Mostrando entradas con la etiqueta China. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta China. Mostrar todas las entradas

lunes, 1 de septiembre de 2008

Temor a China

Date: Fri, 24 Dec 2004 07:01:56 -0500
Subject: China, "peligro mundial"
--------
* Fuente: 
http://www.lavanguardia.es/web/20041223/51171984215.html

China, "peligro mundial"
En el 2004 se ha recreado el mito del "peligro amarillo", ignorando el paradigma del mundo en desarrollo

RAFAEL POCH - 23/12/2004 - 16.41 horas

En el 2004, China se ha convertido en el segundo consumidor de crudo. Con el levantamiento de barreras textiles a partir de enero, va a vestir, literalmente, a media humanidad. Ya no es solo la "fábrica global barata": sus grandes empresas comienzan a tomar posiciones internacionales. El país está ascendiendo rápidamente como poder mundial. "En una década o dos podrá desafiar directamente la supremacía de Estados Unidos, Japón y Europa", repite la común opinión. Y a partir de esta ensalada, nace el mito del nuevo "peligro mundial".

El miedo de occidente es tan racional como el refrán, "piensa el ladrón que todos son de su misma condición". La premisa es que si el otro, antes débil y subyugado, llega a ser rico y poderoso, será igual de agresivo e imperialista que las viejas naciones de Europa.

El "peligro amarillo" es también la carta de reserva en la manga del truhán global, para cuando se agote el cuento del "terrorismo internacional-principal problema de la humanidad". Y la del empresario, que deslocaliza en busca del máximo beneficio, presionado por la "mano invisible" del mercado.

Es el momento de recordar que ni la civilización industrial, ni el capitalismo, ni el dominio imperial moderno, lo inventaron los chinos.

China solo se está adaptando -dicen que con éxito- al mundo que le derrotó en el XIX. Las quinielas sobre lo que será capaz de conseguir en el siglo XXI son muchas, pero la mayor certeza es el panorama, extremadamente delicado, que el país tiene por delante.

Hasta el 2043, la población china seguirá creciendo hasta alcanzar la catástrofe de 1550 millones, al límite de lo que los especialistas dicen que puede soportar. Aumentarán los problemas vinculados a recursos y medio ambiente, pero también disminuirá su "energía vital": para el 2050 el 27% de su población tendrá más de 60 años. Entre tanto, deberá lidiar con una desigualdad, social y territorial, muy preocupante. Su sistema político deberá resolver una complicada reforma, que disuelva el actual monopolio e institucionalice el pluralismo. Para el 2020 la población laboral de China superará los 900 millones, 300 millones más que el total de la población laboral de todos los países desarrollados. Generar empleo para esa masa, en pleno trance urbanizador, será uno de los grandes desafíos.

En educación, los chinos reciben como media menos de 8 años, el nivel de los americanos de hace un siglo, y menos de un 5% tiene educación superior, cuatro veces menos que en Europa. En sanidad y seguridad social: el 80% de los recursos se concentran en las ciudades. 300 millones no tienen acceso a agua potable. Más de 100 millones no reciben atención medica apropiada. Hay 120 millones de casos de hepatitis B y un peligro potencial de explosión de Sida en el mundo rural...

Si, claro, para el 2020 China habrá cuadruplicado su PIB del 2000 y figurará en el grupo de los tres países más poderosos..., pero en ese contexto de sociedad en desarrollo. Hasta donde alcanza la vista, esas realidades determinan que China, paradigma del mundo en desarrollo, sea un panorama de riesgos internos. Eso obliga a China a mantener su prudencia interior y exterior. Es poco probable que se convierta en un factor irresponsable en la esfera internacional.

El problema no es el mundo en desarrollo, sino el mundo desarrollado. El sistema insostenible del que ese mundo es inventor y propietario, prefiere mirar para otro lado y recrear leyendas sobre supuestos "peligros mundiales", antes que asumir la evidencia de su propia peligrosidad y la urgencia de su propia transformación. 

========
Date: Tue, 12 Apr 2005 08:00:26 -0400
Subject: El enojo de los estudiantes chinos es fundado
--------
* Fuente: 
http://www.dw-world.de/dw/article/0,,1548939,00.html?maca=spa-Titulares-640-html

Manifestaciones antijaponesas en Pekín.  
La prensa europea comenta hoy las tensiones entre China y Japón por las violentas manifestaciones de estudiantes en la Pekín.

El diario alemán SÜDDEUTSCHE ZEITUNG, de Múnich, escribe: "El enojo de los estudiantes chinos no carece de fundamentos. La ira que ahora explota se ha acumulado durante años, en los que el Gobierno de derecha japonés bajo Junichiro Koizumi ha violentado constantemente los sentimientos del vecino otrora ocupado por Japón. Con cada visita al templo Yasukuni, el centro del nacionalismo japonés, toda defensa de malos libros de historia y todo comentario antichino, el equipo de Gobierno de Koizumi ha echado leña al fuego. En las reacciones de Tokio a las protestas chinas ha faltado toda insinuación de autocrítica. En Tokio se cree que ya se ha asumido lo suficiente el pasado, pasando por alto que no le corresponde emitir ese juicio a los herederos de los autores de los crímenes". 

¿Por qué se organizan manifestaciones?

El diario ruso WREMIA opina: "Si la estabilidad es lo más importante para China, como subraya permanentemente el Gobierno, ¿por qué se organizan manifestaciones en las que se llega a la violencia? Probablemente Pekín quiera demostrar cuán fuertes son los ánimos nacionalistas entre los chinos. Así se puede convencer a las grandes potencias del mundo de que sólo un régimen autoritario comunista esá en condiciones de contener esa ola de violencia. La referencia a la disconformidad en la sociedad china puede además ser utilizada para fundamentar el NO de China a un asiento permanente de Japón en el Consejo de Seguridad de la ONU".  

Una situación paradójica 

El diario LA VANGUARDIA, de Barcelona, España, opina: "La situación actual es paradójica. Japón se beneficia económicamente del desarrollo chino, pero, al mismo tiempo, asiste con preocupación al resurgir del nacionalismo del gigante vecino. La protesta contra el revisionismo histórico japonés, que incluye una actitud ambigua de Tokio hacia los crímenes del pasado imperial, se extiende ahora por el sur de China. No es éste, sin embargo, el único foco de tensión. China también apunta con más de 700 misiles a Taiwán, la isla que considera una provincia rebelde, e intimida a sus vecinos por un puñado de islas aparentemente rodeadas de petróleo". 

Japón teme el creciente poder de China

LE FIGARO, de París, Francia, escribe: "Si Japón abandona su recato, es porque teme el creciente poder de China, que en su libro blanco de defensa a fines de 2004 calificó a China de potencial amenaza militar. El Gobierno de Pekín, por su parte, está alarmado, porque ve que Tokio y Washington persiguen un objetivo estratégico común en el estrecho de Taiwán, como dijo la ministra de Exteriores de EEUU Rice en febrero durante su visita a Japón. El intenso comercial entre ambos gigantes de Extremo Oriente ya no puede velar la crisis política. Ambas partes se temen mutuamente sin que exista un verdadero diálogo que reduzca las tensiones e impida un renacimiento del nacionalistmo. Y con ello aumentan los peligros". 

viernes, 28 de marzo de 2008

La invasión china del Tíbet

LA INVASIÓN CHINA

Un inicio de siglo complicado


Tutben Gyatso
Su Santidad el decimotercero Dalai Lama Tubten Gyatso (1876-1933), inició un proceso de modernización del Tíbet. En 1903 el coronel británico Francis Younghusband forzó al gobierno tibetano a aceptar un "tratado comercial" con la India que, en realidad, sólo favorecía los intereses británicos. En 1.904 los ingleses enviaron tropas al Tíbet bajo el pretexto de una creciente influencia rusa en la zona y, el Dalai Lama huyó a Mongolia y permaneció en el exilio hasta 1911. Los británicos en 1906 establecieron las bases de un tratado bilateral anglo-chino en virtud del cual el imperio chino adquirió el reconocimiento de su soberanía en el Tíbet a cambio del pago de una gran indemnización a los británicos que, posteriormente retiraron sus tropas. En 1907 los gobiernos británicos y ruso firmaron un acuerdo de no-injerencia en los asuntos tibetanos.

En 1910 el general chino Chao Erh-Feng penetró fácilmente en el Tíbet con el objetivo de anexionar el país a China. Chao, a pesar de la publicidad y, sobre todo de la violencia utilizada no lo consiguió. Después de volver a China, Chao fue ejecutado por el líder nacionalista Yin Chiang-heng, en 1912. En este mismo año los tibetanos logran expulsar a los chinos y proclamar su independencia. En 1914, representantes de los gobiernos británico, chino y tibetano celebraron una conferencia en Simla, donde alcanzaron el acuerdo sobre las relaciones mutuas y, específicamente, las fronteras. En 1918 las tensiones entre China y el Tíbet culminó en un intento de invasión por parte china. Con ayuda británica, se acordó una tregua en septiembre de ese mismo año. Entre 1931 y 1933 se reanudó la guerra chino - tibetana y el Tíbet tuvo que ceder parte de su territorio. A pesar de todo el Tíbet mantuvo su independencia hasta 1950 y los Dalai Lama gobernaron sin injerencias extranjeras.

Después de la muerte del Decimotercer Dalai Lama, el monje Reting Rinpoche fue escogido para ser el regente temporal del Tíbet. Desgraciadamente este monje resultó ser muy autoritario, rompió sus votos monásticos e instauró un gobierno corrupto. Su única contribución importante fue la de procurar la reencarnación del Décimo Cuarto Dalai Lama, descubierto en 1937.

El Decimocuarto Dalai Lama

Tenzin Gyatso

SS.SS. el Decimocuarto Dalai Lama Tenzin Gyatso, nació el 6 de julio de 1935, en el poblado de Takse, Amdo (región al este del Tíbet), en el seno de una familia campesina y recibió el nombre de Lhamo Dondrup. Durante su infancia solía jugar imaginando que viajaba a la capital del Tíbet, a Lhassa.

En 1937 el monje budista Kutsang Rinpoche y el oficial Losang Tsewang fueron enviados al poblado de Takse para encontrar al nuevo Dalai Lama. Para no despertar sospechas, se disfrazaron de mercaderes y no revelaron cual era el objeto de su viaje. En Taske comprendieron que todas las características de aquel lugar eran idénticas a las descripciones de la visión que había tenido el regente del Tíbet, Reting Rinpoche. Tenían delante un lago, un monasterio, una carretera, una casa de tejado azul, un perro marrón y otro blanco y un niño en el porche.

Aquella casa de tejado azul ya había sido visitada por el último Dalai Lama, era la casa de los padres de Dondrup. El monje y el oficial fueron hasta ella y, el niño reconoció a los dos. Dijo que Kutsang era, en realidad, un monje del templo de Sera y que el otro visitante se llamaba Losang Tsewang; afirmaciones totalmente ciertas. Tras la realización de varios test y dos años más tarde, Lhamo Dondrup fue considerado como SS.SS. el Décimo Cuarto Dalai Lama. Fue ordenado monje budista el 22 de febrero de 1940 y recibió su nombre religioso: Jetsum Jambel Ngawang Losang Yeshe Tenzin Gyatso. Asumió el poder temporal y religioso el 17 de noviembre de 1950, a los 16 años de edad.

La invasión final

En 1949 los chinos nacionalistas abandonaron su guarnición en Lhassa. La recién nacida República Popular China (RPC), anunció que "iría a liberar al Tíbet de los invasores extranjeros y reintegrarla a la Tierra Madre" En aquella época había seis extranjeros en el Tíbet. Sin embargo, Mao Tse Tung envió un ejército de 80.000 soldados en 1950. El 23 de mayo de 1951, Pekín impuso un "Acuerdo por la Liberalización Pacífica del Tíbet", que confería a China la defensa y la política exterior del territorio mientras que, la política interior quedaba bajo la jurisprudencia del Dalai Lama. También se acordó el retorno del Panchen Lama, que se le suponía simpatizante chino. Las tropas rojas penetraron en Lhassa el 9 de septiembre de 1951.

En 1952 los chinos implantaron un programa de mejora de las comunicaciones y se construyeron varias carreteras con fines militares, así como varios aeropuertos. Al año siguiente La india reconoció al Tíbet como parte de China y retiró la guarnición que mantenía en dos puestos comerciales de la frontera tibetana. El Dalai Lama fue posteriormente elegido vicepresidente del

Congreso Nacional del Pueblo. En abril de 1955 la India cedió a China el control de las líneas telefónicas, los telégrafos y el servicio postal del Tíbet. En 1956 se estableció un comité para preparar una constitución para el Tíbet, el Dalai Lama fue nombrado Presidente y el Panchen Lama Primer Vicepresidente. En ese mismo año se creó la "Región Autónoma del Tíbet".

En 1956 fuentes indias y nepalíes informaron acerca de levantamientos tibetanos y actividad guerrillera contra el régimen chino. Mao Tse Tung declaró pocos meses más tarde que el Tíbet no estaba aún preparado para el establecimiento del régimen comunista. Durante los últimos meses de 1958 surgieron informaciones acerca de una extendida actividad guerrillera anticomunista en Tíbet occidental. Se consideraba que la rebelión había sido provocada por los intentos de instituir comunas populares, similares a las establecidas en otras partes de China. Poco después los chinos anunciaron que se había pospuesto el establecimiento de las comunas en el Tíbet. A principios de 1959 el Dalai Lama fue invitado por el general chino Dan Guansan para asistir a una representación teatral, en la invitación rezaba lo siguiente: " SS.SS. el Dalai Lama debe venir solo, desarmado y sin guarda espaldas".

La masacre del 10 de marzo de 1959

El 10 de marzo de 1959 de una forma espontanea surgió una gigantesca manifestación pacífica en las calles de Lhassa, donde se pedía la independencia del Tíbet y el final de la represión china, ésta fue brutalmente aplastada por los chinos; se estima que 87.000 tibetanos murieron.

El Dalai Lama y sus familiares tuvieron que disfrazarse para conseguir escapar de las tropas chinas. El 28 de marzo de ese año, el chino Zhou Enlai anunció que el Tíbet estaba bajo control chino; Poco después los chinos nombraron al Panchen Lama jefe de Estado. El Dalai Lama atravesó la frontera con cerca de 100.000 tibetanos. Se establecieron en Dharamsala, en el norte de la India, donde fijaron el nuevo gobierno en exilio, así como la sede del monasterio personal del Dalai Lama, el Namgyal.

El gobierno indio ofreció tierras en el estado de Karnataka (al sur del país), donde actualmente hay cerca de 10.000 exiliados y donde se construyeron nuevas sedes para los monasterios de Drepung, Sera y Ganden.El 21 de octubre, La Asamblea de las Naciones Unidas aprobó una resolución que deploraba la supresión de los derechos humanos en el Tíbet. El 9 de marzo de 1961 se aprobó una resolución similar.

En 1962 una parte del Partido Comunista Chino exigió que el Panchen Lama calificase al Dalai Lama como "reaccionario y traidor". Sin embargo el Panchen Lama envió un documento a las autoridades chinas en donde describía la destrucción sistemática que estaba a sufrir el Tíbet. Poco después el Panchen Lama fue encarcelado y sólo sería liberado en 1977.

En 1965 Tíbet fue convertido formalmente en una región de la RPC y Pekín anunció que la región tendría que sufrir una firme transformación socialista. Durante la Revolución Cultural, la guardia roja maoísta intensificó la persecución anti-religiosa y destruyeron miles de monasterios y monumentos budistas.

A finales de la década de 1970, tras el final de la Revolución Cultural, China mitigó gradualmente su política hacia el Tíbet. Entre 1979 y 1984, el Dalai Lama envió dos delegaciones a Pekín, intentado llegar a un acuerdo. Dichas conversaciones no llegaron a nada concreto pues, los chinos, sólo querían discutir el retorno del Dalai Lama al Tíbet y no los problemas de derechos humanos, situación legal, represión, etc.

Los chinos admitieron en 1980 que Tíbet había sido mal gobernado y anunciaron reformas en la región, permitieron las actividades religiosas y reconstruyeron algunos monasterios destruidos por la guardia roja en un esfuerzo por mejorar sus relaciones con el pueblo tibetano.

En octubre de 1987 y mayo de 1993 hubo violentas manifestaciones de protesta contra el gobierno chino; las autoridades chinas respondieron con varias medidas como la represión violenta de la disidencia, la severa supervisión de la actividad religiosa y la inmigración de colonos chinos de la etnia han para superar en número a la población nativa.

El 24 de enero de 1989 el Panchen Lama condenó la invasión China diciendo que había traído "más destrucción que beneficios"; cuatro días después moría de un ataque al corazón. A los pocos días su maestro y algunos familiares también morían víctimas de un ataque al corazón. En marzo China impuso la ley marcial y, pocos meses después sucedió la masacre de estudiantes chinos en Pekín. Ese mismo año, el Dalai Lama recibió el Premio

Nobel de la Paz siendo, desde ese mismo instante, duramente criticado e insultado por el gobierno chino. (Tanto el Dalai Lama como a quienes le habían concedido el premio). En agosto de 1993 se mantuvieron conversaciones entre los chinos y los representantes del Dalai Lama, si bien no consiguieron cambios sustanciales en la política china.

Luis Ordóñez Gonçalves

LA INVASIÓN CHINA