Desmond Morris.
El Zoo Humano.
Plaza & Janes.
Barcelona.3ª Edic. Setiembre 1971.
Cuando las presiones de la vida moderna se vuelven opresivas, el fatigado habitante de la ciudad suele hablar de su rebosante mundo como de una jungla de asfalto. Es ésta una forma colorista de describir el modo de vida en una comunidad urbana densamente poblada, pero es también sumamente inexacta,como puede confirmar cualqiera que haya estudiado una jungla verdadera.
En condiciones normales, en sus habitats naturales, los animales salvajes no se mutilan a sí mismos, no se masturban, atacan a su prole, desarrollan úlceras de estómago, se hacen fetichistas, padecen obesidad, forman parejas homosexuales, ni cometen asesinatos. Todas estas ocurren, no hace falta decirlo, entre los habitantes de las ciudades (...). Tambien otros animales observan estos tipos comportamiento en determinadas circunstancias, a saber, cuando se hallan confinados en condiciones antinaturales de cautividad. El animal encerrado en la jaula de un parque zoológico manifiesta todas estas anormalidades que tan familiares nos son por nuestos compañeros humanos. Evidentemente, entonces, la ciudad no es una jungla de asfalto, es un zoo humano. (...) El moderno animal humano no vive ya en las condiciones naturales de su especie. atrapado, no por un cazador al servicio de un zoo, sino por su propia inteligencia, se ha instalado en una vasta y agitada casa de fieras, donde, a causa de la tensión, se halla en constante peligro de enloquecer.
Brigantinus-Quora
Hace 7 años
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