martes, 19 de agosto de 2008

Antiacidos y neumonia

Date: Sat, 30 Oct 2004 14:42:04 -0400
* Fuente:
http://www.abc.es/abc/pg041030/prensa/noticias/Sociedad/Sanidad/200410/30/NAC-SOC-092.asp

Vinculan el consumo de antiácidos a un mayor riesgo de desarrollar neumonía. Los antiácidos inhiben la secreción de ácidos gástricos pero facilitan que los agentes patógenos puedan alcanzar con mayor facilidad las vías respiratorias ABC/

MADRID. Un estudio elaborado durante siete años y que incluyó a 364.683 personas ha sembrado dudas sobre los antiácidos, una de las familias de fármacos más utilizados sin receta médica. La investigación desarrollada por científicos del Centro Médico Universitario de Radboud (Holanda) asegura que las personas que emplean medicaciones supresoras de los ácidos gástricos pueden encontrarse ante un riesgo elevado de desarrollar neumonía.

La investigación, que acaba de publicar «Journal of the American Medical Association» (JAMA), asocia el consumo de estos medicamentos con un aumento del 27% en el riesgo de padecer neumonía, porcentaje que se eleva a una cifra no determinada si estos fármacos corresponden a inhibidores de la bomba de protones (omeoprazol) o los antagonistas de los receptores H2 (ranitidina). Pese a estos problemas, los especialistas reconocen que «la eficacia de estas drogas en el tratamiento de los síntomas gastrointestinales es excelente, pero parecen tener algunos significativos inconvenientes».

Los antiácidos son medicamentos que neutralizan el ácido clorhídrico por reacción química en el estómago y son fundamentalmente de dos tipos: los sistémicos, que pueden tener efecto rebote, y los no sistémicos que presentan una acción más lenta y prolongada en la que se descarta prácticamente el efecto rebote de los primeros.

INHIBEN LAS SECRECIONES ÁCIDAS

Los fármacos inhiben las secreciones ácidas en el estómago, pero al mismo tiempo, provocan un aumento de la vulnerabilidad a otros tipos de infección ya que la acidez del estómago es un proceso mayor de defensa contra agentes patógenos presentes en los alimentos que han sido ingeridos. Al bloquear la producción de ácidos, los patógenos pueden generar un mayor número de infecciones, entre las que destacan las de las vías respiratorias, como la pulmonía o neumonía. Según su hipótesis, las bacterias pueden colonizar más fácilmente el estómago al detenerse la producción de ácidos, y serían capaces de alcanzar el aparato respiratorio con mayor intensidad y facilidad desencadenando infecciones.

En un editorial que publica la revista JAMA, James C. Gregor, de la Universidad de Western Ontario (Canadá), examina la eficacia y los riesgos de estas drogas llegando a la conclusión de que su riesgo puede ser «relativamente pequeño» frente a las complicaciones que pueden presentarse y que tienen fácil tratamiento. Sin embargo, «ninguna medicina está fuera de las posibilidades de presentar efectos adversos potenciales», mantiene el especialista, por lo que debe advertirse al paciente de los problemas debido al «uso crónico de estos fármacos aparentemente benignos en la mayoría de los casos».

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