martes, 14 de octubre de 2008

La inteligencia de los hombres y las mujeres. 2














Puntuaciones en los tests

Las primeras pruebas de rendimiento cognitivo y los primeros tests de inteligencia, administrados entre los años 1920 y 1930, indicaban que existían diferencias de sexo poco importantes. Para compensar los especialistas suprimieron aquellas preguntas donde la variación era importante y la mayoría de los tests actuales siguen ese criterio, aunque algunos mantienen baremos separados para una correcta evaluación de éstas capacidades.

Existen muchísimos estudios sobre estas diferencias sobre todo a partir de los 60. También se ha analizado el rendimiento académico diferencial para mejorar los sistemas educativos. En 1974 E. Maccoby y C. Jacklin escribieron una obra considerada clásica, The psychology of sex differences. Las autores revisaron más de 1600 estudios calculando las diferencias que ellos reflejaban. De esta investigación concluyeron que las mujeres eran mejores en capacidad verbal, mientras que los hombres las superaban en matemáticas y orientación espacial. También indicaron que tales diferencias estaban muy influidas por la edad de los sujetos estudiados (en la primera las niñas superaban a los niños en matemáticas, y en los niveles superiores se producía una situación inversa). En cambio en inteligencia general se observa una gran convergencia que justificaba el juicio de la no existencia de diferencias significativas medidas por sexo.

No obstante la magnitud de esa insignificante diferencia no es igual en todos los tests realizados.

En los estudios de Richard Lynn (1994) se obtiene una diferencia de 1,7 puntos de CI entre ambos sexos. Esta variabilidad puede deberse a características específicas de la muestra y por lo tanto la mayoría de los investigadores no las ha tomado en cuenta.

La Tabla 2 (ver la pág. 64 escaneada –inteligencia 7- ) constatan la ventaja femenina en aptitudes verbales, memoria, velocidad perceptiva y fluidez. Por el contrario los hombres mejoran en aptitudes numéricas, capacidad de completar figuras, orientación espacial y visualización. Algo que ya se había establecido en el trabajo de Maccoby y Jacklin.

¿En que consisten esas capacidades verbales?  Tal como lo indica su nombre en el uso eficaz de información volcada en palabras, y de su uso en la vida cotidiana. No obstante en este tema no en todas las pruebas son más exitosas las mujeres, hay algunas en que obtienen puntuaciones por debajo, como es el caso de “vocabulario” o “analogías verbales”.

Cuando se habla de capacidades numéricas los tests se refieren al uso y manejo de los números en todas sus posibilidades. En este caso predominan las niñas en la primera, pero los hombres, a partir de los 13 años, toman la delantera.

La capacidad espacial, o viso espacial, se refiere a la manipulación de objetos de representaciones mentales de objetos y figuras, como, por ej., buscar una calle, aparcar el coche o reorganizar las maletas en el baúl del coche. En este caso todos los estudios coinciden en que es la aptitud más consistente que aparece en todos los estudios no importa la edad de los investigados. Los hombres obtienen mayor puntuación.

Es, llegado este punto, necesario aclarar que las diferencias que se dan en los grupos de puntuaciones no permiten predecir similares diferencias en dos individuos al azar de los mismos. Hay que distinguir entre ellas. En dos individuos concretos las puntuaciones pueden divergir considerablemente de las medias grupales.

En los estudios escolares en España, 1990, incluyendo educación primaria, secundaria y pruebas de acceso a la Universidad, el fracaso escolar era mayor entre varones así como la media general de puntuaciones también beneficiaba a las mujeres. Estudios más recientes comprobaban que la edad era una variable fundamental. “Por ejemplo, las diferencias a favor de las mujeres en gramática y comprensión lectora observadas a los 14 años disminuían a los 16, mientras que los hombres rendían mejor en matemáticas, especialmente a los 16 años, y en conocimiento de geografía e historia, también a los 16 años” (ver pág. escaneada 71 - inteligencia 9 -)

En general todos estos estudios muestran una constante en las puntuaciones alcanzadas por los dos grupos en los últimos 30 años. Las mujeres rindan más en los estudios debido a sus mayores habilidades lectoras y de escritura, a los que hay que sumar algunas características de la personalidad femenina, como una mayor persistencia, cuidado y esfuerzo que los hombres. Los tests de formato múltiple, en cambio, favorecen más a los hombres. No obstante esas ventajas masculinas no son suficientes para los estudios formales y así lo observan, en general, el personal docente.  

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