Fech: 17 Oct 95 08:17
De: Antonio Rodriguez Babiloni
Tema: Medicina y tecnología
...Me he atrevido a extractar, ahi va, lo siento por el tamaño
(The Lancet 1995; 345 1 1 25-l 126)
En su libro The Diffusion of Innovations', Rogers cuenta lo que sucedio cuando se introdujo el trineo a motor (mototrineo) en una comunidad aislada de lapones que vivian en el norte de Finlandia. La economia y la estructura social de esta comunidad estaban basadas en el reno, que les proporcionaba alimento, vestido y transporte. Los lapones se consideraban a si mismos como criadores de renos, mantenian una estrecha relacion con sus animales semidomesticados y los cuidaban con atencion. En esa sociedad igualitaria, cada familia poseia aproximadamente el mismo numero de animales. En 1961, uno de los maestros se compro un trineo a motor solo para divertirse pero rapidamente se revelo su utilidad para el acarreo de madera y suministros. Un viaje a la ciudad mas proxima que requeria 3 dias en trineo de renos, quedaba reducido a unas escasas 5 h con un trineo a motor. Diez años despues de la introduccion del primer mototrineo, casi todas las casas poseian uno. La maquina acabo considerandose como una necesidad y llego a sustituir por completo a los esquies y a los trineos en el pastoreo de los renos. Por desgracia, el ruido y la velocidad de los mototrineos aterrorizaban a los animales, que acabaron en un estado casi salvaje y con una disminucion de su fertilidad. Las familias se vieron obligadas a vender mas renos para pagar el combustible y el mantenimiento de sus maquinas y como cada ano nacian menos renos, sus recursos empezaron a agotarse. Muchas se vieron obligadas a abandonar la cria de renos mientras que unas pocas llegaron a formar rebaños muy numerosos.
De esta historia pueden extraerse dos conclusiones, ademas de otra evidente y que es que la introduccion de la tecnologia puede comportar unos costes mayores que sus beneficios. La primera conclusion es que la tecnologia aporta mucho mas que aparatos. Cuando los lapones cambiaron sus esquies y sus trineos de renos por los trineos a motor, cambiaron su autonomia en cuanto a transporte y energia por una dependencia del suministro exterior de gasolina. Se produjo un cambio en los valores sociales; en el pasado, se otorgaba una clase social elevada a aquellos que tenian reatas con muchos animales de tiro, mientras que ahora era la posesion de una maquina lo que daba prestigio. La segunda conclusion es que los lapones no tenian manera de predecir las consecuencias de adoptar los trineos a motor. En ningun momento, mientras duro el proceso de difusion de la nueva tecnologia por toda la comunidad, fueron capaces de encontrar un modo de estudiar y discutir sus probables consecuencias y nunca se planteo la posibilidad de analizar la introduccion de los mototrineos ni de resistirse a ellos.
¿Les pasara a los medicos lo mismo que les paso a los lapones? ¿Y por razones parecidas? Dos articulos recientes aparecidos en The Economist han llamado la atencion sobre lo negro que esta el futuro para los medicos. En ellos se analiza la perdida de poder de la profesion medica y la creciente influencia de los gestores en decisiones que antiguamente eran consideradas como patrimonio exclusivo de los medicos. La razon de esto tiene que ver, en buena medida, con la creciente dependencia que la medicina tiene de la tecnologia. Las innovaciones tecnologicas hacen que los estudios de los pacientes sean cada vez mas sencillos y seguros, a la vez que las pruebas tecnologicas nos proporcionan una informacion mejor y mas completa. The Economist predice una disminucion del protagonismo de los medicos y un mayor papel de los tecnicos.
La tecnologia, como pudieron comprobar los lapones en sus propias carnes, no puede separarse de los valores sociales y economicos de la sociedad que genera. Las ideas sobre restricciones de disponibilidad de tecnologias medicas estan cambiando. La legislacion que tiempo atras se consideraba necesaria para proteger a una poblacion desinformada contra peligrosos charlatanes, se considera probablemente en la actualidad mas como un servicio a los intereses de la profesion que como una proteccion para los pacientes. Los gobiernos, las companias de seguros y los empresarios que corren con los gastos de la asistencia sanitaria estan pidiendo una mayor participacion en las decisiones sobre cuando hay que recurrir a ella y quien debe aplicarla, y es probable que descubran que los tecnicos salen mas econ6micos que los medicos. Pero el cambio en las ideas esta impulsado por algo mas que por el deseo de obtener mas beneficios economicos. Los consumidores quieren controlar, o lo que viene a ser lo mismo, hacerse la ilusion de que controlan su vida y su salud. Tal vez no hayan leido a Foucault pero siguen teniendo dudas sobre si la medicina moderna les ayudara a conseguirlo. Todos los días podemos oír en nuestras consultas la traducción practica de esta ambivalencia; los pacientes nos dicen que no creen en las pastillas pero a la vez se inclinan por solicitar mas tratamientos en lugar de disminuirlos. Una encuesta entre americanos adultos puso de manifiesto que en el ano anterior, uno de cada tres había recurrido a tratamientos no ortodoxos. Los jóvenes de raza blanca con estudios e ingresos elevados constituyeron el grupo que mas recurrió a tratamientos no convencionales. Esas personas representan un gran mercado a explotar por parte de unos intereses no siempre comerciales y que rara vez corren paralelos a los de la profesión medica. Y si lo que se quiere son ejemplos, no hay mas que pensar en la escalada de ventas de hierbas medicinales y de equipos de "hágalo usted mismo" para la prueba del embarazo o la determinación del colesterol plasmatico. Lean sino las paginas sobre salud de periodicos y revistas, exploren el ciberespacio para observar la cantidad de grupos de ayuda mutua para determinadas enfermedades que pueden encontrarse en el Internet o adquieran uno de los programas informaticos destinados a ayudarles a diagnosticar sus propios padecimientos.
The Economist critica a los medicos por interpretar su función con estrechez de miras; han visto su profesión como una forma de esclarecer síntomas, decidir cual es el problema y prescribir tratamientos; este un planteamiento mecanicista que igualmente podrá ser elaborado por un microprocesador. Si los medicos quieren sobrevivir, necesitan renunciar a su papel de guardianes y cancerberos de una fuente de tecnología cuyo elixir garantiza una salud eterna. Han de dejar de arrastrar planteamientos cuestionables sobre que es lo que constituye un estilo de vida saludable y en lugar de todo ello, volver a sus orígenes como sanadores maestros. De esta forma, estarán solicitados tanto por sus consejos y su sabiduría como por sus conocimientos terapéuticos. Buena parte del prologo que Show escribió para su obra de teatro The Doctor's Dilems no tiene ningún sentido pero una de sus conclusiones es indudablemente cierta: "No intentéis vivir eternamente. No lo conseguireis." Los progresos de la tecnologia medica no le han restado validez.
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