Cielo & Telescopio
Noviembre de 2002
pag.10
El Último Cielo
Mis sueños de ver el universo como realmente es: magnífico e inspirador.
Joël Marks
Cada semestre de otoño, cuando enseño ética en mis clases de filosofía, recuerdo la exclamación de Immanuel Kant: "Dos cosas llenan mi mente con maravilla y temor siempre crecientes. . . los cielos estrellados sobre mí y la ley moral dentro de mí”. Evoco sus palabras porque esta es la estación en que la Galaxia de Andrómeda - M31, se eleva a la cima del cielo para que todos la puedan claramente ver en la oscura noche. No puedo resistir contar a mis estudiantes todo acerca de ella y, si las condiciones lo permiten, conducirlos afuera para verla.
Procediendo asì, la recepción que consigo es a la vez satisfactoria y descorazonadora. No hay pregunta que la mayorìa de los estudiantes disfrute un descanso de discutir su verdad o falsedad. Muchos son, de hecho, genuinamente curiosos respecto de las estrellas. Y quedan fascinados de saber que el mismo Immanuel Kant fue uno de los primeros en identificar correctamente la "Nebulosa" de Andrómeda, y que, una vez confirmada, esta informada conclusiòn llevó a un diluvio de nuevos descubrimientos.
Para descubrirla, abro y hago girar mi gigante ‘poster’ de Palomar de la M31 y sus compañeros en el espacio. Señalo que ésta es una “fotografía real y no retocada”; que las estrellas que llenan el marco estàn todas en nuestra galaxia; que, para alguno que resida allí en un planeta, la Vía Láctea le parecería sòlo como el cuadro; y que vislumbrando la mancha diminuta de M31 con el solo ojo, estamos viendo algo absolutamente único, un lugar 2.3, millones de años-luz de distancia - y en un pasado prehistórico. Hasta donde este astrónomo aficionado está involucrado, M31 es la última maravilla cósmica revelada a nosotros por la ciencia.
Pero mientras estoy siendo transportado lejos, también reconozco la tragedia que subyace a mi habilidad de "impresionar" a mis estudiantes universitarios de esta manera: escasamente alguno de ellos ha oído hablar en la vida de cualquiera de estas cosas.
Nunca han tomado un curso de astronomía y probablemente nunca lo haràn. La astronomía simplemente no es considerada como una parte de su educación básica. Saben de su ubicaciòn en el esquema físico de las cosas sólo hasta un cierto punto, como decir, "Tierra sistema solar", sin la 'Vía Láctea, Grupo Local, universo" que siguen en nuestra ubicaciòn cósmica. Es como ser para siempre un niño que aprende qu vive en la Calle Joralemon a la altura de Brooklyn pero no que esa altura de Brooklyn está en Nueva York, Estados Unidos, América del Norte.
Me siento tan triste que la inmensa mayoría de las personas nunca estèn expuestas estas maravillas del universo - triste también que el descubrir tales revelaciones requiera de fondos, del apoyo público, de la comprensión pública.
Yo hago mi pequeña parte en mis cursos, pero se requiere de algo directo y de mucho más amplio alcance.
Conozco algo que podría hacerlo: algunos hàbiles emprendedores deberìan inventar lentes intensificadores que hagan para M31 lo que los cristales de Galileo hicieron para la Vía Láctea.
Quizás el hecho más maravilloso de todos acerca de M31 es que es grande - no sólo físicamente, sino fenomenalmente. Su dimensión angular en nuestro cielo es inmensa - por lo menos atraviesa ocho lunas llenas. ¡Imaginese viendo eso siempre que alzara la vista!
Si las personas pudieran admirar tales espectáculos simplemente disponiendo de ellos (especialmente si fueran baratos), entonces pienso que veríamos el alba de una nueva edad.
Esto también apunta a un hecho general sobre la astronomía que está a menudo olvidado por los no astrónomos de nosotros. Las personas comúnmente suponen que lo que los telescopios hacen es ‘magnificar’. Así al ver imágenes vistosas de galaxias, nebulosas y otros objetos del cielo profundo, piensan que es el poder de aumento del instrumento de observación el que ha hecho el truco.
Pero igualmente importante en la observación astronómica es el poder de reunir luz. Me impactò un día (hace muchos años, probablemente al leer un nùmero de esta misma revista) el que los tamaños angulares de muchos objetos celestes son realmente grandes. M31 es para nada único a este respecto. Como sòlo ejemplo, sabemos ahora que el racimo globular desgajado llamado “Palomar 5” tiene un par de colas con un arco total de 10º (nùmero de septiembre, página 17).
Imagine, entonces, que algo barato, cristales reforzados-CCD pudieran mostrarnos al instante todas estas maravillas. Me pregunto como lucirìa el cielo. ¡No tengo ninguna duda que le volaría la mente a todos - permanentemente!
Una cosa más: Insistiría en que por lo menos parte de los beneficios de la venta de éstos cristales vaya a la Asociación Cielo Oscuro Internacional (International Dark-Sky Association). Esto podría ayudar a asegurar que futuras generaciones fueran capaces de ver el cielo estrellado sin critales y así estar todos tan intimidados e inspirados como nosotros y nuestros predecesores lo han estado.
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Cuando no está admirando los cielos con ojos muy abiertos y maravillados, JOËL MARKS, (jmarks@newhaven.edu) preside el departamento de filosofía de la Universidad de New Haven, Connecticut (USA).
Brigantinus-Quora
Hace 7 años
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