Date: Sun, 14 Nov 2004
* Fuente:
http://www.periodistadigital.com/object.php?o=35305
ALEXANDRA KOSTENIUK
¿Quién es la reina del ajedrez mundial?
Esta jugadora rusa, elegida ajedrecista del año por encima de "clásicos" como su compatriota Gary Kasparov, amenaza al rey. ¿Llegó el fin de la lucha de sexos frente al tablero?
David Benedicte
El Semanal (13/11/04, 09.26 horas)
Eran otros tiempos, desde luego, pero conviene hacer memoria: corren mediados los 50 del pasado siglo cuando al gran maestro holandés y profesor de matemáticas Max Euwe, campeón del mundo de ajedrez desde 1935 hasta 1937, le preguntan si las mujeres podrán jugar bien algún día, a lo que responde afirmativamente, y agrega: «Claro que sí, pero dentro de cien años».
Hoy por hoy, leído así, cualquier jurado que velase por la corrección política no tardaría ni cinco segundos en encerrar al ex campeón por misógino para, acto seguido, tirar la llave al mar. Aclaremos en defensa de Euwe que, cuando se le requirió al respecto, era más fácil enfrentarse a un gnomo en la alta competición que hacerlo contra una mujer.
Algo más cercano a nuestro siglo, Anatoly Karpov, máxima figura mundial del año 75 al año 85, deja caer un buen día que ellas jamás podrían jugar al nivel de ellos. ¿Otra llave al fondo del mar? Aunque en este caso fue una campeona madrileña, Pepita Ferrer, la encargada de poner al campeón ruso en su lugar al declarar: «Si el señor Karpov supiese lo que es parir y cuidar a los hijos, sabría por qué no podemos competir con ellos en el ajedrez». No comment. Lo que sí suponemos es que ni en sueños podían ellos imaginar [nota para la reflexión: sólo han pasado unos 20 años de la boutade de Anatoly] que una chica como ella acabaría paseando su palmito por el circuito internacional. Y es que la jugadora rusa Alexandra Kosteniuk, quien decidió ser Gran Maestra del juego ciencia para conquistar su sueño de ser modelo, llega para cambiar algún que otro chip. ¿Qué hacemos ahora con aquel icono del ajedrecista freak miope, despeinado y aburrido que ejercía el control absoluto sobre un tablero abarrotado y formaba ya parte de nuestra memoria colectiva? Vivir para ver.
Sostienen los entendidos en esta materia que la joven Kosteniuk es la dama más popular del ajedrez internacional, siempre con el permiso, eso sí, de la húngara Judit Polgar. De hecho, Alexandra ha sido elegida ajedrecista del año en una votación organizada por la prestigiosa empresa de software de ajedrez CheesBase. Este galardón puede considerarse sorprendente en tanto la jugadora rusa ha superado por un amplio margen en las votaciones a su compatriota Gary Kasparov y al ucraniano Ruslan Ponomariov, el actual campeón del mundo. Kosteniuk es la excepción que confirma las cuatro reglas sobre un tablero: conocida como la Anna Kournikova del ajedrez (con la `notable´ diferencia, según sus numerosos fans, de que ella sí que gana títulos), Alexandra es la imagen de una línea de prendas de vestir y vende su imagen como si fuera una estrella de Hollywood más (incluso circulan unas fotos muy provocativas que causaron gran sensación en su momento).
Para colmo del marketing, desde marzo de este año esta ex niña prodigio desafía al mundo en una partida que puede jugarse a través de Internet o mediante mensajes de texto (SMS), desde el teléfono móvil. Se realizan tres jugadas por semana y, en cada movimiento, la más votada por todo el mundo es la elegida (en estos momentos se decide el movimiento 24 de partida). Los que hayan votado la misma reciben un punto. Al final del encuentro, quienes hayan obtenido más puntos ganarán 5.000 dólares en metálico. Para participar, basta con registrarse en el sitio oficial de la campeona (www.kosteniuk.com). Por otro lado, esta `reina´ del tablero está a punto a rodar una película en su país natal. ¿Hay quien dé más? Pues sí, ella misma en su libro de memorias How I became Grandmaster at age 14? [o ¿Cómo me convertí en Gran Maestro a los 14 años?], que está a punto de publicarse en castellano.
«Alguna vez pensé en ser médico -reconoce la jugadora-, o en tener niños y fundar una familia. También en actuar en el cine. Es mi verdadero sueño. Pero, hasta que llegue ese día me limitaré a jugar al ajedrez y tratar de hacer las cosas lo mejor posible. Todo el mundo quiere que gane cada torneo al que me presento. Esa presión es la que me convierte en una gran jugadora.» Alexandra nació en Perm, Rusia, en 1984. Con 14 años recién cumplidos se convirtió en WGM (Gran Maestro Femenino) y a los 16 alcanzó categoría de MI (Maestro Internacional Absoluto). Su padre, Konstantin, abandonó su trabajo en el Ejército cuando ella no era más que una niña y se dedicó a adiestrarla. Con el fin de ejercitar el cerebro, Konstantin enseñó a su hija a ganar una partida en tres movimientos con los ojos vendados. «Me acuerdo de cuando mi padre me puso a hacer ejercicios. Escribía en unas tarjetitas los cuadros del tablero de ajedrez, como E4 o A1 (y hasta algunos falsos como E9, para ponerme a prueba). Luego me mostraba rápidamente las tarjetas, una tras otra, y yo debía decir si el cuadrado era blanco o negro sobre el tablero. En la actualidad estudio cinco o seis veces a la semana durante seis horas por sesión. Si dejo de estudiar durante mucho tiempo, mi juego empeora.»
En poco tiempo, Alexandra ascendió en el escalafón hasta convertirse en campeona europea en la categoría de niñas menores de diez años en 1994 y, un mes más tarde, compartió título de campeona en el certamen mundial de la misma categoría. En aquel momento, su padre trabajaba a tiempo completo como entrenador particular de la pequeña, de modo que ella se convierte en la única fuente de ingreso de los Kosteniuk. Los premios en metálico son una rareza en los torneos infantiles y la vida empieza a ser difícil para sus padres, su hermana menor y un gato en el apartamento de tres habitaciones que poseen en Moscú. Un año más tarde, la familia comienza a cosechar los frutos sembrados. Alexandra se alza con el mundial de menores de 12 años y el torneo ruso femenino de ajedrez rápido (partidas que duran 25 minutos).
Llega la época de las vacas gordas, y la pequeña Kosteniuk saca tiempo hasta para publicar los poemas que escribe en inglés en sus ratos libres. Según Nick Hawkins, responsable de marketing de la Federación Británica de Ajedrez, «Sashenka [diminutivo familiar para Alexandra, al igual que Sasha es el masculino; su equivalente en castellano sería Álex] es una figura atractiva y representativa del mundo del ajedrez. Acaba con el estereotipo de que este deporte es para hombres y que las mujeres deben ser masculinas para vencer a los hombres. Juega con agresividad y rapidez. Da todo de sí. Ella representa el futuro, en el que los jóvenes se sienten seducidos por una forma rápida y agresiva de este deporte y en el que las partidas duran minutos en lugar de días. Va a convertirse en campeona femenina pronto y, lo que es aún mejor, podrá continuar hacia lo inimaginable: sacudir el mundo masculino del ajedrez venciendo también a los jugadores más brillantes. Posee suficiente ambición para lograrlo».
Brigantinus-Quora
Hace 7 años
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