Una estadística seria, digna de confianza, siempre debe indicar su “margen de error” si se se basan sus datos no en la población completa, o universo, sino que éstos son obtenidos de una muestra.
Tal como indica John Emsley “Nunca se debería aceptar como fiables los datos epidemiológicos o estadísticos a menos que vengan acompañados del margen de error”.
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