viernes, 28 de marzo de 2008

Hermana. Internet

LUIS ANGEL FERNANDEZ HERMANA: "Sólo un proceso de demencia social y colectiva puede explicar lo que ocurrió con muchas empresas tecnológicas"

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Tal Cual, 2003

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Una entrevista de Raúl González Zorrilla

Actualmente, Luis Ángel Fernández Hermana es director de la revista electrónica "En.red.ando" (www.enredando.com) y es corresponsal científico de "El Periódico de Catalunya". Desde 1969, el también autor del libro "En.red.ando" (Ediciones B), centrado principalmente en el análisis de Internet y de las nuevas tecnologías, se dedica a la profesión periodística, que ha desempeñado en numerosos puntos del planeta como América Latina, Londres y Barcelona.

Desde 1983, y en su tarea de corresponsal científico, Luis Ángel Fernández Hermana ha cubierto congresos, conferencias y acontecimientos diversos relacionados con la ciencia, la tecnología y el medio ambiente en EEUU, América Latina, Europa, Rusia, África, Japón y la Antártida.

Fernández Hermana es también autor de capítulos para los libros "Las Mentiras de una guerra" y "Antártida".

Debido a su trabajo en Internet, Luis Ángel Fernández Hermana ha impartido cursos, ponencias y conferencias sobre diversos aspectos de la comunicación digital y los nuevos medios en varias universidades, centros e instituciones de España, Europa, América Latina y África.

- Usted es uno de los analistas pioneros en el estudio de Internet. Cuando tuvo sus primeros contactos con la Red, ¿imaginó en algún momento todo lo que habría de venir después?

- Yo descubrí la Red en el año 1991 y, en aquel entonces, me sorprendió comprobar que aquel era un nuevo espacio en el que los propios usuarios colgaban sus informaciones y sus conocimientos. Aquello me sorprendió y comprendí que nos encontrábamos ante un fenómeno sin parangón, ante un fenómeno con un potencial enorme. Disponer de un espacio virtual donde la información viajaba libremente en numerosas direcciones era algo absolutamente revolucionario y, de hecho, lo sigue siendo.

- Desde el boletín informativo “Enredando” usted posee una perspectiva constantemente actualizada sobre la evolución de la Red. Actualmente, ¿qué es lo que más le atrae y lo que menos le gusta de la Red?

- Internet es una herramienta en permanente evolución que se asienta sobre un modelo que he denominado "PIC": Participación, Interactividad y Creación de la comunicación. Evidentemente, para estar presente en Internet hay que participar a través de una página web, de un chat, de un correo electrónico o de cualquier otra manera, pero siempre implica participación. Esta participación, a su vez, supone poner en marcha un proceso profundo de interactividad entre cientos de miles de usuarios que dejan su información y su conocimiento en la Red, lo que supone un proceso claro de creación de comunicación. Quizás sea este proceso lo que más me atrae Internet.

- ¿Esto puede suponer una merma de la fidelidad, de la calidad de la información que puede encontrarse en Internet?

- Obviamente, este es un riesgo, pero se está trabajando mucho para conseguir que la información que se distribuye en la Red tenga cada vez una calidad mayor. El desarrollo de nuevas tecnologías contribuirá, indudablemente, al incremento de la calidad. Además, no podemos olvidar que en el mundo real también hay de todo. Si uno se acerca a un kiosco puede encontrar vehículos informativos de una alta calidad en su información y otros productos con una calidad mucho menor. En Internet no tiene para que esto sea diferente.

- Hoy, y a pesar de que parecen haber pasado ya los peores tiempos, las empresas tecnológicas están en boca de todos porque nadie confía en ellas. ¿Cuál ha sido el principal error, o errores, de estas compañías?

- Para mí, se produjo un proceso abrumador de demencia social. Durante el "boom" tecnológico, muchísimas personas sensatas, bien preparadas intelectualmente y, en muchas ocasiones, con cargos relevantes en las empresas, se volvieron, literalmente, locas. De repente, y fascinados por ese espacio tremendamente fácil que parece crearse alrededor de Internet, se volcaron en hacer cosas sin aprendizaje, sin equipamiento, sin preparación, sin planificación y sin control, llevándose por delante millones de millones de dólares que luego serían irrecuperables. La caída de las Bolsas no provocó la crisis. La crisis se había larvado mucho antes, cuando estas personas y sus empresas comenzaron a plantearse cosas desmesuradas en la Red sin ningún orden ni control. La caída de las Bolsas fue la consecuencia última de la crisis.

- Ciertamente, parece que el "crack" va a resituar el mundo tecnológico y muchas de las actividades que se desarrollan en el ciberespacio. ¿Cuál cree usted que será la evolución de la Red en el futuro?

- El crecimiento de Internet es imparable. En estos momentos nos encontramos en una fase muy primitiva de su desarrollo, en un momento inicial. El futuro tenderá a convertir la Red en un lugar de almacenamiento de la información y el conocimiento que podrán dirigirse hacia el individuo a través de muy diferentes dispositivos. Internet tiende a convertirse en un espacio en el que se van constituyendo redes sociales de intercambio de conocimientos.

- ¿Puede llegar a convertirse Internet, en base al enorme caudal intelectual y creativo que en ella se concentra, en un centro autoconsciente?

- Esta es una cuestión sobre la que han hablado diferentes autores y sobre la que se está especulando mucho. Hoy en día hay numerosos proyectos de investigación que tienen como objetivo dotar a Internet de cierta capacidad de autocontrol, de inteligencia artificial. Por ejemplo, dentro de muy poco, pues ya existe algún servidor que está empleando la técnica, se van a poner en marcha sistemas de autoenlace. Es decir, las páginas web se construyen sin ningún link y la propia Red va creando los enlaces dependiendo de aquellos lugares que vayan visitando los usuarios, por ejemplo, con más asiduidad. Los internautas, con su utilización repetida de la web, van trazando caminos que llevan a otros documentos. Esto, lógicamente, exige un cambio en los buscadores tradicionales, que tenderán a ir dibujando mapas en los que se indicará el camino más adecuado para obtener la información que uno busca. ¿Dónde pueden llevar procesos como estos?. Intentar adivinarlo supone entrar en el dominio de la más absoluta de las especulaciones.

- Una última pregunta: Usted siempre se ha mostrado partidario de los procesos de globalización, siempre y cuando éstos sean más equilibrados, redistributivos y extiendan sus beneficios a la mayor parte de la población. ¿Cómo pueden ayudar Internet y las nuevas tecnologías a que esto sea así?.

- Para mí, la globalización es un elemento fundamental porque se asienta sobre un substrato tecnológico, que no económico. Lo económico viene después. Por este proceso tecnológico, cualquier cosa que se haga en la Red queda expuesta a los ojos del planeta; Internet te permite mirar al planeta y que el planeta te mire a ti. La red cada vez es más densa, y cada vez está más inclinada a la información y al conocimiento. A través de ella, cientos de millares de empresas y millones de personas están entrando en procesos de formación y de intercambio de conocimientos en los que todos son protagonistas. Esta es la esencia globalizadora de Internet. Por eso, bajo mi punto de vista, el Banco Mundial es una de las instituciones más antiglobalizadora que hay y el pretendido movimiento antiglobalización es absolutamente globalizador. El Banco Mundial trabaja de una forma unidireccional, sin posibilidad de interactividad y sin aportaciones individuales: ahí está su carácter antigobalizador. Por otro lado, los movimientos antiglobalización trabajan en red, cuentan con las aportaciones de muchísimas personas que trabajan en una estructura de malla y sobrevive gracias a su carácter auténticamente global: ellos son lo más globalizado que hay.

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