lunes, 1 de diciembre de 2025

Cap.0. Un antiguo curso de Sociología

INTRODUCCIÓN A LA INTRODUCCIÓN


S1-preliminar

"Señoras y caballeros. Lo que les voy a decir es muy importante, así que primero les diré lo que les voy a decir, luego se lo diré, y después les diré lo que les he dicho". (Groucho Marx)

Con éste mensaje comienza el cursillo de "Introducción a la Sociología". Dado que el tema y el trasfondo será la Sociología he considerado pertinente iniciarlo con una cita marxista, aunque, (lo confieso), no es del marxismo ortodoxo.

Prefiero no ocultar que el intento tiene sus peligros. Éstos no son físicos ni siquiera psíquicos, sino puramente metodológicos.

El problema radica en la manera de construir una introducción que no sea ni parcial (sesgada por mis intereses), ni incompleta (olvidando cuestiones sociológicas importantes). Y luego de meditarlo bastante tiempo (varios minutos de análisis sistemático) he llegado a la conclusión que no hay forma de evitar estos riesgos; más aún, aquí afirmo que toda introducción es, por su propia naturaleza, "parcial" e "incompleta".

En mi opinión las "introducciones" deberían ir al final... claro que entonces se llamarían "conclusiones". Esto podría ser motivo de confusión. Sin embargo no cejo en la idea, así que sino al final, por lo menos... en el medio.

De todos modos algo hay que poner al principio... cuando se empieza por él (no siempre en nuestro país se comienza por este lado) y dado que todo principio es, sobre todo al principio, inseguro y reiterativopuedo confirmar que esta introducción adolece de los defectos que arriba menciono (a saber: "sesgada" e "incompleta").

Quizá una manera sencilla de aclarar los límites de mi labor, además de arrojar alguna luz sobre mi enfoque, consista en escribir algunas "reglas de juego" que, de obtener consenso, nos permitan convivir en amable interacción:

1. El cursillo estará destinado a un público heterogéneo, principalmente no especializado. Por lo tanto aquellos que no encajen en este perfil tienen dos opciones: o armarse de paciencia (siempre algo se aprende repasando los viejos temas) o irse. La opción es personal.

Naturalmente pueden aportar su punto de vista en la lista-ayuda. Pero no entraré en polémicas porque suelen ser interminables (y además las pierdo, casi siempre).

2. Se evitará, a menos que sean muy importantes, mencionar autores. Cualquiera puede comprarse una "Introducción a la Sociología" (existen hasta en ediciones de bolsillo) y obtener su cosecha de ellos. Sin embargo aquí no deseo llamar la atención sobre personas sino sobre ideas, por lo tanto eliminaré las referencias habituales. Soy consciente de que el método invierte el camino acostumbrado: primero discutiremos las ideas y sólo a posteriori, y en los casos que se justifiquen, indicaremos quien las produjo y a raíz de qué.

3. Este cursillo (aunque se memorice de carrerilla) no habilita para considerarse "sociólogo" a nadie. Algo obvio, pero prefiero recordarlo por escrito. Sin embargo aspiro a que aporte elementos para pensar "sociológicamente" algunas cuestiones de la vida cotidiana. Ignoro si lo lograré, pero mi esfuerzo va en esa dirección.

4. Apelaré frecuentemente al humor porque la otra alternativa sería ponernos muy tristes, y no es plan. ¡Es tanto lo que no sabemos! (sobre los fenómenos sociales) y tan endeble lo que sí podemos aceptar como válido, que sólo el humor permite perseverar en una actividad tan incierta.

Recordad que es mucho más fácil entender como funciona un reactor nuclear (si nos abocamos a ello seriamente) que comprender a fondo como funciona una pareja casada, para no hablar de un partido político. Las dificultades de comprensión no están únicamente en la complejidad de la conducta sino, sobre todo, en que formamos parte del sistema; no somos marcianos ni neutrales.

5. Enunciaremos a continuación dos leyes (de carácter empírico) que contribuirán a guiar nuestra navegación en la materia evitando los escollos habituales:

Ley nº 1: "todo lo que se afirme en Sociología es discutible; y su valor es relativo... cuando no francamente irritante".

Ley nº 2: "la diferencia entre un sociólogo y el "tonto del pueblo" es real... aunque no siempre sea evidente".

6. Para terminar, un breve comentario práctico.

Los asteriscos '*' señalan una palabra o párrafo que se desea destacar. Y siempre (que lo juzgue necesario) cada mensaje-clase llevará algún ejemplo práctico extraído de fuentes accesibles a todos. También haremos hincapié en la necesidad de conocer el significado de las palabras técnicas. Una cosa es que ignoremos que hablamos... y otra es que ignoremos cómo hablamos. Las palabras deben usarse con precisión; con la mayor precisión posible. A veces este insignificante requisito marca la diferencia entre una afirmación vulgar y una científica.

Carlos Salinas.
31-Enero-2000.

 


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