46. La uniformidad nos aburre y empobrece, pero la diferenciación absoluta nos aisla. La diversidad que enriquece necesita una base común. A partir de ahí, la variedad es preferible. Lo deseable para todos los libros no es que tengan millones de lectores, sino su público natural: utópicamente, el que pudiesen alcanzar si la distribución fuera perfecta y el precio indiferente, de manera que todo posible lector interesado tuviese la oportunidad de leerlos.
47. Una cosa es el renombre de autores o títulos, otra la venta efectiva de ejemplares, otra la lectura de los mismos, otra la asimilación y difusión del contenido... Se trata de una constelación de fenómenos próximos, pero distintos.
48. "La mitad de lo que gasto en publicidad es un desperdicio; el problema es que no sé cuál mitad (David Ogilvy).
50. La principal barrera a la difusión del libro no está en el precio, sino en los intereses del autor y el lector, en las características del texto, en las dificultades leer y escribir.
Gabriel Zaid
Los demasiados libros
Anagrama. Colección Argumentos.
Bcn -1996
¡ OCVLUM TERTIVM ! (El tercer ojo... LA CÁMARA)
Hace 4 años
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