viernes, 30 de mayo de 2008

Hablar, leer, escribir ....

From: Angel Romera Valero
Date: Mon, 12 Mar 2001 21:31:31 +0100

Jacques Lang, ministro de educación francés, ha pronunciado un discurso importante, con unos pasajes pertinentes para la lista que paso a traducir:

"El desarrollo de la inteligencia conceptual exige la enseñanza del lenguaje Es preciso sin demora referirlo: transmitir la lengua nacional es la prioridad máxima. Sentir dentro de sí la lengua francesa es indispensable para acceder a todos los saberes. La lengua es, en efecto, la verdadera columna vertebral de los aprendizajes, el saber de los saberes, la puerta que abre a otras disciplinas. Por otra parte, es en el momento de los primeros pasos en la adquisición de la lengua cuando ciertos alumnos, ya, se arriesgan a perder pie. Todo se juega allí: la promesa del éxito y los primeros signos del fracaso. El fracaso no es soportable y es preciso combatirlo con determinación. Esto pasa por una acción resuelta en favor de la enseñanza de la lengua oral y del aprendizaje de la lectura. A fortiori, para los que no tienen el francés como lengua materna.

Esto no es nuevo [...] A través de numerosos debates, dos ideas destacadas terminan por imponerse:

1. La necesidad de marcar mejor dos tiempos esenciales de adquisición:

-La enseñanza de la lengua oral, en infantil, para acceder ulteriormente con más facilidad a la escrita

-El aprendizaje de la lectura en la escuela primaria

-La necesidad de renovar la evaluación y las soluciones.

2. La adquisición en dos tiempos:

En educación infantil, priorizar la expresión oral para preparar el acceso a la escrita.

Consideremos este simple dato: el número de palabras comprendidas por un niño a la entrada del curso preparatorio, varía, según los casos, de 600 a 1800. Tales diferencias son portadoras de desigualdades tanto más graves en cuanto que son precoces y la pobreza del vocabulario perturba el aprendizaje de la lectura.

Hablar es enunciar ideas, formular interrogantes. Es también expresar una voluntad de cambio y una autoafirmación. El desarrollo de la lengua oral debe pues establecerse como el objetivo principal de los maestros y maestras de infantil.

El conjunto de los dominios de actividades de la escuela infantil deben concurrir a este fin, la conquista del lenguaje, al ofrecerle ocasiones de dialogar, preguntar, sorprenderse y expresar sus emociones y capacidades de creación. Un trabajo conjunto de los maestros, en colaboración eventual con unos profesores especializados, favorecerá el éxito de cada uno. Porque cada alumno es importante. Para facilitar el paso al escrito, el compañerismo, desde la escuela infantil, con los libros y los álbumes, el contacto regular con la lengua de los libros y los lenguajes escritos, gracias a la lectura en voz altahecha por un adulto, al cuento, verdadero do literario en el niño, tienen una importancia decisiva. Las transformaciones que permiten apaladinar el sentido de los textos y los efectos sobre sí de las historias suponen un trabajo esencial sobre la comprensión que facilitará los apredizajes sistemáticos y estructurados del curso preparatorio.

Todavía es preciso insistir aquí sobre la idea de que no hay lectura alguna sin escritura, y no enseñanza de la escritura sin combinación del trabajo del pensamiento y del gesto técnico que permite por ello la expresión. Esta enseñanza técnica del gesto grafomotor que permite el trazo adecuado de las letras [...] es preciso para nuestros alumnos. Daré instrucciones para que los maestros de las escuelas infantiles sean ayudados en la rehabilitación de los ejercicios que favorecen enseñar de ese modo.

-En primaria, el aprendizaje de la lectura. Saber leer y querer leer, tales son los objetivos mayores de las primeras clases de la escuela elemental.

Saber leer

La entrada en lo escrito es una etapa delicada para el niño que va a tener que familiarizarse con el funcionamiento de la lengua escrita, en sí y en su relación con la lengua oral: poner los sonidos que precibe en relación con su traducción gráfica, comrpender la estructura de las frases, la importancia del papel de cada elemento que las compone. Comprender que la lengua que habla se escribe y que esta lengua escrita no es exactamente igual a la que habla. Para ayudarlos a percibir la índole de la lectura, conviene poner a los alumnos en contacto con múltiples soportes de lectura, desde el libro al archivo de ordenador, desde el poema a la revista, para que puedan comprender la utilidad cotidiana del escrito al mismo tiempo que su formidable capacidad para hacer soñar.

En el ciclo de profundizaciones, que cubre los tres últimos años de la escolaridad elemental, es preciso continuar la enseñanza de la lectura. La lectura para aprender, la lectura para comprender. Se aprende a leer en todas las disciplinas y esto es lo que justifica los esfuerzos de los alumnos. Este ciclo debe favorecer los reencuentros con los textos largos y cada vez más complejos, unos textos ricos que den para pensar, para sentir, para disfrutar, para aprender, unos textos que nutran discusiones entre alumnos, los aproximen y los unan. "Haber leído el mismo libro es haber habitado la misma casa", decía magnificamente Saint-Exupéry.

Para familiarizar al alumno con la lectura, son precisos manuales escolares en la clase de los alumnos, unos libros y diccionarios sobre los estantes, muchos libros y diccionarios en clase, muchos libros en las bibliotecas escolares y centros documentales.

Dentro del mismo espíritu que pretende rehabilitar los ejercicios gráficos y caligráficos en la escuela infantil, del mismo modo no se omitirá preparar el escrito los alumnos de los tres últimos años de la escuela elemental (Secundaria), puesto que a la llegada al instituto se observa una dificultad en escribir en gran número de ellos. ¿Como puede un alumno llegar a ser capaz de seguir los cursos tomando notas, sin haber sido preparado y sin haber cogido la costumbre de escribir regularmente? Daré pues instrucciones en este sentido esencial para una buena escolarización en los institutos.

Amar la lectura

El gusto de leer, la pasión de leer se adquieren también con la calidad material: unos bellos libros, unas verdaderas historias, -frecuentadas a menudo- suscitan el deseo y voluntad de leer.

Cada equipo de cilo debería definir un "bagaje" de libros leídos cada año; tanto la literatura juvenil como las obras del patrimonio cultural serán solicitadas. Cada alumno debería poder construirse una especie de antología de textos queridos. "La mejor antología, es aquella que compone uno mismo", escribió Paul Eluard. Este "tesoro personal" el alumno lo llevará de clase en clase. Debe ser posible aplicar ya concretamente esta propuesta en el cuaderno o en el clasificador de poesía: todo niño debería poder conservarlo y enriquecerlo.

He preguntado a Henriette Zoughebi, directora del Salón del Libro Juvenil de Seine-Saint-Denis en Montreuil concebir un plan de desarrollo suplementario de bibliotecas y centros de documentación que comprenderá en particular una dotación de 500.000 obras


B) La exigencia de renovar la evaluación y las soluciones.

No habrá progreso sino si la evaluación de las competencias y la superación de las dificultades son sistematizadas y los procedimientos de solución son generales.

La evaluación premite adaptar mejor la enseñanza a cada alumno y seguir mejor su evolución. Ella es un componente de toda acción educativa, una fuente premanente del maestro.

La evalucación de los alumnos en CE2 y en sexto existe desde hace una decena de años. Los maestros ya tienen el hábito de utilizar los resultados para conocer mejor los puntos fuertes y flacos de un alumno o una clase.

Sin embargo, a pesar de una demanda cada vez más frecuentemente expresada, es preciso constatar dos grandes lagunas:

-A pesar de algunas tentativas, no existe evaluación sitemática en infantil o en el curso preparatorio, es decir, al comienzo del segundo ciclo.

-Los medios y dispositivos de solución propuestos a los docentes son raros.

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