From: Vicente Manzano Arrondo
Date: Mon, 29 Jan 2001 19:39:36
González escribió:
> En el pasado congreso sobre encuestas tuve oportunidad de discutir con varios participantes sobre distintos temas. Aunque parezca mentira, uno sobre el que no conseguimos llegar a un acuerdo fue la propia definición de encuesta.
Gracias, Andrés, por plantearlo.
Sería muy interesante que alguien implicara esfuerzo en realizar un análisis de las definiciones de "encuesta" (o "survey" o "sondage" ...) que se han sucedido a lo largo de la historia, condensada muy especialmente en las últimas tres cuartas partes del siglo que hemos dejado atrás. Adelanto desde aquí que ese trabajo, con la corrección formal suficiente, sería muy bien recibido para la revista Metodología de Encuestas. Sospecho que debería apreciarse una evolución desde definiciones centradas en el cuestionario, hasta las más actuales, centradas en la muestra. Lo habitual, hoy, es reducir tanto la definición de la encuesta hacia el muestreo que en algunas definiciones "encuesta" e "investigación por muestreo" parecen sinónimos. En ese sentido, alguien podría decir "esta mañana me han hecho una encuesta de sangre. Espero los resultados mañana". O tal vez "tras la encuesta realizada por la NASA en Marte, se esperan los resultados de los análisis de rocas". En una entrevista de radio, el locutor preguntó algo a sus dos compañeras de plató y después me dijo "¿Qué opina usted de esta encuesta?". Tengo la sospecha de que la tendencia a fortalecer la asociación 'muestreo-encuesta' está justificada por un afán de asociar la encuesta con la imagen de una herramienta de alto rigor científico, que exige un proceso no inmediato para conseguir resultados. El muestreo probabilístico surge así como la piedra angular de la encuesta, acompañado de su indisoluble inferencia estadística. Son herramientas sofisticadas que no se encuentran al alcance de cualquiera y que han conseguido la aceptación de la inmensa mayoría de las disciplinas académicas. Tal vez, centrar en ellas la definición de encuesta pueda obedecer a una reacción frente a la tendencia anterior a llamar encuesta a cualquier procedimiento donde tenía lugar una indagación o interrogación mediante un cuestionario en la mano (e, incluso, sin él). Así, podríamos afirmar que el locutor no había hecho ninguna encuesta. Es prematuro extenderse aquí en divagaciones sobre todo lo que pueda estar implicado en la definición de encuesta. Pero, desde luego, no la concibo sin un cuestionario. Y entiendo éste como un conjunto organizado de unidades de interrogación en sentido amplio. Ejemplos de unidades de interrogación: una pregunta escrita en un papel, junto con opciones de respuesta; una tarea de ordenación de botellas de cerveza según la preferencia del encuestado; una tarea de interacción con un cuestionario electrónico en la red; etc. En cualquier caso, cada unidad exige un agente que lanza la interrogación (un encuestador que presenta la tarea, un investigador que diseña la pregunta para ser leída, un diseñador que construye el item electrónico...) y un encuestado que responde a ella. Creo que esta pareja 'agente_interrogador -encuestado' es tan necesaria para distinguir la encuesta de otros procedimientos de investigación, como el muestreo lo es para mantener la separación clásica entre encuestas y censos.
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