera prodigiosa. Y a la inversa, sabemos ahora que, a menudo, el proceso de aprendizaje en los animales superiores, y en los insectos también, se ajusta a directrices innatas, es decir, lo dirige información contenida en la dotación genética del animal. En otras palabras, el propio proceso de aprendizaje suele estar controlado por el instinto.
Según parece, muchos animales, si no todos, están "preprogramados" para aprender determinadas cosas y aprenderlas de determinada manera. En términos evolutivos tiene sentido hablar del aprendizaje guiado de modo innato: a menudo resulta fácil especificar con antelación las características generales de lo que un animal debe ser capaz de aprender, aún cuando no puedan especificarse los detalles. Pensemos en las abejas; éstas se hallan, de suyo, adaptadas a aprender la forma de diversas flores, pero sería imposible equipar a cada abeja, al nacer, con una guía de campo de todas Ias flores que en su día visite.
El aprendizaje guiado de forma innata (el aprendizaje instintivo) se da en todos los niveles de complejidad mental del reino animal. En este artículo, nuestros ejemplos se tomarán sobre todo del comportamiento de abejas y aves, en las que se ha centrado nuestra experiencia respectiva, pero los resultados pueden generalizase a los primates, e incluso al hombre. Hay pruebas sólidas de que el proceso de aprendizaje del lenguaje está guiado en gran medida por capacidades y tendencias innatas.
Dos marcos teóricos
Dos planteamientos del estudio del comportamiento ejemplifican la distinción frecuente entre aprendizaje e instinto: la etología y la psicología del comportamiento. Por etología suele entenderse el estudio del instinto. En la visión etológica del mundo, la mayor parte del comportamiento animal está gobernada por cuatro factores fundamentales: estímulos provocados por los signos (señales que se reconocen de forma instintiva), programas motores (respuestas innatas a señales). Impulsos (impulsos motivacionales de control) e improntas (una forma de aprendizaje restringida y aparentemente aberrante).
Tres de esos factores coinciden en el comportamiento de los gansos al hacer rodar los huevos. De esa conducta se ocuparon Konrad Z. Lorenz y Nikolas Tinbergen, quienes, junto a Karl von Frisch, fundaron la etología. Los gansos incuban sus huevos en nidos en forma de montículos construidos sobre el suelo; a veces, sin advertirlo, el ganso que incuba empuja un huevo fuera del nido. Se desencadena entonces un curioso comportamiento. Al aposentarse de nuevo sobre el nido, el ganso descubre el huevo descarriado. El animal extiende entonces el cuello y fija la mirada en él, lo levanta y lo hace rodar suavemente con el pico de vuelta al nido. A primera vista, parece una solución muy meditada de un problema. En realidad se trata de un comportamiento estereotipado e innato. Cualquier objeto convexo, sea cual fuere su color y casi con independencia del tamaño, desencadenó idéntica respuesta; sirven, sobre todo, las botellas de cerveza.
En este ejemplo, los perfiles convexos que desencadenaron el comportamiento son lo que el etólogo considera estímulos provocados por los signos. La respuesta de rodar el huevo es el programa motor. El comportamiento entero esta controlado por un impulso que aparece unas dos semanas antes de que el ganso ponga los huevos y persiste hasta unas dos semanas después de que hayan eclosionado. Los gansos dan muestra también de la impronta sufrida: durante el período de sensibilización inmediata a la eclosión, los ansarones seguirán a cualquier objeto que les preceda con tal de que emita la voz de reclamo "com-com'', que reconocen de modo innato; a partir de entonces tratarán al objeto como a un progenitor.
(...)
jueves, 14 de agosto de 2008
Adolf Eichmann
Capturado por israelis en 1960, en la Argentina, fue juzgado y colgado en Jerusalem, marzo 31 de 1962. Participó como ayudante de Heydrich en la conferencia de Wansee.Según el testimonio de Wilhelm Hoettl (estrecho colaborador de Walter Schellenberg, representante en Budapest de la Ausland-SD) en Nüremberg, 1945 "Me dijo que el número de judíos muertos era un gran secreto del Reich, pero que en la situación en la él, Eichmann, se encontraba en aquel momento, podía decirme algo al respecto, especialmente teniendo en cuenta que yo era historiador. Luego Eichmann me dijo que, según su información, hasta entonces habían perecido unos seis millones de judíos, cuatro millones en campos de exterminio y los dos millones restantes fusilados por las Unidades de Operaciones, y por otras causas como enfermedades, etc"
"Adolf Eichmann was born in Solingen, Germany on 19th March, 1906. When he was a child the family moved to Linz in Austria where his father became head of the city's streetcar company. At school he was bullied by the other children and accused of being Jewish.(...)In February, 1945, Eichman escaped from Germany. He changed his name to Ricardo Klement and worked for a water company in Argentina. Israeli secret agents found Eichman in 1960.(...)
martes, 12 de agosto de 2008
Cuatro nuevos reinos de la vida
Vol. I, No. 148
Miércoles, 28 de Mayo de 2003
Investigadores de la University of Colorado en Boulder han descubierto en el paisaje alpino de Colorado cuatro nuevos reinos de la vida, un hallazgo que podría tener aplicaciones en los campos de la agricultura y el cambio global.
El estudio ha sido realizado por Allen Meyer y Steven Schmidt, en una zona con una elevación de 11.000 a 13.000 pies, que recibe nueve meses de nieve al año y tres meses de intenso sol y viento.
Los científicos del siglo XVIII clasificaron originalmente los reinos de la vida en dos grupos, las plantas y los animales. Pero los de nuestra época creen que existen muchos más, incluyendo los hongos y varios tipos de organismos unicelulares. Gracias a las nuevas herramientas de investigación, que permiten el análisis del ADN, el número de reinos ha aumentado hasta unos 30. Meyer y Schmidt han añadido ahora otros cuatro más a esta cifra.
Ambos han utilizado una técnica molecular que permite extraer ADN del suelo para identificar los organismos que viven en él. Los investigadores concentraron su trabajo en microbios eucariotas, organismos microscópicos que poseen una membrana alrededor de su ADN.
En vez de cultivar los organismos, Meyer y Schmidt extrajeron el ADN directamente del suelo, de manera que obtuvieron material genético de todos ellos a un tiempo. Comparando su secuenciación genética con la de otros organismos eucariotas conocidos, descubrieron las correspondientes a miembros de cuatro nuevos reinos.
De momento, los dos científicos sólo tienen las secuencias, y no han identificado aún los organismos que representan a los nuevos reinos en la muestra. Pero ahora que saben que existen en el suelo alpino, podrán regresar a él y aislarlos en ese entorno extremo para estudiarlos.
Su labor tiene una cierta urgencia. Las condiciones alpinas están cambiando rápidamente. En función del ritmo de reducción de la capa de nieve durante los últimos años, deberán apresurarse a identificar ciertas especies antes de que un cambio demasiado brusco las haga desaparecer definitivamente.
Información adicional en: http://www.colorado.edu/PublicRelations/NewsReleases/2003/2340.html
viernes, 27 de junio de 2008
Dopamina y serotonina
Durante más de dos décadas, los investigadores han creído que la dopamina, el mensajero químico, es el punto final de la manifestación del placer en el cerebro. Sin embargo, podría no ser el único.
Averiguar qué provoca que nuestro cerebro experimente placer, en sus variadas formas, ha sido un campo de investigación muy activo durante los últimos 20 años. La conclusión en este período había sido siempre que la dopamina es el producto químico responsable de excitar convenientemente el sector del cerebro donde reside esta sensación.
No obstante, estudios más recientes realizados en la University of North Carolina indican que aunque la dopamina tiene un papel fundamental en la cuestión, es otro producto (o productos), posiblemente la serotonina, quien se encarga de actuar sobre el cerebro. Los resultados son importantes porque podrían ayudar a encontrar soluciones respecto al abuso de sustancias y los problemas de adicción.
Los investigadores desarrollaron primero un electrodo de fibra de carbono con un diámetro inferior a una décima parte de un cabello humano, recubierto con una capa cristalina. Este electrodo fue implantado en cerebros de ratas, permitiendo medir cantidades muy pequeñas de mensajeros químicos o neurotransmisores en una escala de tiempo de una fracción de segundo, algo imposible hasta ahora.
A las ratas se les aplicó una pequeña pero placentera descarga en su cerebro, lo que permitió constatar la presencia de dopamina. Pero cuando las ratas eran entrenadas para mover voluntariamente una palanca que suministrara la descarga, este neurotransmisor apenas pudo ser detectado. El procedimiento ocasionaba placer a las ratas, ya que éstas continuaban presionando la palanca, pero obviamente la dopamina no era la causante de la sensación.
Ahora los científicos creen que la dopamina podría estar relacionada con el aprendizaje o la esperanza de ser recompensados y que no puede ser la única responsable del placer continuado.
Esto ayudará a explicar cómo algunas sustancias químicas como la nicotina, el alcohol, o las drogas, actúan sobre el cerebro, facilitando el hallazgo de otras alternativas no perjudiciales que eliminen su utilización abusiva.
¿Quién es pues el responsable real de que el cerebro experimente placer? No lo sabemos aún, pero podría ser la serotonina u otras sustancias semejantes.
Información adicional en: http://www.unc.edu/
miércoles, 18 de junio de 2008
Senescencia y envejecimiento
Natalia López Moratalla.
Investigación y Ciencia. Temas 11.
Barcelona. 1998
[p. 4]
Suele distinguirse entre los procesos de senescencia y de envejecimiento, como dos etapas del camino hacia la desaparición de los seres vivos. El primero es un mecanismo controlado genéticamente, que lleva cuenta de la edad y que, pasado un tiempo fijo para cada especie, conduce a un declive corporal. El envejecimiento, en cambio, consiste en otros procesos degenerativos, que perturban el funcionamiento de órganos vitales y terminan provocando la muerte.
lunes, 9 de junio de 2008
Instinto de poder
citado en:
Marvin Harris (1985)
Jefes, cabecillas, abusones.
Alianza Cien.
Madrid, 1993
[pag.5]
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[Nota: los capítulos de este librito "forman una unidad temática y constituyen una parte de la obra titulada "Nuestra especie" y que ha sido publicada como obra singular en Alianza Editorial"]
Razón y mentira
San Agunstín dijo que la mentira es un engaño "voluntario". Sin embargo, resulta difícil imaginarse una "voluntad" sin conciencia. La etimología nos indica que habrá que esforzarse bastante para resolver el problema: en latín, mens significa "razón", mientras que mendacio quiere decir "mentira". De lo cual se desprende que el mentiroso adopta conscientemente una postura opuesta a la realidad.
Volker Sommer, "Elogio de la mentira", Galaxia Gutenberg. Círculo de Lectores, 1995, Tit.Orig: Lob der Lüge, München, 1992. Fragmento de la pág. 111
viernes, 30 de mayo de 2008
El olfato
Los humanos podemos percibir miles de olores distintos, a pesar de que nuestra nariz sólo posee un millar de receptores olfativos. ¿Cómo lo hace para distinguirlos?
Linda Buck, Bettina Malnic, y varios colegas japoneses han desarrollado una técnica que permite identificar en los ratones qué receptores olfativos reconocen cada olor concreto. La conclusión es que mientras un sólo receptor puede reconocer múltiples aromas y un sólo aroma puede ser reconocido por múltiples receptores, diferentes aromas pueden serlo también por distintas combinaciones de receptores. Esta especie de combinatoria posibilita que la "nariz" pueda discriminar entre un vasto número de olores. Así, en vez de dedicar un receptor individual para cada aroma, el sistema olfativo usa un "alfabeto" de receptores para crear una respuesta olfativa específica en las neuronas del cerebro. Cada receptor es usado una y otra vez, como las letras se reutilizan para crear palabras distintas. Esto ocurre en todos los mamíferos.
También han descubierto que aromas casi idénticos en estructura son identificados por grupos distintos de receptores olfativos (aunque a menudo superpuestos). Las pruebas en humanos indican que un ligerísimo cambio en dicha estructura puede causar un grandísimo cambio en cuanto al olor percibido.
La concentración de un aroma también afecta mucho a cómo lo percibimos. Un olor pútrido puede oler a flores cuando es diluido.
Los científicos están intentando determinar cómo llegan las señales procedentes de los receptores olfativos al córtex cerebral, y cómo los componentes individuales de un aroma son descodificados para permitir su percepción.
Información adicional en:
http://www.hms.harvard.edu/news/releases/399odor.html
La vida
La vida
¿Qué diferencia existe entre un pedazo de sílex y un caballo?
Cualquier niño de cuatro años nos responderá que uno "se mueve" por sí mismo y que el otro "no se mueve".
¿Qué diferencia existe entre el mismo guijarro de sílex y una ostra?
Mirando el asunto de más cerca, puede darse la misma respuesta: aunque la ostra no galopa como un caballo, es susceptible de moverse, de una manera muy limitada, pero característica. La respuesta sería la misma si se sustituye la ostra por un pulgón, una ameba, un infusorio microscópico, una planta con flores, etc.
Pero el criterio del "movimiento espontáneo", adaptado a cierto fin (por ejemplo, a la respiración, a la absorción de alimento, a la protección ), ¿es también tan evidente en el caso de un hongo ?
¿O en el caso de los individuos que constituyen un macizo de coral? Además, ¿acaso no existen, en un ser " vivo ", ciertos elementos en apariencia inertes ? Un hueso o un diente, ¿no se parecen a la materia mineral ?
Busquemos, pues, una distinción más sutil que la aptitud para el movimiento (que se denomina, más científicamente, motilidad ). Podemos decir, por ejemplo, que lo ¿vivo?, nace, envejece y muere, mientras que el sílex no cambia durante milenios y parece inmortal. Indudablemente, esto es cierto a escala humana, pero los geólogos saben perfectamente que las rocas se transforman, química y físicamente, aunque sólo sea por la desintegración de los cuerpos radiactivos que contienen.
Dirijámonos a los químicos y preguntémosles si hay diferencias de composición entre las materias " vivas " y aquellas a las que se llama " inertes ". Su respuesta no será menos terminante: las sustancias que elaboran los seres vivos , las partes que los componen, contienen los mismos elementos químicos que las rocas o la atmósfera .
Estos elementos carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo, hierro, manganeso, etc. se hallan asociados en unas moléculas que a veces son muy sencillas e idénticas a las moléculas del mundo mineral (como el agua , que representa del 70 % al 95 % de la masa de una célula viva ) y que otras veces son muy complicadas (como la hemoglobinao los enzimas).
Todo esto no es muy diferente de lo que sucede en el mundo mineral , excepto en su complejidad.
Observemos ahora unos seres supuestamente vivos .
Por ejemplo, unas bacterias situadas en condiciones favorables de desarrollo (en lo que se denomina un "caldo de cultivo"). Al cabo de cierto tiempo se observa que las bacterias se han multiplicado, sin que haya existido una aportación exterior al medio de cultivo .
Tal cosa no se produce en el caso de un sílex o un mineral cualquiera. Es cierto que los cristales que observamos en la naturaleza son resultados de una fijación átomopor átomo, según reglas bastante rigurosas, de elementos siempre iguales.
Sin embargo, este "crecimiento" de un cristal no es comparable a la multiplicación de las bacterias . Indudablemente existe en ambos casos una adquisición de átomos y de moléculasdel medio exterior (del caldo de cultivo , en el caso de las bacterias ; del universo , en el caso de los cristales ); pero el tratamiento de estas adquisiciones no es el mismo.
En el caso de un cristal, los elementos constitutivos se amontonan en cierto modo unos sobre otros, de una manera metódica. En el caso de las bacterias, los elementos tomados del medio son transformados, como si estos seres microscópicos fueran auténticas fábricas químicas en cuyo seno se producen síntesis extraordinariamente complejas (tan complejas que el hombre, con sus medios materiales e intelectuales, logra apenas realizar unas pocas en casos muy particulares, mientras que las bacterias realizan millones, miles de millones de ellas, a una velocidad extraordinaria).
Finalmente, parece que la separación, muy difícil de captar, entre lo no vivo y lo vivo reside en una diferencia de estructura molecular. El guijarro más asombroso es, en último término, un amontonamiento regular de átomos : posee, en algún grado, una estructura cristalina . El menor elemento de materia viva , tanto si pertenece a un hombre como si es de un virus, manifiesta una estructura que no se reduce a una disposición pasiva de prismas o de pirámides . Si nos lanzáramos a una comparación (pueril), podríamos decir que la materia inerte y la materia viva son libros escritos con el mismo alfabeto. Pero la primera sólo es un modesto silabario, que presenta las letras y las sílabas mínimas, a veces repetidas, mientras que la segunda es un diccionario enciclopédico o, todavía mejor, el conjunto infinito de las obras escritas y por escribir.