lunes, 1 de septiembre de 2008

Sionismo

Palestina y Oriente Próximo 
19-12-2007

*Sderot, el Tribunal Superior de Justicia y el sionismo*
Meir Margalit
Occupation Magazine
Traducido del inglés por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.

Si todavía alguien necesita pruebas del fracaso del sionismo, sólo tiene
que examinar la contestación del Estado a la demanda presentada ante el
Tribunal Superior de Justicia por residentes de Sderot, en la que pedían
que el gobierno fortifique sus casas. La respuesta afirma que el Estado
no tiene la responsabilidad de proporcionar seguridad absoluta a sus
residentes. (/Haaretz/ 11 de diciembre de 2007).

Ciento veinte años después de la creación del movimiento sionista y tras
montañas de declaraciones afirmando y reafirmando la necesidad de un
bastión seguro para el pueblo judío, el Estado declara ahora, a las
malas, «que no podemos proporcionar ese bastión seguro que los
fundadores del sionismo prometieron en su tiempo». Toda la empresa
sionista estaba basada en la necesidad de defender a los judíos
dondequiera que estuvieran. La completa negación de la diáspora estaba
fundamentada en el principio que sólo en un estado judío el pueblo
hebreo podría vivir con seguridad. De repente, en una contestación
lacónica a un pleito, el Estado declara que la obra sionista ha fracasado.

Para decir la verdad no nos sorprendió la contestación. Desde hace mucho
tiempo ha estado claro para nosotros que «la concepción» sionista se
había derrumbado. Los judíos de la diáspora viven con una seguridad
mucho mayor que los judíos de Israel y, paradójicamente, en el estado
judío que fue creado para defendernos de los diferentes tipos de
tormentos, se mata a más judíos que en cualquier otro lugar del mundo.
No sólo eso, sino que desde hace mucho tiempo sabemos que el Estado no
puede proporcionar seguridad a sus residentes, no sólo a lo largo de sus
fronteras sino tampoco en los centros urbanos, autobuses, cafés y
superficies comerciales. Pero hasta ahora el Estado de Israel se había
adherido a la clásica pretensión sionista que opera como un refugio
seguro para el pueblo judío, y nunca había admitido sinceramente no sólo
que ha fallado en esa misión sino que no se considera responsable de
proporcionar seguridad absoluta a sus residentes.

La discusión sobre el postsionismo existe principalmente en el entorno
académico. Ahora se está introduciendo en el foro judicial y no a manos
de los enemigos de Israel, sino a manos de los propios abogados del
Estado. Todo lo que se necesitaba era una demanda de un grupo de
residentes de Sderot para la fortificación de sus casas contra los
Qassam para que «la concepción» sionista se derrumbe para siempre. No
nos sorprende. Está claro que el sionismo abandonó ese papel hace algún
tiempo. Se creó un Estado, los judíos de la diáspora fueron allí,
reavivaron la lengua hebrea, redimieron el desierto y, de este modo, su
papel histórico se acabó, para mejor o para peor. La clase dirigente
sionista está, es verdad, viva y coleando, pero ésa es la costumbre de
las instituciones gigantes que se niegan a desmantelarse, sobre todo
cuando la idea sionista todavía es una palanca útil para movilizar el
dinero de la diáspora. El movimiento sionista continuaba firme en sus
principios pero estaba desprovisto de sustancia, y sólo era una cuestión
de tiempo que se derrumbara por sí mismo. Pero en la sorprendente
contestación de los abogados del Estado, que se pensaba que simplemente
ahorraba un poco de dinero a la tesorería estatal, el Estado expuso la
auténtica verdad con su plena crueldad: no podemos cumplir la promesa
del movimiento sionista de disponer de un rincón del mundo en el que los
judíos puedan vivir con seguridad. Qué irónico resulta que este anuncio
histórico saliera a la luz debido a una suma de dinero que tendría que
haber sido usada para proteger a los residentes de Sderot. Es como si
los residentes de todos los pueblos en desarrollo de repente buscaran
venganza por los muchos años de discriminación y dijeran al Estado:
ahora su cara real se revela y liquidaremos la cuenta de la
discriminación que tenemos en nuestros corazones desde que nacimos, en
los años cincuenta. Es muy simbólico que el anuncio viniera a
continuación de un lanzamiento de cohetes Qassam desde la Franja de
Gaza. Si los primitivos Qassam, previamente, no hubieran tenido éxito
causando un daño sustancial al Estado, ahora habrían golpeado en el
corazón de la esencia del sionismo y lo habrían llevado a sus principios.

Fue Martin Buber quién dijo en 1948 que temía que el éxito del sionismo
originase el fracaso del judaísmo. Parafraseándolo podemos añadir ahora
que la creación del Estado también ha causado el fracaso del sionismo.
El sionismo apareció, ciertamente, en una fase de la historia en que era
necesario para el pueblo judío. En un tiempo relativamente corto logró
un gran éxito, aun cuando fuera debido al Holocausto y no exclusivamente
a sus propios esfuerzos. Pero en el momento en que hizo su aparición en
el mundo también llevaba una fecha de caducidad. El proceso de
desintegración empezó inmediatamente después de la creación del Estado.
Desde siempre ha llevado dentro de sí un mecanismo autodestructor que
constantemente ha estado haciendo tic-tac y se conmutó hacia el modo
«activo» en junio de 1967 cuando entramos en el vórtice que nos está
llevando al borde del abismo. De hecho, parece que los líderes del
Estado recientemente han despertado a los peligros inherentes a la
perpetuación de la ocupación, pero nosotros no hemos visto todavía
ninguna acción práctica para detener este deterioro.

Al mismo tiempo, sobre el mismo problema del que /Haaretz/ llevó la
historia de la respuesta del Estado al pleito de Sderot, Moshe Arens
escribió que el discurso de Olmert en Annapolis era un ejemplo clásico
de narrativa postsionista. Esto es objeto de debate, pero lo que es
irrefutable es la contestación del consejo de Estado al Tribunal
Superior de Justicia que dice en un lenguaje seco pero inequívoco: la
idea sionista ha fracasado. Lo que es una vergüenza es que ellos ni
siquiera puedan decir que lo sienten.

Texto original en hebreo: _http://www.kibush.co.il/show_file.asp?num=23946_

En inglés (traducido del hebreo por George Malent):

_http://www.kibush.co.il/show_file.asp?num=24040_

*El Dr. Meir Margalit es miembro del Comité Israelí Contra las
Demoliciones de Casas y ex componente del Consistorio Municipal de
Jerusalén por el partido Meretz. *

*Carlos Sanchis y Caty R. pertenecen a los colectivos de Rebelión,
Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a
condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y
la fuente. *

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