Enviado: sábado, 26 de noviembre de 2005 20:24
Asunto: Hace frío
* Fuente:
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/la_columna_de_miguel/newsid_4464000/4464812.stm
Miguel Molina
Columnista, BBC Mundo
Hace frío. Uno mira el alto cielo estrellado de la noche y piensa.
Se estima que ocho ancianos morirán de frío cada semana este invierno.
Ese día de noviembre de hace tiempo se murió el Granpa y no había para funerales. Lo vistieron con su ropa elegante, su saco viejo, sus zapatos más nuevos, su camisa limpia, y le lavaron la cara y lo peinaron antes de ponerlo en el ataúd.
Nosotros nos fuimos al cementerio con palas y picos. Hacía frío como ahora, aunque aquél era de montaña y el nuestro es de isla. La tierra ya había comenzado a endurecer y era difícil abrirla para entregarle el magro cuerpo del Granpa. Cavamos durante varias horas. Al otro día lo sepultamos.
Conocí al Granpa uno o dos años antes. Era un pastor huraño, sordo, que había sobrevivido a los climas brutales de las Montañas Rocallosas sin perder el alma. Cuando nos presentaron me vio sin interés, y no cruzamos más que algunas palabras. Y después se murió. Literalmente.
Hace frío. Uno mira el alto cielo estrellado de la noche y piensa.
Durante cada hora de cada día y cada noche de cada semana que dure el invierno británico de este año, van a morir de frío ocho ancianos que no tienen para pagar calefacción. Según organizaciones como Age Concern, que se ocupa de los ancianos, podría haber veintitantos mil muertos.
Las pensiones del 77 por ciento de los jubilados que viven solos, y del 43 por ciento de las parejas mayores, no alcanzan para pagar calefacción
Y los datos de Age Concern dicen que hay cerca de dos millones y medio de ancianos que viven en casas o apartamentos fríos y húmedos que los enferman y les hacen imposible una vida que de por sí ya es solitaria.
El día de navidad de 1999, William Gallagher, un minero de Clackmannanshire, murió helado en su cama porque debía el equivalente a veintiocho dólares y no pudo reconectar la energía eléctrica. Su esposa pasó un día junto al cuerpo, y sólo les dijo a los vecinos cuando no pudo más.
Otra organización detalla que las pensiones del 77 por ciento de los jubilados que viven solos, y del 43 por ciento de las parejas mayores, no alcanzan para pagar calefacción.
En 2002 George Bates tenía 89 años y llevaba 63 de ellos viviendo en su casa de Tooting, en el sur de Londres, cuando la policía lo encontró muerto de frío, sentado en su sillón favorito.
Junto a él, en el suelo, donde cayó cuando le vino el ataque cardíaco que lo mató, estaba su esposa Gertrude, de 86 años. Les habían desconectado el gas unas semanas antes por falta de pago, aunque la pareja tenía dinero suficiente para saldar sus deudas.
En 2004 hubo miles de ancianos muertos de frío. Literalmente.
Sorpresa
Se espera que este invierno sea uno de los más crudos para el Reino Unido.
Hace frío. Y además mueren solos. No sé por qué, pero Economic Lifestyle, una empresa que ofrece servicios financieros, logró determinar que muchos ancianos ven a sus familiares cuando mucho dos veces al año, y que poco más de un millón y medio de ellos reciben visitas cuando mucho dos veces al mes.
Uno mira el alto cielo estrellado de la noche y piensa que dentro de algunos años habrá que trabajar hasta los 77 para jubilarse con una pensión que no sirve para evitar el frío, aunque aquí el frío no es tan extremo como en otras partes.
Póngase a pensar.
Usted trabaja toda su vida productiva en una nación y para una sociedad que al final del camino, cuando usted necesita más apoyo, cuando usted es más frágil y más vulnerable, cuando usted ya no se puede mover ni pensar con agilidad, lo abandonan a su suerte.
La imagen estremece. A esto hemos llegado.
Los familiares no son necesariamente mejores que el Estado.
Cada vez hay más residencias de retiro, como ahora les dicen a los asilos de ancianos, y cada vez hay más viejitos que terminan ahí sus días, olvidados de todo y de todos, convertidos en parientes incómodos a los que hay que visitar cuando haya un rato libre.
Y cuando hemos llegado a un punto en el que pensamos que ya casi nada podría escandalizarnos, recordamos la declaración de Stephen Ladyman, un funcionario menor que asombrosamente tuvo a su cargo un área del Ministerio de Salud del gobierno británico:
"El invierno siempre nos toma por sorpresa."
---
Alemania en Compacto 09.11.2004
* Fuente:
http://www.dw-world.de/dw/briefs/0,1574,1390742,00.html
Detenida banda de ancianos que asaltaban bancos
Unidades especiales de la policía alemana detuvieron a una banda de tres asaltantes de bancos de 63, 72 y 74 años que desde 1999 habían robado en seis atracos a punta de pistola unos 400.000 euros (515.000 dólares), informaron hoy fuentes policiales.
El director de la policía de investigaciones criminales de Iserlohn, Ulrich Biermann, afirmó que los ancianos disponían de pistolas, granadas de mano y mazos. "No eran los abuelitos más adorables", dijo Biermann al dar a conocer la detención, que se produjo antes de un nuevo asalto planeado a un banco en Menden, en el oeste del país.
"Cuando alguien en la zona de la caja carga una pistola de manera llamativa no tiene que decir mucho más", afirmó el funcionario, describiendo el proceder de la banda. Según Biermann, los detenidos llevan más de treinta años "en el negocio".
Además de los seis asaltos a sucursales bancarias que el trío ya ha reconocido, la policía cree que los ancianos podrían haber perpetrado otros diez más. Con ello, la suma robada ascendería a 1,3 millones de euros (1,6 millones de dólares).
---
Wed Oct 27 10:27:08 2004
* Fuente:
http://www.lavanguardia.es/web/20041024/51166991485.html
LA COMPATIBILIDAD DE LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR
¿Qué hacer con nuestros padres?
El Gobierno inicia la elaboración del libro blanco de la dependencia que aprobará en 2006. La incorporación de la mujer al mundo laboral ha cambiado la familia tradicional y crea nuevos problemas. En España hay 2,8 millones de personas mayores de 75 años de los que solo un 10% está en residencias
Mariano Guindal - 24/10/2004
La Unión Europea se ha fijado como meta que en el año 2010 más del 70% de la población activa esté ocupada. Esto significa que será necesaria una masiva incorporación de la mujer al mercado laboral. De hecho, ésta ya se está produciendo aceleradamente.
El objetivo no es tanto la liberalización de la mujer como la necesidad de competir en una economía globalizada. En la sociedad del conocimiento es fundamental que Europa aproveche todos su recursos potenciales para competir con Estados Unidos, Japón o China. Los expertos consideran que no nos podemos permitir el "lujo" de que el Estado y la familia inviertan ingentes cantidades de dinero en formar a las nuevas generaciones y que después la mitad de ellas no se desarrollen profesionalmente porque la mujer no puede trabajar porque tiene que ocuparse de su familia. Dicho de otra manera, para competir en el siglo XXI la Unión Europea necesita poner a trabajar toda la "materia gris" que tiene acumulada.
Sin embargo, esto supone dinamitar el modelo tradicional de familia, donde el hombre era el único aportador de salario a la estructura familiar y la mujer se ocupaba de la logística familiar: hijos, mayores y discapacitados.
Este modelo, como afirma el catedrático de sociología de la Universidad Pública de Navarra, Luis Sarríes, ya no es el dominante. Por eso se plantea con toda la crudeza el problema de la dependencia en un país como España que va muy retrasado en esta cuestión. En su opinión, a la hora de compatibilizar la vida familiar y laboral lo primero que hay que definir es el objetivo que tratamos de conseguir. ¿Se trata de facilitar la liberación de la mujer, de proteger a los niños menores o de cuidar a los mayores y discapacitados?.
Al final, el debate entre los teóricos es que no se trata sólo de un objetivo, sino de un conjunto de circunstancias que con la familia tradicional estaban resueltas y que ahora es necesario replantearnos como sociedad. "Se trata de una cuestión de enorme trascendencia económica, social y jurídica", afirma Salvador del Rey, catedrático de Derecho y socio de Cuatrecasas. En su opinión, es la primera vez que el mundo laboral y el mundo familiar se ven obligados a dialogar entre sí. "Hasta ahora eran dos ámbitos distintos y lo que le pasaba al trabajador no era responsabilidad de la empresa y ahora las cosas están cambiando. Esto significa que habrá que replantearse una serie de leyes que afectan a los derechos fundamentales de las personas, y por lo tanto, a la propia Constitución".
Para tener una idea de estos cambios basta decir que entre 1994 y 1999 dos tercios de los 6,8 millones de los nuevos trabajos creados en la Unión Europea se asignaron a mujeres. Por otro lado, las diferencias entre las tasas de empleo masculinas-femeninas, que en la Unión Europea eran del 24,5% al principio de los años 90 han caído por debajo del 18%.
En Estados Unidos, donde esta cuestión se ha abordado con cierta anticipación, las cifras son más que elocuentes. Según las profesoras Pavadin y Reskin, en el año 1940 los hombres casados suponían el 70% de los trabajadores y en el año 2000 la cifra era del 20%. Si atendemos al número de unidades familiares en que ambos cónyuges trabajan la evolución es igualmente signficativa. Hace 50 años representaban sólo el 10%, ahora sobrepasan el 45%. La participación de las mujeres monoparentales han pasado de un insignificante 4% al 15%.
Junto a esta incorporación de la mujer al mundo laboral se ha ido produciendo, sobre todo en España, un fuerte descenso de la fertilidad y un fuerte envejecimiento de la sociedad.
Los datos son elocuentes. Según el Instituto Nacional de Estadística, en los últimos cien años la población de mayores se ha multiplicado por siete y los octogenarios por trece a causa de las mayores expectativas de vida, lo que conlleva un fuerte aumento del número de personas que dependen de otras para realizar los actos esenciales de la vida diaria (aseo personal, alimentación, etc.).
Actualmente en España hay 6,8 millones de personas mayores de 65 años. En el año 2010 pasarán a ser 7,2 millones y en el año 2020 serán aproximadamente 8 millones. la misma evolución se prevé para los mayores de 75 años. Actualmente con 2,8 millones y dentro de 5 años serán 3,6 millones. Los avances médicos y la generalización de la sanidad pública han incrementado la esperanza de vida, de manera que el 85% de los nacidos llegan a viejos, mientras que a principios del siglo veinte apenas eran el 10%. Los hombres llegan de media a los 81 años de vida y las mujeres a los 85. Diferencia que disminuye a medida que la mujer se incorpora al trabajo.
Junto a esto hay que tener en cuenta que en España hay 3,7 millones de discapacitados, de los que un 75% están en paro y en torno a un millón de personas son dependientes para los actos básicos de vida.
Otro dato es que de los 2,8 millones de personas con más de 75 años, solo están en residencias asistidas 230.000 personas. Esto significa que más de 2 millones de mayores se las arreglan como pueden.
Ante esta situación, el partido socialista se comprometió en su programa electoral a crear el servicio de dependencia para atender a las personas que lo necesiten. Según las primeras estimaciones, esto podría representar el 10% del PIB. El doble del gasto sanitario y más de un 25% del gasto en pensiones. Es decir, el Estado no tiene capacidad para hacerlo, por lo que es necesaria la colaboración del sector privado. Las fórmulas son variadas. El Gobierno ha empezado a elaborar un libro blanco sobre la dependencia.
---
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes formular un comentario, si te apetece.