Una madre infernal
28.02.06 @ 14:22:41.
PeriodistaDigital
Los horribles ingredientes de la vida de Mariam Farhat, o Umm Nidal (madre de Nidal), una de los recién elegidos miembros del consejo legislativo palestino, proporcionan un vistazo aterrador al futuro de la Autoridad Palestina bajo el mandato del nuevo gobierno de Hamas. Escribe Robert Spencer, director de Jihad Watch y autor de 5 libros sobre terrorismo islamista, que nadie representa con mayor exactitud el ethos de Hamas -- y el ethos del infanticidio que impregna la cultura palestina contemporánea en su totalidad -- que Mariam Farhat, una madre que desea la muerte de sus propios hijos y de los hijos de otras.
El New York Times la identificaba recientemente como “la madre de tres partidarios de Hamas abatidos por los israelíes”. El Times añadía que “despidió a uno de sus hijos en un video casero antes de irrumpir en un asentamiento israelí matando a cinco personas, siendo después abatido. Más tarde declaraba, en una cita muy difundida, que querría haber tenido 100 hijos para sacrificarlos de esa manera. Conocida como 'la madre de los mártires', aparece en un video de campaña sosteniendo un arma“.
El hijo mayor de Umm Nidal, Nidal, era abatido en el 2003, y su hermano Rawad en el 2005 — ambos mientras estaban llevando a cabo acciones contra israelíes. Mohammed Farhat fue el primero de sus hijos en morir. En junio del 2002 irrumpía en el asentamiento de Atzmona, Israel, disparando indiscriminadamente y matando a 5 adolescentes e hiriendo a otros 20 antes de ser abatido.
Cuando un presentador le preguntó si su hijo tenía intención de apuntar a civiles, Umm Nidal respondía: “Mohammed llevó a cabo su operación en 'una academia militar'. Todos eran soldados”.
Por supuesto, si Mohammed hubiera apuntado a mujeres y niños, para su madre todo habría estado bien también. No sólo no le perturban las muertes de otros, sino que tampoco las muertes de sus propios hijos: "Son exigencias de la guerra. Matar civiles es una exigencia de la guerra. Para empezar, todos son ocupantes. Quienquiera que venga de fuera y resida en la tierra de Palestina es considerado un ocupante, incluso si son mujeres y ancianos. Todos son ocupantes... por lo tanto, todos los israelíes son considerados ocupantes de nuestra tierra. No existe diferencia entre mujeres y hombres... esto es la ley islámica religiosa. No invento nada. En esto sigo la ley islámica religiosa. Un musulmán es muy cuidadoso de no matar a un inocente, porque sabe que estaría destinado al Infierno eterno... confiamos en la ley islámica al decir que no existe prohibición de matar a esta gente”.
Umm Nidal cree todo esto tan profundamente que gritó “Aláh Ajbar” cuando supo de los crímenes de Mohammed y de su propia muerte; “preparó cajas de halva y de bombones, y las repartió entre sus amigos”, A aquellos que le reprobaban ser despiadada, respondía: “No podemos dejar de sacrificar porque sintamos dolor. ¿Cuál es el significado del sacrificio? Uno sacrifica lo que es precioso, no lo que tiene poco valor. Mis hijos son lo más valioso de mi vida. Eso es por lo que los sacrifiqué por una causa más importante — por Alá, que es más importante que ellos. Mi hijo no es más importante que su Alá, no es más importante que los lugares sagrados para el islam, y no es más importante que su patria o que su islam. En absoluto”.
De hecho, Mariam Farhat animó a sus restantes hijos a seguir los pasos de Mohammed y convertirse en mártires islámicos matando israelíes y muriendo en el proceso: "tras la operación de martirio, mi corazón estaba en paz con Mohammed. Animé a todos mis hijos a morir con la muerte de un mártir, y deseo esto incluso para mí misma. Después de todo esto, me preparé para recibir cadáver de mi hijo, el shahid puro, para velarle por última vez y aceptar todas las felicitaciones que nos llegaron en gran número y participaron de nuestro gozo por el martirio de Mohammed”.
Nidal y Rawad emularon a Mohammed; no debería sorprender a nadie si sus tres hijos restantes también se convierten en asesinos. Y si lo hacen, Umm Nidal alabará a Alá por sus muertes, igual que hace por las de sus tres "mártires".
Sigue siendo intrigante en el contexto de esta cultura de muerte que muchos observadores se aferren aún a la esperanza de que Hamas, que propone a esta mujer como candidato, cambiará de alguna manera y se convertirá en una fuerza moderada.
Tras las elecciones, la Secretaria de Estado Condoliza Rice declaraba: “El pueblo palestino ha votado aparentemente al cambio, pero creemos que sus aspiraciones por la paz y por una vida pacífica permanecen sin cambios”.
Mariam Farhat, sin embargo, no fue solamente nominada, sino que salió elegida para el consejo legislativo palestino, y fue agasajada la semana pasada por partidarios encantados en una concentración de victoria de Hamas.
Una joven exclamaba: “Ella es la madre de cada casa, de cada persona”. Respondiendo a los que se encuentran esperanzados en el hecho de que Umm Nidal sea una de las cinco mujeres que salieron elegidas para el consejo legislativo palestino, Naima Sheikh Alí, de Fatah, decía de Hamas: “Sí, respetan a las mujeres, pero según como concibas ese respeto. Es desde un punto religiosamente fundamental. Para el movimiento feminista, esto nos hace retroceder varios pasos”.
La cuestión debe plantearse: ¿a pesar de haber elegido a Hamas y a Umm Nidal, los palestinos rechazan realmente las perspectivas y posturas representadas por ella y por su partido, como a tantos funcionarios occidentales les encanta creer?
Umm Nidal en persona cree que no: “Todos los palestinos comparten la misma opinión. No están divididos. Los únicos que discrepan y piensan de otro modo son, por supuesto, los extranjeros, que no sienten simpatía hacia nosotros o hacia nuestra causa, y que no saben nada de nosotros. Son los que creen que este hombre ha venido para matar gente inocente. Eso es lo que creen. Nosotros, como musulmanes, pensamos distinto. Somos familiares con el verso coránico: 'Al que te ataca, atácale de la misma manera'“.
¿Pero los palestinos no querían la paz? Sí, dice Umm Nidal, pero “la palabra 'paz' no significa el tipo de paz que experimentamos. Esta paz es, de hecho, rendición y desgracia vergonzosa. Paz significa la liberación de toda Palestina, desde Jordania al mar [Mediterráneo]. Cuando esto se logre — si quieren paz, estaremos preparados. Pueden vivir bajo la bandera del estado islámico. Ese es el futuro de Palestina por el que luchamos”.
El futuro de Palestina es el futuro de la propia familia de Umm Nidal: jóvenes conducidos al fanatismo y al crimen, empujados por sus propias madres y por la sociedad en conjunto. Nada podría hacerla más feliz que la muerte de sus tres hijos restantes. Pero el mundo no sólo no llama a esto demencia; corre a mostrar a Hamas que sus fondos no serán suspendidos.
Al frente de la lucha por la misma paz prevista por Umm Nidal se encuentra el líder de Hamas Jalid Mash'al, que decía el pasado viernes en la mezquita de al-Murabit, en Damasco: “Antes de que Israel muera, debe ser humillado y ser degradado. Con la ayuda de Alá, antes de que mueran, experimentarán la humillación y la degradación a diario. América no les servirá de nada. Sus generales no les servirán de nada. El último de sus generales ha sido olvidado. Alá le hizo desaparecer. Está acabado. Muerto está Sharon, tras cuya espalda se esconden y encuentran abrigo, y con el que se sienten relativamente seguros. Hoy tienen líderes frágiles, que ni siquiera saben dónde les colocó nuestro Señor. Si Alá quiere, haremos que pierdan su vista, haremos que pierdan sus sesos”.
Si los funcionarios del mundo creen que un electorado que elige a Umm Nidal y a su partido libremente y en votación secreta no está encantado con la sangre, la muerte y la intransigencia genocida, y que de alguna manera van a dejar de celebrar la muerte no sólo de inocentes judíos, sino también de sus propios hijos, y que de alguna manera van a ingresar en la comunidad de naciones libres y racionales, entonces es que no sólo han perdido su vista; han perdido ya sus sesos.
Brigantinus-Quora
Hace 7 años
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