lunes, 20 de octubre de 2008
Gernika
martes, 16 de septiembre de 2008
NACIONALFASCISMO Y TERRORISMO EN EL PAÍS VASCO
El doble proceso de ilegalización, parlamentario y jurídico, emprendido desde diferentes instituciones contra el brazo político de la banda terrorista ETA ha tenido la virtud de revelar cómo el mundo nacionalista vasco, cuando llega el momento de tomar decisiones firmes que contribuyen a la defensa del sistema democrático y a reforzar las libertades civiles de los ciudadanos, termina siempre por encerrarse en una geografía sórdida y demencial donde el Estado de todos es sustituido por la presunta patria de unos pocos y en la que se intenta someter la fuerza de la legalidad a las difusas pautas de comportamiento colectivo surgidas desde un supuesto pueblo nunca del todo explicitado y definido.
Quienes habitamos en el País Vasco desde hace tanto tiempo que no podemos recordar ningún momento de nuestra vida sin sufrir de cerca los quebrantamientos, la amenaza y el horror provocados por los crímenes, los secuestros, las intimidaciones y los múltiples delitos cometidos por los asesinos de la banda terrorista ETA, sabemos muy bien que el vergonzoso grado de impunidad del que han disfrutado estos malhechores y el intolerable nivel de dominación social que han alcanzado sus secuaces, solamente puede ser explicado si se tiene en cuenta que el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA) han dotado a los artífices del tiro en la nuca y del coche bomba, y a sus cómplices de paisano, de un perverso entramado de disculpas, justificaciones y coartadas que han convertido a este país en el único lugar de Occidente donde toda la oposición que no comulga con las ideas nacionalistas ha de estar protegida con guardaespaldas y en el que miles de intelectuales, empresarios, periodistas, profesores, estudiantes, trabajadores y amas de casa abandonan todos los días sus hogares con el sentimiento atroz de no saber si la banda terrorista ETA les permitirá volver a ver a sus familiares.
Este anillo sórdido y cruel que desde los años setenta hasta la actualidad ha rodeado, oculta pero firmemente, a nacionalistas y terroristas en un vergonzoso nudo de guiños y complicidades, se evidenció públicamente y se presentó en sociedad con sus mejores galas a través de lo que se conoció como el Pacto de Estella: un acuerdo político firmado por nacionalistas moderados, nacionalistas radicales y la banda terrorista ETA que, además de abandonar a su suerte a la mitad de la sociedad vasca que no comulga con las pesadillas independentistas de los más fanáticos del lugar, tuvo como consecuencia más inmediata rarificar el clima político y social hasta tal punto que, tras la ruptura de la falsa tregua pergeñada por ETA para reponerse de mercenarios, armas y dinero, el 40% de la sociedad vasca, según datos de un estudio llevado a cabo por la universidad pública, declaraba tener un profundo miedo a algo tan elemental como expresar públicamente sus opiniones políticas.
Cuatro años después del refrendo de aquel convenio éticamente indecente que agrupó en un mismo documento los sellos oficiales del PNV y ETA, las medidas ilegalizadoras del entramado político, social, económico y cultural de la banda terrorista ha servido para romper, quizás definitivamente, los excelentes resultados obtenidos por la dualidad nacionalismo-terrorismo, un binomio sumamente eficaz que llevó a que Xabier Arzalluz, presidente del PNV, comentara aquello de que "alguien debe mover el árbol para que otros recojan las nueces". Cámbiese ese "alguien" por la banda terrorista ETA y sustitúyase el "otros" por los partidos nacionalistas vascos y se obtendrá, muy sucintamente, la ecuación perfecta que resume la vida de un régimen político ultranacionalista que, durante más de seis lustros, se ha mantenido inamovible sobre casi un millar de personas asesinadas por los terroristas, más de 3.000 heridos y cerca de un billón de pesetas en daños materiales provocados por los secuaces del horror.
Aprovechando la infinita capacidad que a lo largo de la historia han demostrado todos los movimientos nacionalfascistas para confundirse entre quienes auténticamente padecen por su defensa férrea de las libertades públicas, durante los últimos meses, años ya quizás, los estrategas nacionalistas, generalmente equivocados por tender a confundir la parte nacionalista de la región con la totalidad del País Vasco, han visto campañas difamatorios, estrategias ocultas, artimañas de los servicios secretos y tácticas retorcidas en todas aquellas acusaciones que les identificaban como cómplices espirituales del terror etarra. Pero la existencia de intensas connivencias entre las formaciones nacionalistas "moderadas" y los portavoces alegales de los terroristas no es una realidad que esté sujeta al arbitrio de una determinada opinión o a una forma subjetiva y particular de contemplar los acontecimientos. Las confabulaciones y contubernios entre nacionalismo y terrorismo son muchas, se han repetido machaconamente hasta la obscenidad a lo largo de los años y poseen un carácter marcadamente político, económico, cultural y también, cómo no, también emocional. En esta línea de acontecimientos, las actuaciones del Frente Nacional Vasco que une íntimamente a PNV y EA con los cómplices del terror agrupados bajo las siglas de Batasuna, se demuestran todos los días en no pocos ayuntamientos vascos donde todos ellos gobiernan en coalición, se hacen evidentes cada vez que todas estas formaciones votan en comandita en el Parlamento autónomo, se revelan inaceptables cuando los nacionalistas "democráticos" ayudan a los cómplices de ETA a tiranizar las calles de nuestros pueblos y se descubren públicamente cuando desde el Gobierno regional se frena a la policía vasca para no reprimir a los portavoces de los criminales. En ocasiones, las actuaciones de este Frente Nacional Vasco llaman a la máxima indignación de los demócratas cuando, por ejemplo, en el colmo de la ignominia política los nacionalistas permiten, comprenden y asumen la presencia de un etarra confeso como 'Josu Ternera' en la Comisión de Derechos Humanos del País Vasco.
Por todo esto, la confusión entre nacionalismo vasco con terrorismo vasco, no es ni una falacia, ni una acusación demagógica ni un agravio. Nacionalistas y terroristas reconocen tener los mismos fines, colaboran en numerosos ámbitos socio-culturales, se respetan mutuamente como integrantes de un mismo 'grupo' ("son de los nuestros"), comparten objetivos patrioteros y, al final, en el momento en el que sea necesario, el nacionalismo 'legal' se solidariza, siempre que sea importante hacerlo, con los militantes del terror. Nadie ha de engañarse: la emoción, la insistencia, la voluntad, el empeño, el genio y la fuerza que los nacionalistas han desplegado para, justificando lo injustificable, despreciar el proceso de ilegalización puesto en marcha por las instituciones con el fin de poner coto a las actividades fascistas de los amigos de los etarras, demuestran claramente dónde está cada cuál y revelan las razones más profundas por las que demasiados ciudadanos vascos se encuentran más cómodos flirteando con los verdugos que protegiendo a las víctimas pasadas, presentes o futuras de las acciones delictivas de éstos.
Ahora, las complicidades ya se han terminado y han dejado paso a un tiempo histórico crucial caracterizado por el mimetismo y la imitación. La progresiva ilegalización de Batasuna ha llevado al PNV a tener que rellenar con mensajes similares a los que precedieron a las guerras balcánicas, con contenidos ultranacionalistas y con comportamientos en el filo de la legalidad, el espacio sociológico y político ocupado por la formación proetarra. Es por ello que con este objetivo, sin perder un sólo instante y solamente unos días después de que la banda terrorista ETA asesinara a una niña de seis años y a un policía que apenas superaba la treintena, los nacionalistas descendientes de Sabino Arana, a través de su Lehendakari (Presidente de la Comunidad Autónoma del País Vasco), realizaban una declaración institucional fervientemente intransigente en la que, olvidando que la mitad de los ciudadanos vascos no es nacionalista y actuando como si la banda terrorista ETA no existiera, hablaba taxativamente de un ¿pueblo vasco? inmaculado que solamente pervive en las ensoñaciones de un puñado de fanáticos a los que, por supuesto, siempre alguien les ha robado sus derechos y prebendas.
El discurso del Lehendakari, avalado por las declaraciones incesantes de los principales representantes políticos, sociales y culturales del régimen nacionalista, asume las claves del relato de pesadilla que históricamente ha hecho la banda terrorista sobre la situación del País Vasco y define claramente cómo PNV y EA son partidos mucho más preocupados por sus muy particulares objetivos nacionalistas que por la calidad de una democracia que está muy lejos de alcanzar a todos los ciudadanos vascos. ¿Por qué si no el Lehendakari, en vez de demandar autodeterminación, independencia y soberanismo, que son, todos ellos, presuntos derechos colectivos y, por lo tanto, subjetivamente nacionalistas, no hace todo lo posible por defender los derechos a la vida, a la libertad de pensamiento y de expresión y a llevar una existencia digna en paz y en libertad, que son todos ellos derechos individuales y universales y, por lo tanto, profundamente democráticos?
El PNV tiende a la sustitución y al solapamiento de Batasuna y a la captación de los votos ensangrentados perteneciente a ésta última. De este modo se explica el empeño del Lehendakari Juan José Ibarretxe y de sus secuaces políticos por dinamitar el entramado institucional del País Vasco en particular y de España en general. Convirtiéndose en la principal herramienta institucional del nacional más radical, el Gobierno Vasco, controlado por el PNV, se ha convertido en el portavoz de los designios teóricos de ETA, y la organización terrorista, a su vez, se ha adjudicado el papel de garante matarife de la operación independentista impulsada por PNV, EA y esa ridícula subespecie política, de carácter extrañamente nacionalmarxista, que es la IU vasca.
Para despejar cualquier duda en este sentido, solamente un día después de la declaración independentista, rupturista y demagógica de Juan José Ibarretxe, los asesinos etarras enviaban un comunicado a Euskadi Irratia, la radio pública del País Vasco (controlada por el PNV), a través del cual amenazaban a todos los ciudadanos demócratas de este país que se encuentran afiliados, o son simpatizantes, de formaciones políticas o sociales democráticas y no nacionalistas. El Lehendakari había expresado el objetivo: deseamos un País Vasco exclusivamente ultranacionalista; y la banda terrorista ETA interiorizó el mensaje y anunció continuar con el trabajo sucio: la aniquilación física de todos los vascos no nacionalistas.
Definitivamente, en vez de explicar a los ciudadanos cómo piensa acabar con la banda terrorista ETA, el Gobierno vasco se ha unido a los criminales en sus paranoicos y obtusos objetivos ultranacionalistas; en lugar de anunciar cómo protegerá a los miles de hombres y mujeres que, amenazados por las hordas fascistas, viven sin libertad en esta tierra vasca, el Lehendakari ha preferido primar una vergonzosa y numantina defensa de los más bárbaros; además de despreciar, manipular e insultar a las víctimas del terrorismo, los nacionalistas han decidido hacer ostentación pública de su amistad con los verdugos; en lugar de preocuparse por la profunda degradación ética que afecta a gran parte de la sociedad vasca y que lleva a tantos ciudadanos a convivir felizmente con criminales apenas reconvertidos, el Ejecutivo autónomo ha decidido apostar por el desmantelamiento del Estado y por el ultraje a las instituciones; y, en fin, en vez de diseñar un futuro plural y de consenso para una Euskadi en paz y en libertad, los nacionalistas han apostado por un País Vasco profundamente reaccionario, balcanizado, violento, prepolítico, apenas civilizado y profundamente tribal. Así lo han planeado PNV, EA e IU con el apoyo latente o la comprensión manifiesta de quienes han asesinado a casi un millar de víctimas inocentes y han colocado a la mitad de la sociedad vasca constitucionalista o, simplemente, demócrata, al borde del abismo.
Raúl González Zorrilla
Bilbao
octubre del 2002
(publicado en http://www.opinatio.com)
miércoles, 18 de junio de 2008
Jon Juaristi
Madrid, 15 de marzo de 1998,
p. 8
ELENA PITA
Sobre su cabeza y otras 299, profesores, intelectuales, políticos y gentes de orden sentados en el Foro Ermua, cae estos días una lluvia torrencial, torrente de piedras. «Es el PNV guiñando el ojo a ETA», dice Jon Juaristi, catedrático y escritor vasco, ex militante él mismo de la banda terrorista allá en el 68; hoy, antinacionalista acérrimo. La última pedrada ha sido la intervención parlamentaria del peneuvista González de Txabarri criticando a la dirección de TVE por incluir un guión del escritor sobre su ciudad, Bilbao, en la serie documental.
P.- ¿Se ha desatado la caza de brujas?
JJ.- Sí, es posible. Pero todo lo que está haciendo el PNV es perjudicial para ellos. Están poniendo sus cartas al descubierto, ys on cartas que están marcadas, y yo creo que no gustan a nadiesalvo al núcleo duro del partido.
P.- ¿Cree que la intervención parlamentaria del PNV contra suguión fue consecuencia directa del manifiesto del Foro Ermua?
JJ.- Anasagasti ha reconocido que él mismo redactó laintervención, y detrás de él está Arzalluz, con su personal fobia yparanoia hacia mi persona. El parlamentario no ha sido sino la voz de su amo. Yo no creo tener la relevancia suficiente para suscitar semejante tempestad, pero Arzalluz juega con un mecanismo psicológico que no alcanzo a comprender y que ha llegado a convertirme en su obsesión.
P.- ¿Y consecuencia de ello, la valentonada de Pujol?
JJ.- Sí, estoy seguro de que las declaraciones de Jordi Pujoltienen que ver con todo esto. No me han gustado nada, primero habla de los vascos como asesinos y luego pide disculpas a los nacionalistas, ¿Y por qué no a todos los vascos?. El nacionalismo está mostrando su verdadera cara.
P.- ¿Le buscan, Juaristi?
JJ.- Es obvio que existe una persecución y un hostigamiento.Pero sinceramente, aunque me indigna y me cabrea, también tiene su compensación: el PNV cuenta en sus filas con los más grandes payasos y, estando la televisión tan aburrida, el espectáculo es digno de veJJ.- Tienen una imaginación fabúlica.
P.- ¿Se refiere a la fábula de ratas, que son maquetos en Ermua?
JJ.- Sí, el cuento que ha publicado en el Periódico de Alava eldiputado peneuvista Carlos Caballero. Una parábola que cuentacómo Ermua fue invadida en la Edad Media por «millones de ratas procedentes de Hispania». Divierte ver a los tarados del PNV haciendo sus numeritos.
P.- Juaristi, desde la piel del diablo: si el programa fundacional de ETA es básicamente el mismo que el actual, ¿cómo es que usted, que militó en sus filas, hoy se horroriza tanto?
JJ.- No soy un caso excepcional, mis compañeros degeneración están en su mayoría en una posición muy parecida. Nosotros teníamos enfrente una dictadura que no se andaba concontemplaciones. El hecho de utilizar la violencia contra ellotampoco es un aspecto privativo de ETA, era común a la extrema izquierda de la época. Lo característico de la violencia de ETA es que está al servicio de un proyecto ultranacionalista, que no es antifranquista sino antiespañol. Ya en el año 69 rechazamos el nacionalismo, hicimos una fuertísima crítica y nos salimos del activismo terrorista, porque tenía un efectodesmovilizador: no iba a levantar a nadie contra la dictadura; es decir, que el rechazo no fue por cuestiones morales sino de orden político. Con el tiempo hemos ido matizando esa crítica.
P.- ¿Por qué no es posible la autodeterminación?
JJ.- Nadie en el País Vasco quiere la autodeterminación.Cuando HB habla de autodeterminación está refiriéndose al principio de las nacionalidades: la auténtica comunidad nacional vasca son ellos. En cuanto al PNV, yo nunca he entendido qué quiere decir con autodeterminación: en los 70 rechazó hablar de ello; en estos momentos es simplemente un recurso retórico para desviar los problemas. Probablemente sólo IU en el País Vasco siga pensando en la autodeterminación en términos leninistas.
P.- Su ensayo El bucle melancólico carga mucho las tintassobre el PNV y en cambio pasa de puntillas sobre ETA,reduciéndolo casi a una violencia adolescente.
JJ.- No, el libro es un conjunto de historias, generaciones ysemblanzas con un hilo conductor que es la melancolía y laviolencia propiciada por ésta. Son biografías que conducen de una forma inevitable al pasado verano. Por otra parte, no hay queolvidar que ETA surge del PNV.
P.- ¿Era consciente del follón que iban a provocar sus tesismelancólicas?
JJ.- Me desconcertó, nunca he cultivado el género de masas.
P.- ¿Le da miedo?
JJ.- Yo no hablaría de miedo, sino de pesimismo. Es unapregunta que no me gusta que me hagan, toco madera: el miedodesmoviliza, guarda la viña del señoJJ.- Miedo, en mayor, o menor medida, aquí lo tiene cualquiera que se decante contra el terrorismo. En mí no predomina el miedo, es más bien una enorme desazón y malestar, un alejamiento afectivo cada vez mayor del País Vasco, que me parece una sociedad no sólo atemorizada sino cobarde. El miedo se puede superar, las grandes movilizaciones del verano pasado fueron datos esperanzadores, pero yo creo que el nacionalismo está consolidando su hegemonía y esto implica una gran putrefacción moral de la sociedad vasca. No hay un sólo dirigente nacionalista en estos momentos que merezca la mínima estima moral, es gente siniestra. En el País Vasco se vive ya de hecho un fascismo cotidiano que está consiguiendo anular toda la capacidad de reacción y discernimiento moral de la población.
P.- ¿Qué está haciendo más daño, la ambigüedad o la violencia?
JJ.-- El terrorismo ha perdido potencia mortífera. Sigue matando,y cada vez sus crímenes serán más sórdidos: hay una continua pulsión por sobrepasar los límites, ya no se mata de forma selectiva al enemigo político sino también a su mujer, y mañana a sus hijos. Pero yo creo que ETA tiene menos posibilidades de matar cuantitativamente. El problema fundamental es la ambigüedad, que en el caso del PNV es abiertamente entreguismo y complicidad tácita con el nacionalismo totalitario. Yo he sostenido que no se puede dar un paso adelante sin que exista un aislamiento político de los nacionalistas, sin que los partidos democráticos no nacionalistas se nieguen a cualquier pacto con el PNV.
P.- ¿Cuál sería esa rentabilidad política que el PNV obtienede la violencia?
JJ.- El PNV ha obtenido una rentabilidad política evidentedurante estos años en sus negociaciones con el Gobierno central, poniéndole en la disyuntiva de negociar con ellos o con lostotalitarios. Ha habido cierto espejismo por parte de los partidos en el Gobierno que han creído que dándole al PNV todo sincontrapartidas iban a impedir que la cosa fuese a mayores, que iban a calmar al nacionalismo totalitario. Y eso se demuestra que no es así, que hay una simbiosis que ha funcionado. Yo he oído al propio Arzalluz decir que sin ETA, el País Vasco no hubiera podido alcanzar las cotas de gobierno que tiene actualmente. Esotraducido a términos reales es que sin ETA, el PNV no hubieraalcanzado el poder que tiene.
P.- ¿Son los políticos quienes han ralentizado el Espíritu deErmua?
JJ.-- No tengo ninguna duda, desde el día siguiente mismo, entrelos políticos y ciertos grupos pacifistas hubo una reacción tendente a desmovilizar a la población y a volver al status quo anterior al asesinato.
P.- ¿Contra ellos han firmado el manifiesto del Foro Ermua?
JJ.- No es un manifiesto contra los políticos, sino de exigenciaa los partidos que se dicen democráticos de dejar las cosas claras, de no alimentar falsas expectativas, de no ceder ante el nacionalismo totalitario. Nos une sólo una preocupación por lasituación creada a raíz de la ambigüedad y la tibieza de los partidos políticos.
P.- Conocido su rechazo al diálogo, propuestas como elacuerdo de Ardanza, ¿le dicen algo, Juaristi?
JJ.- Poca cosa, no es un asunto que permita ejercitar elpensamiento. Hago votos para que esta desastrosa fase última porla que ha pasado el País Vasco cambie en el próximo siglo. Yocreo que al nacionalismo vasco no le falta pragmatismo, pero sí lealtad democrática: aceptar una sociedad plural.
El Partido Nacionalista Vasco
DOMINGO 11-ENERO-98
págs. 12-15
Por Isabel SAN SEBASTIAN
Jon Juaristi, catedrático de Filología Hispánica y autor de "El Bucle Melancólico"
«La actitud del PNV ante ETA ha sido de tibieza, connivencia, permisividad y oportunismo a lo largo de la transición»
ISS.-Ha provocado un verdadero terremoto en el mundo editorial con un lúcido ensayo, «El Bucle Melancólico (historias de nacionalistas vascos)», que ha pulverizado marcas de ventas y se ha convertido, de la noche a la mañana, en punto de referencia de los innumerables debates que, pública y privadamente, sostenemos los españoles en torno a esta cuestión. Un libro que se menciona en todas las conversaciones y que ha logrado enfurecer al mismísimo Javier Arzallus, quien ha dedicado a su autor el calificativo de «culebra», escasamente ceñido a la realidad, según mi modesta opinión. Porque nada hay de viscoso o escurridizo en Jon Juaristi. Antes, al contrario, este bilbaíno de 46 años de edad, catedrático de Filología Hispánica en la Universidad del País Vasco, ensayista y socialdemócrata («más demócrata que socialista», según su propia definición) presenta un aspecto más bien macizo, sólido y robusto, como buen hijo de su tierra, y regala a su interlocutor un discurso claro, conciso e inequívoco, sin una sola concesión a la ambigüedad. Un discurso que no ahorra críticas al nacionalismo, no como ideología enjuiciada desde la lejanía, sino como vivencia propia, mamada en la familia, en lengua vasca, y abrazada durante años, hasta la militancia en ETA (entre 1968 y 1969), que hoy Juaristi, recién llegado a Bilbao tras una estancia de un año en una universidad de Estados Unidos, disecciona con la precisión de un científico
ISS.-¿Por qué «historias» y no «historia» del nacionalismo vasco?
JJ.-Porque en realidad no se trata de una historia del PNV. Hay toda una línea del nacionalismo vasco que queda fuera, desde José Antonio Aguirre a Javier Landáburu y otros; personajes que han tenido una importancia fundamental en la historia del nacionalismo y que no he incluido en esta revisión, porque lo que trataba de hacer era la historia de una parte del nacionalismo vasco: aquella que conduce a ETA y a Ermua. Por tanto, el nacionalismo específicamente democrático ha quedado fuera, con la excepción de Javier Arzallus, que es un personaje al que me interesaba meter en el libro, primero por la enorme ambigüedad del sentido democrático de Arzallus y, después, como contraste con la corriente que podría denominarse «aranista» o «neoaranista» del nacionalismo
ETA
ISS.-Ustedes los militantes históricos de la ETA de los sesenta, ¿pensaron que treinta años después íbamos a estar como estamos?
JJ.-No, nunca llegamos a prever esta situación, ni de lejos. Pensábamos que la salida de la dictadura iba a ser distinta., ETA jamás pensó en una salida democrática. El objetivo era alcanzar unas condiciones que permitieran un pacto de poder militar a poder militar.
ISS.-¿Y usted tiene alguna manera de comprender qué es lo que persigue ETA hoy? ¿Qué es lo que pretende con esta violencia ciega?
JJ.-ETA persigue lo que ha perseguido siempre: un programa que se traduciría en la consecución de un Estado independiente.
IS.-¿De verdad creen los terroristas que eso es posible? ¿No se han convertido en una mafia que vive de la delincuencia?
JJ.-Bueno, también hay un elemento de tipo mafioso, pero yo creo que en los militantes de ETA hay un programa común, que es idéntico al de la ETA fundacional, y es la consecución de la independencia del País Vasco mediante una lucha contra España y no contra un Gobierno español concreto.
ISS.-¿Qué se podría hacer para terminar con el problema del terrorismo?
JJ.-La verdad es que no tengo idea. Lo que sí creo saber es cuáles no son las soluciones al problema. No son soluciones los gestos de negociación, los gestos de aproximación o acercamiento a las premisas que ETA defiende o dice defender. Cualquier negociación con ETA supondría perjudicar a la mayor parte de la población vasca. Primero a los no nacionalistas, que somos muchos, y segundo a los demócratas, porque cualquier negociación con ETA traería consigo una merma de las libertades y de la democracia en el País Vasco. Es necesario es un cierto espíritu de resistencia
OPORTUNISMO NACIONALISTA
ISS.-¿Usted no cree que se pueda integrar el discurso político de la izquierda «abertzale» en el del PNV, tal y como dice el lendakari Ardanza, por ejemplo?
JJ.-Es que no sé a qué se refiere Ardanza con eso. Si por integrar ese discurso «abertzale» se refiere a adoptar esa dinámica de confrontación con España, con el sistema constitucional, etc, el PNV dejaría de ser el PNV. El fracaso de estas operaciones lo hemos visto muy recientemente en el terreno sindical. También los dirigentes de ELA-STVsostenían que el pacto con LAB iba a redundar en una mayor sindicalización de LAB, y lo que ha resultado de todo ello, al final, ha sido una radicalización nacionalista mucho mayor de ELA-STV. Cuando un nacionalismo democrático se pone a colaborar con un nacionalismo antidemocrático, el nacionalismo democrático tiene todas las de perder.
ISS.-¿Qué cuota de responsabilidad atribuye usted al PNV por la situación de violencia y anormalidad democrática que se vive en el País Vasco?
JJ.-Creo que la actitud del PNV ha sido una actitud de tibieza, connivencia, permisividad y oportunismo a lo largo de toda la transición. El PNV ha creído -yo creo que erróneamente- que era posible una situación de optimización del terrorismo etarra. Al PNV le ha venido muy bien la existencia del terrorismo nacionalista en sus negociaciones con el Gobierno central desde los comienzos de la transición, en el sentido de que siempre ha podido presentarse como una opción moderada que, por muy radicales que fuesen sus demandas, siempre sería preferible, a la hora de negociar, que ETA o HB. Y al final, esa política, independientemente de que haya dado alas a la izquierda «abertzale», ha sido totalmente contraproducente para el PNV y para el País Vasco en su conjunto. '
ISS.-¿Usted llegó a ETA desde el nacionalismo o desde la izquierda radical?
JJ.-Desde el nacionalismo. Mi familia era nacionalista y católica. Mis abuelos y bisabuelos estuvieron implicados en la historia del PNV. Yo tenía primos de ETA ... en fin...
ISS.-¿Y por qué abandonó la tradición familiar?
JJ.-Porque empecé a ver que el nacionalismo era muy inconsistente en cuanto a su análisis de la historia vasca y de las relaciones de poder dentro de la sociedad vasca actual y a las soluciones que proponía. No quiere decir que las que yo escogí fueran mejores o peores. Simplemente cambié de opinión, que es un derecho que sigo reivindicando cuando uno no ve las cosas demasiado claras.
TIRO EN LA NUCA
ISS.-¿Tiene usted miedo al tiro en la nuca?
JJ.-Soy un hipocondríaco profesional que tiene miedo a muchas cosas. Bueno, no es una situación cómoda, pero es que tampoco puedo quieren matarme, me matarán, y no hay posibilidades de oponerse a eso, pero es algo en lo que habitualmente no pienso.
ISS.-¿A su juicio, el asesinato de Miguel Angel Blanco fue un error de cálculo de ETA, o un acto de crueldad deliberada y programada?
JJ.-Desde un punto de vista puramente externo, yo creo que fue un error estratégico; es decir, que no les ha granjeado simpatías. Pero yo no hablaría de error, porque ese acto de crueldad está bastante de acuerdo con la lógica de ETA, que es una lógica aislacionista y una lógica de enfrentamiento en el seno de la sociedad vasca. ETA tiende a establecer una pauta binaria: la de los defensores leales del pueblo vasco y la dé todos los demás, que son enemigos objetivos del pueblo vasco, representantes de España.
ISS.-En su libro hace constantes referencias al problema irlandés. ¿A su juicio, el vasco y el irlandés son problemas similares? ¿Pueden derivarse consecuencias de uno a otro?
JJ.-No. El nacionalismo vasco ha tenido presente durante gran parte de su historia el caso irlandés, pero los dos casos no son iguales. De hecho, el problema que se plantea en este momento en el Ulster tiene muy poco que ver con el problema vasco. Es más; yo estoy convencido de que una gran mayoría de los irlandeses del Ulster estarían bastante satisfechos con un sistema de autogobierno semejante al que tiene el País Vasco.
HERIDA IMAGINARIA
ISS.-Esa «cultura del victimismo» ese «culto al agravio permanente» de los que habla usted en su libro, ¿es algo específico del nacionalismo vasco, o común a todos los nacionalismos?
JJ.-Es común a, todos los nacionalismos, con algunas excepciones. Digamos que, en nuestra área geográfica, todos los nacionalismos irredentistas tienen en común esa cultura del agravio abierto, de la herida no cicatrizable, que hace de ellos unos nacionalismos insaciables; unos nacionalismos que no se van a conformar con concesiones o pactos, sino que siempre van a aspirar a más, porque su herida es imaginaria y las heridas imaginarias no pueden suturarse.
ISS.-¿Cómo definiría la esencia del nacionalismo vasco?
JJ.-Creo que el nacionalismo es un género y que en los distintos nacionalismos se dan una serie de premisas semejantes, que van desde la reclamación de una patria perdida en la noche de los tiempos, hasta una cierta voluntad de homogeneidad e integridad étnica. En este sentido, el nacionalismo vasco no se diferencia gran cosa del bretón, el flamenco o el irlandés.
ISS.-¿Y cuáles son sus elementos específicos?
JJ.-En el caso del nacionalismo vasco, hay un elemento angustioso desde sus orígenes mismos, que es la comprobación de que sus presupuestos cognitivos de la realidad, lo que ellos afirman sobre la realidad concreta del país, no se compadecen de ninguna forma con lo que el país es realmente. Es decir, que hay una gran distancia entre el análisis que los nacionalistas vascos hacen de la sociedad vasca y lo que la sociedad vasca es en sí: una sociedad bastante más compleja que lo que piensan los nacionalistas, con una presencia grande de distintas culturas, en sentido político y antropológico, que choca frontalmente con esa visión un tanto monolítica y homogeneizadora que tiene el nacionalismo vasco. El nacionalismo vasco cae constantemente en la tentación de hablar en nombre de una sociedad vasca homogénea que no existe en ninguna parte.
ISS.-¿Es una ideología racista?
JJ.-En su origen fue una ideología racista, hoy hay sectores del nacionalismo vasco donde claramente hay una vocación de exclusión étnica. Yo diría que hay muchos nacionalistas que no son racistas, pero que existe la tentación continua de deslizarse hacia formulaciones racistas. En el caso de Arzallus, obviamente, lo que existe es un fuerte etnicismo de base; él mismo se define como un nacionalista étnico y el problema de todo! los nacionalismos étnicos es que, a corto o a largo plazo, llevan siempre hacia la limpieza étnica.
ISS.-¿Podría eso llegar a ocurrir en el País Vasco?
JJ.-Si el nacionalismo antidemocrático, el representado por ETA o HB, llegase a triunfar en el País Vasco, la limpieza étnica seria inmediata.
SABINO ARANA
ISS.-¿Fue Sabino Arana el inventor del nacionalismo vasco, o se limitó a recoger y sistematizar políticamente un sentimiento arraigado en una mayoría del pueblo vasco?
JJ.-No. En el pensamiento de Sabino Arana (o en lo que quiera que fuese; digamos en su ideología) sí hay elementos anteriores del carlismo, el fuerismo, etc, pero Sabino Arana introduce una novedad: introduce esa voluntad secesionista, esa afirmación de una diferencia total y absoluta entre vascos y españoles, o entre el País Vasco y España. Sabino Arana, por primera vez en la Historia, da una definición de la identidad vasca en función de la negación de la identidad española de los vascos y, en ese sentido, funda el nacionalismo vasco.
ISS.-¿Existía en el pueblo vasco antes de Sabino Arana esa conciencia de rechazo y agravio con respecto a España?
JJ.-No. De hecho, Sabino Arana no la tenía hasta los 18 años. Él mismo escribe en su discurso de Larrazábal que, hasta los 18 años, él creía que su patria era España y hasta entonces se comportó como un buen español de derechas, que es lo que en el fondo nunca dejó de ser.
ISS.-En su «Bucle Melancólico» traza usted un paralelismo entre las trayectorias político-intelectuales de Miguel de Unamuno y Sabino Arana, muy cercanas en un principio y claramente divergentes después. ¿A qué atribuye esa diferencia? ¿Qué fue lo que determinó caminos tan distintos a partir de puntos de partida tan próximos?
JJ.-Yo diría que Unamuno leía mucho, tenía una formación intelectual mucho más rica que la que llegó a conseguir Sabino Arana, que era un hombre que no sólo no leía, como él mismo afirmaba, al reconocer que podría contar con los dedos de una mano los libros que llegó a terminar, sino que lo tenía a gala, como demuestran sus constantes muestras de desprecio hacia la especulación intelectual. Había también diferencias de extracción social importantes: Unamuno era hijo de un liberal y Sabino Arana de un carlista, pero una coincidencia de fondo. Ambos eran dos esencialistas en su visión del pueblo vasco. Creían en la existencia de un pueblo vasco perteneciente al orden de la naturaleza y no al de la Historia. Pero, a partir de este punto en común, los dos construyen proyectos políticos muy distintos: Unamuno un proyecto español republicano y Sabino Arana un proyecto nacionalista vasco ultraconservador, por no llamarle claramente reaccionario.
ISS.-¿Qué parte del credo sabiniano perdura en el PNV actual?
JJ.-El PNV es un partido muy pragmático, con una buena cintura. Muchas de las cosas que actualmente sostienen sus dirigentes no sólo no tienen nada que ver con las que sostenía Arana, sino que están en el extremo opuesto: por ejemplo, Arzallus durante los años 80 hizo una defensa empecinada del industrialismo en el País Vasco, que Sabino Arana, que era un ruralista y un enemigo de la industria, nunca habría sostenido. Pero el hecho de que el PNV no se haya planteado nunca revisar y es tablecer distancias entre la ideología de, su fundador y lo que podría llamarse la doctrina oficial del partido en estos momentos, es bastante sintomático de un cierto miedo a enfrentarse autocríticamente con los propios presupuestos de su ideología. De hecho, de todas las reacciones que se han producido tras la publicación del libro hay una que me llamó la atención por su virulencia, y fue la de la Fundación Sabino Arana, que publicó unos ataques bastante subidos de tono a raíz de unas declaraciones mías en las que decía que el asesinato de Miguel Angel Blanco parecía un asesinato de diseño y podría haberlo firmado Sabino Arana. Los «ensueños sangrientos» de Sabino Arana iban en esa dirección. Obviamente, yo nunca he sostenido que Sabino Arana habría realizado él mismo este asesinato. Sin embargo, en él hay una continua condena del extraño, del foráneo, del «maketo», y una enorme violencia verbal que es una violencia bélica. Pues bien, la reacción de los representantes de la Fundación Sabino Arana demuestra claramente que hay cosas intocables en el patrimonio ideológico del PNV. Aunque afirman estar abiertos al diálogo y a la discusión, hay cosas que con los nacionalistas es imposible discutir, y una de ellas es el valor y el significado de Sabino Arana.
PENETRACIÓN CULTURAL
ISS.-¿Qué consecuencias van a derivarse para-usted de la feroz crítica al nacionalismo vasco que contiene este libro?
JJ.-No creo que la crítica sea tan feroz. Es un libro que no es nacionalista, que intenta entender el nacionalismo desde una postura incluso autobiográfica y personal. Aunque parezca lo contrario, no es un libro escrito con hostilidad hacia el nacionalismo democrático. Una cosa es que los líderes del PNV no me resulten simpáticos, que no me resultan simpáticos, y otra muy distinta que yo tienda a negar el derecho a la existencia del nacionalismo vasco. No. Me parece que el nacionalismo vasco representa en estos momentos los intereses democráticos de una gran parte de la sociedad vasca y que tiene perfecto derecho no sólo a la existencia, sino a ostentar el poder político si se lo proporcionan las urnas. Ahora bien, eso no obsta para que yo me crea con derecho a analizar desde una perspectiva histórica ese mundo complejo de las ideas del nacionalismo.
ISS.-¿Hasta dónde alcanza la influencia del PNV en el sistema educativo del País Vasco?
JJ.-Bueno, las directrices globales por supuesto están inspiradas en unos planteamientos nacionalistas, pero tampoco todo el aparato educativo público del País Vasco es nacionalista. La Universidad del País Vasco, por ejemplo, no puede definirse como nacionalista y ha sido incluso en ciertos sectores bastante crítica.
ISS.-¿Y las escuelas y los institutos?
JJ.-Soy bastante pesimista respecto al destino general de la Educación en todos sus niveles y en todos sus sectores, tanto públicos como privados. Me parece que de una forma bastante estúpida el sistema se está empobreciendo terriblemente en cuánto a sus contenidos, hay una especie de desprecio inconsciente hacia el saber humanístico, un desconcierto generalizado en cuanto a la enseñanza como sistema de transmisión de valores y, en este sentido, no creo que la estructura educativa en el País Vasco sea una excepción a lo que está ocurriendo en el conjunto de la enseñanza en España, en Europa y no digamos nada en EE.UU.
ISS.-¿Y cómo valora el hecho de que el PSOE haya votado en contra de la reforma del decreto de Humanidades?
JJ.-Me parece muy mal. Creo que ha sido una decisión política que tiene muy poco que ver con lo que podrían ser los intereses de una enseñanza de calidad.
ISS.-¿Se está intentando reescribir la Historia de España en cinco, diez o diez y siete versiones diferentes?
JJ.-Sí. De hecho se ha reescrito ya y se ha reescrito muy mal. Obviamente ha habido una manipulación política de la Historia por los nacionalismos. Pero es que eso es consustancial a los nacionalismos. Los nacionalismos manipulan la Historia, de la misma forma que el nacionalismo. español manipuló la Historia, cuando existía un nacionalismo español que en estos momentos no veo por ninguna parte.
martes, 13 de mayo de 2008
Manifestaciones, cesura y terrorismo
Subject: Re: [PERIODSMO] La Democracia Censurada
Hola Fran:
>Me gustaría leer vuestras opiniones.
Atendiendo a tu requerimiento daré mi opinión... aunque soy bastante reacio a hacerlo debido a las fuertes emociones que despierta este tema.
>Hoy he desayunado con una de las noticias mas tristes que se puedan dar
>en un estado democratico. El diario de mayor tirada de mi país (La Voz
>de Galicia) anuncia dos cosas: una, la decisión del Gobierno Vasco de no
>autorizar una manifiestación de Herri Batasuna tras los incidentes y
>manifestaciones de los pasados días en toda España.
No me parece, para mi, de las noticias mas tristes que se puedan dar en un estado democrático. Si, en cambio, una de las más complicadas. Me imagino que el Gobierno Vasco debe haber sopesado una y otra vez tomar una de esas raras decisiones a las que no nos tiene acostumbrados.
Prohibir una manifestación del brazo político de una organización terrorista legal es en realidad un absurdo. El absurdo es que sea legal. Y con ese absurdo se contamina todo el proceso. Quiero decir que estamos reflexionando sobre la conveniencia de permitir o no la expresión político de una partido legalizado con todas las de la ley... como si fueran igual, por poner un ejemplo, el PSOE, Izquierda Unida o HB. Y creo que no hay ninguna igualdad, ninguna. De un lado estan diferentes opciones ideológicas pero que comparten el respeto por las reglas de juego de la democracia, del otro está una organización que publicamente desea la liquidación de esas reglas de juego (un estado socialista de corte soviético) y que además utiliza el crimen, el secuestro y la extorsión como actividad "política" habitual.
Entonces la legalización de HB plantea todos los problemas que surgen de tratar de manera igual cosas que son sustancialmente diferente.
Por supuesto que una vez aceptada la realidad vigente soy enemigo de prohibir esa manifestación. Allá ellos si desean manifestarse contra millones de fascistas (así consideran a los que no comparten ni sus principios ni su manera de defenderlos). Probablemente el gobierno vasco no desee una serie de guerrillas y batallas campales en sus calles... pero de ser así no se entiende porque no les preocupó de la misma forma cuando HB tomaba la calle, incendiaba autobuses, o provocaba a los que se manifestaban pacificamente en contra de los secuestros.
La otra posibilidad es que el Gobierno Vasco se haya vuelto de golpe autoritario... vaya! tendría que ver mas cosas para creermelo. En principio creo que "debil", sí, pero autoritario... parece una exageración.
> El motivo que aducen
>es que las Fuerzas de Seguridad del Estado no pueden garantizar la
>seguridad ante los previsibles incidentes entre violentos y no violentos
>en Esukal Herria.
Un motivo explícito que tiene cierta debilidad histórica... hasta ahora no pudieron evitar todo lo que ha venido ocurriendo en el pais vasco. Pero nunca es tarde.
> La otra noticia es aun más preocupante: Antena 3 TV,
>Tele5 y el Diario madrileño YA anuncian un pacto mediatico mediante el
>cual silenciarán cualquier asunto protagonizado por -o en el que
>intervenga- Herri Batasuna, y amplían la oferta al resto de cadenas de
>TV, radios y prensa.
No estoy de acuerdo con estos pactos. Me parecen ilusorios. Dan la impresión de un "saludo al sol". Cualquier medio informará cuando los etarras hagan otra bestialidad de la acostumbrada. Y si uno no lo hace, los ciudadanos haremos zapping y nos iremos al otro canal. Pero en cuanto a los principios en que se basa este posible acuerdo, es otra cosa. Aquí habría mucho que analizar. Y no se discute sobre esto en España.
Los medios estan incluídos en potentes empresas económicas. Hay muchos millones de pesetas en juego. Conforme a esta lógica los medios cuidan su dinero tratando de no ofender a los poderosos. Y cuando lo hacen es porque tienen otro respaldo sólido en la sombra. A los medios les tiene sin cuidado si un ciudadano vasco se ve acosado por sus ideas (o lleva un lazo azul, por ejemplo), pero forman parte de la sociedad. Sus propietarios, jefes, periodistas, empleados y técnicos viven en esta sociedad. Luego se indignan, se enfurecen, tienen sus antipatias y simpatias como cualquier hijo de vecino. De allí surgen posiciones que no responden a cuestiones ideológicas sino viscerales.
Pienso que la que nos ocupa entra en esta última categoría. No responde a intereses económicos ni políticos; no está sustentada por una ideología coherente... simplemente quieren hacer algo, como la gente que sale a la calle. Y se les ocurre eso; aunque no sirva de mucho.
No hay porque gastar mucha polvora ideológica en estas decisiones. Como sucede (y sucedió) tantas veces en nuestro país, dentro de tres meses ya nadie se acuerda. Tengamos en cuenta que para ese plazo ya habrá empezado la liga de futbol.
>Ante la primera noticia no me caba mas que la cínica sonrisa. Es cierto
>que, si unas fuerzas de seguridad que estan consideradas entre las más
>elitistas y cualificadas de Europa tardan un año y medio en averiguar
>dónde se encuentra un hombre secuestrado, algo les falla. Pero de ahí a
>que no pueda garantizarse la seguridad de unos manifestantes hay un
>largo trecho.
Ya. Como dije mas arriba el pretexto es debil. Pero aquí no son las fuerzas de seguridad las que toman la decisión, sino el gobierno vasco (apoyado, como no, por el nacional). Cuando las fuerzas de seguridad se exceden (que tambien sucede) estoy de acuerdo en que se las critique... pero en este caso son unos mandados, por lo tanto no parece justo meterse con ellos.
>Respecto al segundo de los asuntos (el pacto de silencio), no puedo mas
>que recordar el día en que el agregado de información de la embajada
>británica en Madrid me comentaba sin rubor alguno la existencia de un
>pacto entre la Corona británica y TODOS los medios de comunicación
>ingleses mediante el cual todo ciudadano bajo jurisdicción de Su
>Majestad no leería, oiría o vería información alguna referida al
>conflicto de Irlanda del Norte. Era una medida de seguridad nacional
>(sic). Era una medida de vergonzosa censura promovida por el poder y
>aplaudida por los medios de comunicación. (Como decimos en Galiza: "mean
>por encima de nosostros y tenemos que decir que llueve".)
Yo no he tenido esa oportunidad pero creo lo que arriba cuentas... sólo que no me parece tan vergonzoso; aunque más no sea porque nosotros, los españoles, no estamos en condiciones de darles lecciones de democracia y convivencia pacífica a los ingleses. No se trata de sentirnos disminuídos, cada pueblo tiene su experiencia histórica. Pero la de ellos no pasa en estos últimos 300 años por amordazar a su pueblo e impedirle expresarse. Ni siquera con los extranjeros. Cuando Carlos Marx no encontraba asilo en toda europa y los democráticos franceses no lo aceptaban, los ingleses no tuvieron inconveniente en que viviera allí y consultara sus libros para criticar al sistema.
La anécdota es simplemente eso. Pero si es verdad que existe en el Reino Unido un pacto de esta clase con "todos" los medios de comunicación... los ciudadanos ingleses no son ajenos.
>A mi me parece estupendo que todos los ciudadanos de los pueblos del
>Estado Español expresen su rechazo a la violencia terrorista, su ansia
>de paz y convivencia en un estado democratico y de derecho. Lo que no me
>gusta en absoluto es que quien gobierna ese mismo estado de derecho
>-porque no se puede olvidar la influencia de la Secretaría de estado
>para la Comunicación en los medios de información españoles- aproveche
>una movilización ciudadana tan grande para censurar y acallar a un
>partido político legal (sí, ya sé que es el brazo político y legal de
>una organización terrorista, pero hay que recordar que en España los
>partidos políticos ilegales no tienen cabida después de la legalización
>del PCE). Si una formación política tiene derecho a existir y sus
>votantes derecho a votarles, esa mismo partido tiene tanto derecho a su
>cuota de presencia en los medios como los demás (si excepciones). Lo
>contrario no es más que un abuso de poder.
Por supuesto. El problema principal está en si una parte de una organización terrorista puede ser legalizada y gozar de los mismos derechos que cualquier otro grupo de ciudadanos. Si la respuesta es "sí" entonces... tiene todos los derechos (so pena de incoherencia).
>Nosotros, como profesionales de la comunicación no deberíamos quedarnos
>de brazos cruzados ante este suceso. Ya dijo en su día Bertol Brech que
>después de ir a por unos, si nadie hace nada, irían a por otros más.
La reflexión de B.Brech (que es un poco más larga) la pensaba yo el jueves cuando el secuestro del concejal. No imaginaba la respuesta masiva del pueblo español. Y la verdad que me emocioné... dejé de ser (o de intentar ser) racional. Me llegó al alma. A pesar de lo tontos que somos en tantas cosas, da gusto vivir y ser de aquí. Aunque pareza ingenuo escribirlo.
>¿No se han planteado los comités de empresa de A3TV, T5, YA, etc,
>decirles a sus jefes "Oiga, que somos profesionales del periodismo en un
>estado democratico!!!"?. Si la prensa no defiende el estado de derecho y
>las garantías de libertad y de derecho a informar y a ser informado,
>¿Quién carallo lo va a hacer?
>¿Si pasamos por el aro una primera vez, quién nos dirá luego que tenemos
>derecho a protestar?
Cuidado. No es lo mismo peces que bueyes. A pocos se les ocurrirá no ya decir, sino pensar algo así. Una cosa es un hecho político cualquiera y otra cosa es un hecho que por circunstancias inexplicables llega al corazón de una nación. Y este llegó. Los de HB/Eta tocaron, con su brutalidad habitual, una cuerda muy profunda de todos nosotros. Conozco gente que ni se interesa por la política y ni tiene buena opinión de los políticos y que sin embargo salió a la calle. Y cuando se toca tan a fondo... después no se puede pedir que seas racional. Es como darte una patada en los huevos y luego exigirte que no te olvides de lo que está escrito en la Constitución.
>Si este tipo de maniobras persisten, quizá llegue el momento en que
>tengamos que innundar los buzones e-mail de los medios con cartas de
>protesta, ¿no os parece?
Mucho me sorprendería que hubiera alguna clase de contestación social (o profesional). Hay cosas que son demasiado recientes como para dedicarse a proteger principios.
>Bueno, siento haberme extendido tanto, pero creo -desde mi humilde
>opinión- que nuestra democracia y nuestro sistema de medios empieza a
>tener serios problemas; problemas semejantes a aquellos que existían
>cuando yo era un niño y mi ahora presidente democratico (Manuel Fraga)
>se encargaba de decir en toda España lo que se podía publicar y lo que
>no.
La democracia en el país vasco ha empezado a tener serios problemas hace años. Cuando sólo la gente de una tendencia puede manifestarse; cuando impunemente se puede vapulear a la gente en la calle por llevar un lazo; cuando se somete a chantaje y robo a muchos ciudadanos por razones políticas... no hay democracia, aunque existan, como no, gobiernos elegidos democraticamente.
Me abstuve, me abstengo y me abstendré de polemizar con aquellos que viven fuera de nuestras fronteras y sólo se enteran por algunos periódicos. Pero tu vives aquí y sabes tan bien como yo lo que puede suponer vivir en un pueblo pequeño del pais vasco y no compartir las ideas de los batasunos: un ejercicio de callar.
Saludos.Carlos.
martes, 15 de abril de 2008
Bombardeo a Gernika
Gernika (breve resumen)
2007-ago-16
Historia del bombardeo que fue realizado por la Legión Condor al mando de Reichtoffen (nombre escrito como suena).
Franco fue persuadido por los alemanes de dejar de presionar en el frente de Madrid y atacar al norte, donde se mantenía una estrecha franja republicana. El Gral. Mola avanza por el país vasco y la legión Condor bombardea el ... de abril el puente de Gernika para bloquear el retroceso de los rojos. Primero se lanzan bombas sobre el puente, luego los cazas ametrallan y luego se lanzan las grandes bombas y b. incendiarias sobre la ciudad.
Posteriormente, cuando entran las tropas nacionales, le echan la culpa a dinamiteros rojos, y así aparece en los noticiarios de Italia, Alemania y la españa nacional. Los reporteros informan y en G.B. se producen manifestaciones masivas en favor de la españa republicana que no tienen ningun efecto práctico.
viernes, 28 de marzo de 2008
Larrínaga
Es el único sacerdote de la Unión Europa obligado a llevar escolta por la amenaza terrorista de ETA
JAIME LARRÍNAGA, párroco de la localidad vasca de Maruri: "AL MOSTRARSE PIADOSA CON LOS ETARRAS, LA IGLESIA VASCA ES CRUEL CON LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO"
· "Algunos de mis feligreses tienen miedo a que alguien les vea conmigo"
· "Al no tener libertad, no me siento persona"
· "La Iglesia vasca ha colocado a Euskadi por encima del Evangelio y de Dios"
Una entrevista de Raúl González Zorrilla
El padre Jaime Larrínaga es el único sacerdote de la Unión Europea que está las veinticuatro horas del día protegido por dos escoltas. Su delito es haber denunciado, desde su parroquia en la localidad vasca de Maruri, la tiranía, la crueldad y el terror que la banda terrorista ETA impone sobre los ciudadanos vascos demócratas. Jaime Larrínaga es también presidente del Foro Salvador, una plataforma compuesta por un grupo de religiosos vascos que no se cansan de denunciar los crímenes y la destrucción ética que la violencia etarra esta provocando en sus diócesis. Desde este grupo también se pone en evidencia la colaboración vergonzosa y patética que el mundo nacionalista "moderado" mantiene con los artífices del coche bomba y el tiro en la nuca.
Como decíamos, Jaime Larrínaga era un hombre casi feliz con los muchos parroquianos que acudían a su Iglesia, "incluso muchos hombres y mujeres de poblaciones cercanas se acercaban a mí a pedirme ayuda y favores". Un día cualquiera, medio año atrás, el propio Ayuntamiento de Maruri, gobernado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Eusko Alkartasuna (EA) (partidos que también controlan el Gobierno vasco), buzoneó una carta a todos los vecinos de la localidad. En la misiva se acusaba a Jaime Larrínaga de ser "antivasco" y de ser también un "nostálgico del franquismo". Todo ello porque este hombre de profundos ojos azules, amable, profundamente generoso y sencillo hasta la más completa austeridad, se convierte en una figura incontrolable y rebosante de dignidad cuando se coloca delante del altar. Según los nacionalistas vascos que le han colocado en la diana de los asesinos al definirle como "antivasco, es en el santo sagrario donde Jaime Larrínaga comete sus dislates: es decir, donde clama por la seguridad de los demócratas, donde recuerda el derecho de todos los hombres a expresarse en libertad, donde denuncia a los asesinos de ETA y los innumerables abusos de sus cómplices "batasunos", y desde donde exige la paz, confortando a las víctimas y solidarizándose con las miles de personas amenazadas por el terrorismo que existen en Euskadi. Estos, y no otros, son los 'pecados' del padre Larrínaga que el nacionalismo vasco considera imperdonables.
- ¿Cómo es su vida cotidiana en Maruri, un pueblo donde muchos vecinos todavía consideran que es disculpable que se asesine a alguien por sus ideas?
- Hasta el verano de este año 2002, yo era el sacerdote del que estaban orgullosos todos mis feligreses. Siempre encontraban en mí a un amigo, incluso gentes de otras parroquias venían a pedirme favores.
Pero después del "buzoneo" llevado a cabo por el Ayuntamiento de Maruri, a través del cual se me acusaba de ser "antinacionalista", es decir, de ser, según ellos, "antivasco", y de ser nostálgico del franquismo, etc... me pusieron en la diana de los terroristas. ¿Por qué?. Porque Jaime Larrínaga, presidente del Foro Salvador, había denunciado la falta de libertad que existe en el País Vasco para muchos ciudadanos que no son nacionalistas y porque había apoyado públicamente a las víctimas del terrorismo.
- ¿Todo cambió desde entonces?
- Como digo, después del "buzoneo" mi vida en Maruri ha cambiado radicalmente. Tengo escolta, por lo que mi libertad está muy dañada y condicionada. Los nacionalistas me acusan de haber dañado la imagen del pueblo. Soy el único que no tiene libertad en Maruri, y de víctima he pasado a ser el causante de la fractura social del municipio. Es como si el termómetro fuera el responsable de la fiebre que tiene el enfermo.
Algunos feligreses, haciéndose los mártires, han dejado de venir a misa los domingos, acusándome de hacer política. Ahora resulta que denunciar la falta de libertad, defender los derechos humanos y recordar a las víctimas del terrorismo, es hacer política. ¡Feliz política!. Muchos de estos feligreses, por el contrario, van sin ningún problema a otras parroquias cercanas donde no se denuncia a los terroristas y cuyos sacerdotes se manifiestan junto a los militantes de Batasuna, que son los cómplices de ETA. La irracionalidad del nacionalismo, más la "visceralidad" que impone la sangre, les impide juzgar objetivamente los hechos. Están ciegos.
"La Iglesia vasca es profundamente nacionalista"
- ¿Cómo explica usted la obsesión que tiene la mayor parte de Iglesia vasca por defender un proyecto nacionalista de sociedad que todavía no se ha separado lo necesario del mundo terrorista?
- La Iglesia vasca, y esto no es ningún secreto, es en su mayoría profundamente nacionalista. Cuando hay que nombrar a algún obispo para alguna de las diócesis vascas se emplean, por parte del clero de esta región, todos los medios para que sea un obispo nacionalista. (Siempre se maquilla un poco, diciendo que el obispo en cuestión tiene que ser euskaldún, que tiene que conocer el País Vasco, etc.). Se podría exigir que fuera un buen pastor, católico, universal, abierto para una sociedad y una iglesia plural. Pero no. La Iglesia vasca todavía solamente muestra su cara nacionalista. Ha sacralizado Euskadi, y lo ha colocado por encima del Evangelio y de Dios.
Dentro de esta clave nacionalista, los terroristas, los que hacen el "trabajo sucio", son considerados como los hijos "descarriados", como los hijos pródigos a los que hay que atender y respetar en sus derechos. La Iglesia sí que condena las muertes, pero ignora a los asesinos, y los asesinos, cuando son detenidos y juzgados, encuentran en la Iglesia amparo y defensa. De esta forma, la Iglesia, al mostrarse piadosa con los crueles, se convierte en cruel con las víctimas.
"El Gobierno vasco tiene que defender la convivencia pacífica y la libertad para todos los ciudadanos"
- ¿Qué sentimientos le provoca ser el único sacerdote de la Unión Europea que necesita de seguridad por su constante denuncia de los terroristas y de sus cómplices de paisano?
- Sentimientos inéditos. Me siento totalmente raro, como que me hubieran robado algo importante. Al no tener libertad, no me siento persona. Me extraña que no haya muchos más sacerdotes con escolta, cuando tantos hombres y mujeres, por querer vivir como demócratas, se ven obligados a llevar protección. Esta "situación" es un insulto a la vida política del País Vasco, de España y de la Unión Europea. Que en el siglo XXI un grupo terrorista como ETA controle e imponga su voluntad es un claro atentado a la dignidad humana.
El Gobierno vasco tiene que cumplir con el Estatuto: establecer y defender la convivencia pacífica y la libertad para todos los ciudadanos vascos.
- ¿Ha recibido apoyo de sus superiores jerárquicos?, ¿Y de sus vecinos?
- Por parte de mis superiores jerárquicos, sí. Por parte de los sacerdotes vecinos, nada de nada. Incluso algún sacerdote se atrevió a insultarme y calumniarme en la prensa nacionalista. Pero también he recibido el apoyo de algunos, pocos, sacerdotes de la diócesis, así como de muchos sacerdotes del resto de España.
- La Conferencia Episcopal española está preparando un documento sobre terrorismo, ¿Cómo cree que debería abordar la Conferencia episcopal esta cuestión?, ¿Han demandado su colaboración?
- Debería enfrentar esta cuestión desde el Evangelio. Con mucha claridad, sin ambigüedades y con valentía. Tiene que ser sumamente sensible con la "cruz" de las víctimas, con la falta de libertad que padecen muchos hombres y mujeres. Debe exigir a las autoridades autonómicas que su principal y primera misión sea la de que cualquier persona del País Vasco pueda vivir sin escolta, sin temor a que la asesine un grupo terrorista como ETA. El Foro El Salvador, que presido, ha hecho pública cuál debe ser la postura de la Iglesia con respecto a la cuestión terrorista.
- ¿Qué es lo que más le entristece del comportamiento de sus feligreses en particular, y del resto de los ciudadanos vascos en general?
- Me entristece ver cómo se han dejado manipular por el nacionalismo vasco. De toda la relación que he mantenido con mis feligreses durante los últimos treinta años, ya no queda casi nada. ¡Qué poco talante democrático!. Algunos me apoyan, pero no se atreven a hacerlo públicamente. Tienen miedo, incluso, a que me vean con ellos.
Ojalá, después de muchos años, la Iglesia no tenga que pedir perdón por los muertos de nuestro tiempo
- ¿Qué cosas le hacen sentirse todavía esperanzado sobre el futuro de esta región?
- Siempre amanece después de la "noche larga". Cuando veo a personas jóvenes trabajando en reparar la memoria noble de las víctimas del terrorismo, jóvenes del PSOE del PP entregados a una causa insigne, me reafirmo en mi lucha contracorriente y no pierdo la esperanza. Me dan fuerza los hombres y las mujeres que me dicen que solamente conservan la fe en la Iglesia de Cristo por la existencia de algunos sacerdotes como los que, en cierta manera, yo puedo representar. Al final, y aunque en ocasiones haya que esperar mucho, siempre se impone la razón y la verdad. ¡Ojalá, después de muchos años, la Iglesia no tenga que pedir perdón por los muertos de nuestro tiempo!. ¡Ojalá que desde ahora mismo, la Iglesia comience a trabajar ya por bajar a las víctimas del terrorismo de su Cruz!.
© Raúl González Zorrilla
© Revista TAL CUAL
julio 2003